Penas de muerte masivas
Las cifras de ejecuciones es la mayor desde 2015. Amnistía Internacional inició una campaña de denuncia.
Irán ha transformado sus prisiones en centros de muerte masiva, a juzgar por el “escalofriante aumento de ejecuciones masivas”, 853 registradas en 2023, denunció Amnistía Internacional (AI).
El reporte de AI expuso que “la oleada de muertes en Irán prosigue en 2024, con al menos 95 ejecuciones registradas hasta el 20 de marzo. Amnistía Internacional piensa que el número real es sin duda mayor”. Aun así, el número de ejecuciones en 2023 es el más alto registrado desde 2015, y supone un aumento de 48 % respecto a 2022 y de 172 % respecto a 2021. AI destaca que al menos 481 ejecuciones, más de la mitad de las 853 registradas en 2023, se efectuaron por delitos de drogas.
“La pena de muerte es abominable en toda circunstancia, pero aplicarla a escala masiva por delitos de drogas tras juicios manifiestamente injustos ante Tribunales Revolucionarios es un abuso de poder grotesco”, declaró Diana Eltahawy, directora regional adjunta de AI para Medio Oriente y el Norte de África.
Los Tribunales Revolucionarios dictaron 520 (61 %) de las sentencias de pena de muerte ejecutadas en 2023. Esos tribunales tienen competencias sobre una amplia gama de actos, incluidos los delitos de drogas, que las autoridades consideran delitos de “seguridad nacional”.
AI considera que las autoridades iraníes han intensificado el uso de la pena de muerte para infundir miedo y afianzarse en el poder tras la sublevación “Mujer Vida Libertad” ocurrida entre septiembre y diciembre de 2022.
Junto con la aplicación de la pena capital por drogas, el año pasado tuvo lugar también una oleada de ejecuciones que afectó a manifestantes, usuarios de las redes sociales y otras personas disidentes o percibidas como tales, por actos amparados por el derecho internacional de los derechos humanos.
En algunos casos se trató de personas acusadas bajo cargos tales como “insultar al profeta”, “apostasía” y otros ambiguos como “enemistad con Dios” (moharebeh) o “corrupción en la tierra” (efsade fel arz). En ausencia de una respuesta global contundente, “las autoridades iraníes no tendrán inconveniente en ejecutar con total impunidad miles de personas más en los años venideros”, consideró Eltahawy.