El repudio a la violencia en las escuelas
“Hay muchas comunidades que no pudieron ir a la escuela”, señaló Juan Pablo Casiello, secretario gremial de Amsafé Rosario. El reclamo de reapertura de paritarias.
El grito de “basta de violencia en nuestras escuelas y barrios” y “basta de matar a nuestrxs alumnxs”, retumbó ayer en la plaza San Martín donde llegó el reclamo docente por la situación que atraviesan las escuelas de la ciudad y la región, con amenazas y ataques. “Del martes a acá, cuando decidimos esta marcha en el plenario de delegados, pasaron muchas cosas... El eje era la violencia y la necesidad de la reapertura de paritarias, pero el tema de la violencia ha pegado un nuevo salto; se ha pasado un nuevo límite. Hay muchas comunidades que no pudieron ir a la escuela”, señaló Juan Pablo Casiello, secretario gremial de Amsafé Rosario. Es que esta semana comenzó sin clases en dos escuelas céntricas, por una amenaza similar a otras anteriores. La fiscalía investiga 11 casos de los cuales 4 tienen que ver con balaceras (ver recuadro).
Esta semana nuevos mensajes intimidantes contra establecimientos educativos intensificaron el alerta. Las amenazas, esta vez, llegaron al celular de la directora de la secundaria Leónidas Gambartes, de Paraguay al 1200, que no tiene clases esta semana, al igual que la primera lindera, Mariano Moreno. Otros episodios de violencia ya se dieron en los barrios Ludueña, Empalme Graneros y en zona norte. Ante ello, Casiello remarcó ayer que “la situación es muy dramática y es tremendo ver la impunidad con que actúan las bandas. Cualquier amenaza, en este panorama de tanta intranquilidad, resulta creíble y la autoridad no da garantías”, lamentó en LT8, durante la concentración frente a Gobernación, que también fue por condiciones edilicias y de trabajo dignas; en defensa del 82% móvil y por la inmediata apertura de la paritaria docente.
El dirigente del gremio que nuclea a los docentes públicos habló también del plan de acompañamiento al alumnado, para los horarios de ingreso y egreso de los establecimientos, que fue implementado hace un mes por el Ministerio de Seguridad provincial: “Durante una semana o 10 días,
que hubo una situación de tranquilidad, parecía que funcionaba. Pero cuando se empezó a complicar la situación en distintos barrios, se vio que no sirvió para nada”, sostuvo. Además, mencionó que Maxi, uno de los chicos asesinados en los últimos días, estaría cumpliendo años ayer; y remarcó que “la salida no es la militarización”.
El pedido de los docentes este
mediodía en el corazón de la plaza San Martín fue claro: que se detenga la violencia y que las escuelas sean un territorio de paz. “Sentimos mucha angustia y tristeza por esto que pasa no solo en las escuelas, sino en toda la ciudad”, expresaron otras docentes en Canal 3. Algunos carteles en la movilización de la que también participó ATE Rosario, junto a otras organizaciones, madres y padres, aseguraban que “con miedo no se puede estudiar” y que “cuiden a les pibes y pibas”.
Otro reclamo que rosonó en la concentración tuvo que ver con la reapertura de la paritaria. “El salario docente se ha pulverizado por la inflación. El acuerdo quedó recontra corto”, aseguró Casiello. Y agregó: “El Plan 25 (horas semanales de clases) es una mentira, hace tres meses que las compañeras trabajan gratis porque no cobraron un peso”. También hubo reclamo por asamblea provincial.
Más temprano, el titular de Amsafé provincial Rodrigo Alonso dijo en LT8 que “la escuela es un reflejo de lo que pasa en la sociedad. En las escuelas de la provincia vemos un aumento de los pedidos para la copa de leche y el comedor y eso da cuenta de una crisis económica que se refleja en las escuelas”. Y lamentó, : “Ahora se pasó un límite. Se pone en juego la vida de toda la comunidad educativa: trabajadores, alumnas, alumnos, y los padres y las madres también”, afirmó. “Se complican también los procesos de enseñanza y aprendizaje: hay una discontinuidad en muchas escuelas del departamento Rosario porque suspenden las actividades debido a las amenazas, a las balaceras y a que los padres tienen miedo de llevar a sus hijos a la escuela”.