Ergometría, el esfuerzo más necesario para cuidar el corazón
Mediante la realización de ejercicio físico en una cinta o bicicleta estática, la ergometría es una técnica fundamental que se utiliza principalmente para el diagnóstico de la angina de pecho en pacientes con dolor torácico y para valorar la respuesta del
La
ergometría -o prueba de esfuerzo- sirve para conocer la respuesta del corazón al ejercicio; es decir, estudia la respuesta funcional del miocardio (el músculo del corazón). Dado que detecta situaciones de isquemia del músculo cardíaco que sólo aparecen con esfuerzos físicos y que podrían causar un infarto, gracias a su empleo pueden diagnosticarse situaciones de isquemia y falta de riego sanguíneo suficiente a áreas del miocardio. Normalmente estas isquemias pasan desapercibidas o pueden dar dolor de pecho transitorio (tipo angina de pecho), arritmias o disnea; con la ergometría pueden detectarse precozmente y por ende tratarse médicamente.
¿Qué detecta?
El uso de la ergometría en la enfermedad coronaria se fundamenta en la capacidad de poner de manifiesto alteraciones cardiovasculares no presentes mientras el paciente está en reposo y que pueden ocurrir durante el ejercicio físico.
Por ejemplo, si un paciente tiene enfermedad coronaria, la obstrucción en la arteria puede permitir un flujo de sangre al corazón normal en reposo, por lo cual no experimentará ningún síntoma mientras que el electrocardiograma arrojará resultados probablemente normales. Sin embargo, al realizar un ejercicio físico o esfuerzo el trabajo del corazón aumentará y, por lo tanto, la necesidad de aporte de sangre. En caso de obstrucción coronaria, se producirá un déficit de riego sanguíneo que provocará la aparición de angina de pecho y/o alteraciones en el electrocardiograma. En este sentido, la ergometría permite reproducir la angina de una forma controlada para diagnosticarla.
Además de ayudar al diagnóstico preciso, la prueba de esfuerzo es útil para realizar una estimación del pronóstico, de la capacidad de ejercicio físico y valorar el efecto del tratamiento en aquellos pacientes con enfermedad coronaria ya conocida.
Por lo tanto, la prueba de esfuer-
zo se realiza cuando el cardiólogo sospecha alguna de las siguientes situaciones: ●Do●or torácico de causa
desconocida: sobre todo ante la presencia de características cardíacas como sensación de presión, falta de aire, irradiación a hombro izquierdo, cuello o muñecas. ●Empeoramie■to de la angina de pecho: cuando una angina de pecho es estable no hay
que preocuparse porque sólo da dolor en situaciones de esfuerzos conocidos. Si esto cambia debe realizarse una ergometría para detectar cambios en el registro eléctrico de gravedad. ●Luego de un infarto:
no en todos los infartos es necesario, pero en algunos casos puede ayudar a conocer el daño residual que ha quedado en el corazón y valorar la realización de otras pruebas. ●Para el estudio de arritmias:
ciertas arritmias sólo aparecen durante la realización de esfuerzos físicos y la ergometría puede ayudar a desencadenarlas y detectarlas. ●Estudio de valvulopatías:
ciertas alteraciones de las válvulas cardíacas, sobre todo las estenosis, pueden provocar aumento del miocardio. La prueba de esfuerzo serviría para detectar isquemias desapercibidas. ●Preve■ció■ de cardiopatía
isquémica: los adultos con factores de riesgo cardiovascular (diabetes, hipertensión, colesterol elevado) que no hayan hecho ejercicio físico intenso y que lo realicen por primera vez (por ejemplo, en un gimnasio) deben someterse a una prueba de esfuerzo para descartar alteraciones isquémicas desapercibidas. Cabe agregar que la prueba también se aconseja para personas sanas o deportistas.
¿Cómo funciona?
Mediante la colocación de electrodos especiales, la prueba registra las corrientes eléctricas que se forman en el miocardio cuando se producen las contracciones musculares. Al efectuarse el ejercicio físico las células realizan más actividad metabólica y, si no tienen suficiente aporte de oxígeno, pueden no generar esas corrientes eléctricas o alterarse. El registro de los electrodos es similar al de un electrocardiograma, pero en el caso de la ergometría dura más tiempo y se observan cambios progresivos. La persona que se somete a la ergometría debe realizar ejercicio físico durante la prueba en la cual se emplean máquinas parecidas a las que hay en los gimnasios, principalmente bicicleta estática o cinta deslizante para correr. Se comienza con poca intensidad y progresivamente se aumenta para asegurarse que no se produzca daño cardíaco en ningún momento.
Por ende, los parámetros que mide la ergometría son: las cifras de tensión arterial, el ritmo y la frecuencia cardíaca, el ritmo y la frecuencia respiratoria.
¿Cómo es el procedimiento?
Como se mencionó anteriormente, consiste en efectuar ejercicio físico sobre una cinta rodante o bicicleta estática en la cual progresivamente se aumentará la carga, de acuerdo con unos protocolos predeterminados, para realizar el mayor esfuerzo posible y alcanzar, incluso, el umbral del cansancio o máximo nivel de resistencia. Si durante este proceso el paciente experimenta dolor en el pecho, falta de aire, mareo, palidez, sudoración fría o náuseas debe comunicárselo al médico. El técnico colocará diez parches planos y adhesivos llamados electrodos en el pecho del paciente (los cuales se conectan a un monitor de electrocardiograma -ECG- que sigue la actividad eléctrica del corazón), mientras camina en una cinta o pedalea en una bicicleta estática. También llevará un tensiómetro en el brazo para medir la tensión arterial. Aproximadamente cada 3 minutos deberá caminar o pedalear más rápido y con un ángulo inclinado o con mayor resistencia. El examen continúa hasta que:
●Se alcance la frecuencia cardíaca deseada.
●E● paciente presente dolor torácico o un cambio en la presión arterial que sea preocupante.
●Los cambios en el ECG muestren que el músculo de corazón no recibe suficiente oxígeno.
●E● paciente se siente cansado o presente síntomas (como dolor en una pierna) que le impidan continuar.
¿Cómo hay que prepararse?
Para su realización el paciente debe llevar ropa que pueda quitarse fácilmente y calzado deportivo.
La comida antes de la ergometría debe ser ligera y no debe comerse entre 2 y 3 horas antes de realizarla. Tampoco debe acudirse luego de un ayuno prolongado porque puede existir riesgo de hipoglucemia o bajada del azúcar en la sangre. Es fundamental evitar las bebidas alcohólicas, la cafeína. Tampoco debe practicarse actividad física intensa o ejercicio habitual 12 horas previas a la prueba.
¿Cuáles son los resultados?
Una prueba con resultados normales casi siempre significa que el paciente fue capaz de hacer ejercicio la misma cantidad de tiempo o más que la mayoría de las personas de su edad y sexo, incluso sin presentar síntomas o cambios preocupantes en la presión arterial o en el ECG.
Por el contrario, si los resultados no son los esperados sus causas responden a: ritmos cardíacos anormales durante el ejercicio o cambios en el ECG que pueden significar que existe un bloqueo en las arterias que irrigan el corazón. En este caso, es probable que el médico solicite efectuar otros exámenes del corazón como un cateterismo cardíaco, prueba de esfuerzo nuclear o ecocardiografía de esfuerzo