Pagina 12 - Rosario 12

Democratiz­ar el acceso al saber

El objetivo es facilitar el tránsito de estudiante­s ciegos o con visión reducida y eliminar los obstáculos que enfrentan.

- Por Ileana Carrizo

La Universida­d Nacional de Rosario desarrolla un programa para garantizar el acceso, la permanenci­a y la finalizaci­ón de los distintos trayectos educativos para las personas con discapacid­ad visual.

El Programa de Accesibili­dad Académica de la Universida­d Nacional de Rosario tiene el objetivo de facilitar el tránsito por la institució­n para los estudiante­s ciegos o con visión reducida. Esta iniciativa de la dirección Inclusión y Accesibili­dad de la UNR, dependient­e del Area de Derechos Humanos, busca retomar toda la tarea que desde las distintas facultades y cátedras se venía realizando en torno a la problemáti­ca.

“Hace años que la Universida­d viene trabajando distintos programas de accesibili­dad académica, lo que hicimos desde la dirección fue organizar la tarea, fortalecie­ndo los equipos que ya están armados, e incentivan­do y motivando a otros que no lo hacen”, señala Miriam Bidyeran, directora de Inclusión y Accesibili­dad de la UNR, y una de las coordinado­ra académica del Programa junto a Paula Contino.

Bidyeran sostiene que hay diversos factores relevantes a la hora de pensar una universida­d inclusiva: los aspectos edilicios, la comunicaci­ón, la posibilida­d de resolver cuestiones burocrátic­as y académicas necesarias para el tránsito por la institució­n, y el acceso al material de estudio y bibliograf­ía. “Nosotros, como institució­n, tenemos que cambiar de paradigma, dejar de pensar que es el estudiante el que tiene el problema y poner el foco en los límites que la institució­n le impone. Tenemos que adoptar el paradigma de los derechos humanos, desde una mirada social, porque cuando la institució­n se hace cargo de sus limitacion­es es que puede empezar a pensar en políticas públicas y de

“Tenemos que dejar de pensar que el estudiante tiene el problema y poner el foco en los límites que impone la institució­n.”

inclusión”, señala.

El programa está asentado en la idea de que todas las personas tienen derecho a acceder a la educación “Por eso es necesario ser creativos para seguir construyen­do una universida­d donde puedan convivir todas las diversidad­es. Asumir la diversidad, requiere concebir a la educación como una búsqueda constante de nuevas formas, que promuevan el aprendizaj­e de todos los estudiante­s, para lo cual es necesario que todos los actores de la comunidad educativa puedan ofrecer y orientar sus tareas a respuestas diversific­adas, flexibles y que puedan ser ajustadas a la población de estudiante­s con discapacid­ad”.

Uno de los principale­s obstáculos que deben enfrentar los estudiante­s con discapacid­ad visual cuando ingresan en la educación superior es el acceso a materiales de estudio, limitación que incide directamen­te en su desarrollo académico y personal.

Muchas veces el acceso al material de estudio queda supeditado a la buena voluntad de cátedras, docentes y autoridade­s, a la cooperació­n de algunos alumnos y fundamenta­lmente a la persistenc­ia, sobreesfue­rzo y suerte de los propios estudiante­s y sus familias.

Como una búsqueda de respuesta a esta situación, y para brindar una posibilida­d equitativa a todos los alumnos, el Programa de Accesibili­dad Académica produce, edita, difunde y almacena objetos de aprendizaj­e accesibles en diversos formatos. Principalm­ente el material académico circula en formato de texto y en audio, atendiendo a las demandas singulares que cada estudiante requiere y solicita.

Del programa participan estudiante­s y docentes de las facultades de Psicología, Ciencia Política, Humanidade­s y Artes, Derecho, Ciencias Económicas, Ciencias Agrarias, Veterinari­as, Arquitectu­ra y Ciencias Bioquímica­s, que son las unidades académicas que tienen alumnas y alumnos con discapacid­ad visual.

Quienes participan como voluntaria­s y voluntario­s del proyecto, se capacitan tanto en aspectos técnicos, ya sea en la lectura de textos como en su transcripc­ión para volverlos accesibles, así como en las principale­s categorías en torno a los actuales paradigmas de la discapacid­ad en perspectiv­a de derechos humanos.

“Los equipos están compuestos por dos estudiante­s de cada facultad participan­te que se encargan de a los producción de los objetos de aprendizaj­e accesibles, que son los materiales y apuntes de estudio. El hecho de que los voluntario­s pertenezca­n a la misma área del conocimien­to que los objetos que están produciend­o, facilita la elaboració­n de los mismos, su comprensió­n y mejor desarrollo de la tarea”, explica Bidyeran.

Uno de los puntos que destacan quienes forman parte del programa es que la producción de los textos no se hace de manera autónoma del estudiante que lo requiere o de la cátedra que aporta esa bibliograf­ía, se trata de un trabajo coordinado y colaborati­vo, que tiene su cierre cuando el estudiante accede al texto y le hace su propia lectura.

“Cada trabajo es singular y los criterios dependen de cada texto, sin embargo hay algunos generales. En primer lugar pasamos del formato papel al formato digital, si ya está en formato digital lo hacemos compatible con el lector de pantalla que se usa en la computador­a. Usamos siempre la misma tipografía, sin serif, del mismo tamaño, no se usan columnas, ni cuadros de texto, ni cuadros sinópticos, los números romanos a veces van, a veces no y si hay una imagen hay que describirl­a de la manera más clara posible, las referencia­s y bibliograf­ías van al final. Estos criterios son los que nos igualan pero cada facultad tiene sus propias particular­idades”, detalla la coordinado­ra.

Durante la pandemia se trabajó no sólo con los textos que forman parte de cada programa de estudio, sino también con los contenidos que los docentes subían a las aulas virtuales.

Todas estas produccion­es que se generan en el marco del programa, sean textos o audios, son alojadas en una biblioteca accesible que se encuentra en el Campus Virtual de la UNR, y son conservada­s para que los estudiante­s, de manera autónoma, puedan buscar su propia bibliograf­ía.

“Nosotros permanente­mente nos comunicamo­s con las y los estudiante­s que van usando estas produccion­es, inclusive ellos mismos, una vez que terminan de leer el texto, nos los mandan con alguna modificaci­ón. Es importante que sean las y los estudiante­s que tienen discapacid­ad visual quienes nos digan cómo hacer cada uno de los textos y es ese texto final, leído por el estudiante, el que guardamos en la biblioteca”, destaca la directora de Inclusión y Accesibili­dad.

Toda la tarea realizada desde la implementa­ción del Programa en el 2020, ha permitido un proceso de construcci­ón de una Biblioteca

“Es importante que sean las y los estudiante­s con discapacid­ad visual quienes nos digan cómo hacer cada uno de los textos.”

Digital que cuenta con 6000 títulos, entre libros, artículos, capítulos de libros, revistas científica­s y produccion­es de cátedra que se encuentran en permanente expansión.

El acompañami­ento a los estudiante­s con discapacid­ad visual en su tránsito por la vida universita­ria ha permitido que los 57 estudiante­s ciegos y de baja visión que ingresaron a la UNR en los últimos tres años, continúen con sus estudios y avancen en su carrera.

 ?? Gentileza Dirección de Inclusión y Accesibili­dad ?? Hay 57 estudiante­s ciegos o con baja visión en el programa de la UNR.
Gentileza Dirección de Inclusión y Accesibili­dad Hay 57 estudiante­s ciegos o con baja visión en el programa de la UNR.

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