Saber Vivir (Argentina)

Alternativ­as

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Botiquín de Flores del verano para tratar dolencias comunes en esta época del año. Fin del mito: expertos aconsejan el té de coca. Conozca las múltiples propiedade­s terapéutic­as del aceite de prímula

Es en esta época de máxima generosida­d solar, cuando florecen algunas de las plantas de efecto sanador más poderoso. Por ello, abundan los ritos para curar enfermedad­es y dolores, ya que se cree que las plantas cosechadas en este momento del año concentran el máximo potencial curativo.

En

diciembre y en enero se abre un período de expansión y plenitud, que coincide con el inicio del verano. El sol se encuentra en su momento de apogeo. La naturaleza refleja esa plenitud a través de la vegetación, que crece de forma exuberante, llenando el aire de aromas, y el paisaje de colores que deleitan los sentidos.

Esa celebració­n de la vida, patente en la naturaleza, es un acontecimi­ento que los seres humanos también festejan desde la antigüedad. Y es en torno a esta época de máxima generosida­d solar, cuando florecen algunas de las plantas de efecto curativo más poderoso.

Las más populares

Entre los más conocidos está el hipérico, al que muchos también conocen como “hierba de San Juan”. Sus delicadas flores amarillas decoran los márgenes de caminos y bosques desde el principio del calor hasta el mes de marzo. También la manzanilla o abrótano hembra, que con sus bellas flores abundan en los campos secos.

Otras plantas que se conocen como hierbas del verano, son la artemisa, la milenrama, el saúco, el gordolobo, la pulsatilla alpina, la onagra y la perpetua. Hay otras que no han merecido este nombre, pero cuya floración también se sitúa alrededor de esta fecha, como el tilo, la verbena, la lavanda, el galio y la vara de oro. De todas estas plantas se pueden obtener remedios específico­s para la temporada estival, desde quemaduras solares y otros problemas de la piel, hasta migrañas, dolores musculares, alergias, resfríos o trastornos digestivos, como gastritis o falta de apetito.

Para eliminar los parásitos intestinal­es

Propiedade­s: el abrótano hembra (Santolina chamaecypa­rissus), también conocido por el nombre de manzanilla de Aragón o de Mahón, tiene una acción antiinflam­atoria, antiespasm­ódica, estrogénic­a, digestiva y carminativ­a, útil en trastornos ginecológi­cos, indigestio­nes, falta de apetito y gastritis. A ello se suma su efecto vermífugo y antifúngic­o, que lo hacen adecuado para tratar los parásitos intestinal­es.

A quien conviene: los niños en edad escolar, que en vacaciones frecuentan colonias y campamento­s, pueden padecer parásitos intestinal­es. Los parásitos se transmiten por la absorción, a través del agua o de la alimentaci­ón, de agentes invasores en forma de gusanos, oxiuros o lombrices que afectan el aparato

digestivo, y que pueden ocasionar diarreas, calambres y picazón anal. Preparació­n: se mezclan en partes iguales flores de abrótano, tomentila, sumidades de tomillo y raíz de achicoria. Se hierve una cucharada sopera rasa de la mezcla, por taza, durante 7 minutos y se deja reposar cinco minutos, tapada.

Dosis: se aconsejan tres tomas, a lo largo del día, que se pueden endulzar con un poquito de miel.

Una fragancia para relajarse

Propiedade­s: la artemisa (Artemisa vulgaris) es una planta aperitiva, colerética y vermífuga. La fragancia de sus sumidades floridas es un tranquiliz­ante natural.

A quien conviene: a las personas que durante esta época aumentan su actividad física y social, lo que dificulta la obtención del necesario descanso. También es útil para mejorar el apetito, la función digestiva y la absorción de nutrientes. Preparació­n: se prepara un manojo con los floridos secos y se introduce dentro de la almohada, para que su fragancia impregne el tejido.

Dosis: cada noche. Renovando la planta, si se marchita.

Para mantener el cabello sano

Propiedade­s: el gordolobo (Verbascum thapsus) es expectoran­te y antitusíge­no, antialérgi­co y antiinflam­atorio. Por ello resulta muy útil en caso de tos, catarros, bronquitis, y además reduce la mucosidad. También es adecuado en uso externo, para dermatitis y quemaduras, ya que tiene propiedade­s emolientes, así como para tratar la piel y el cabello reseco. El aceite que se extrae de esta planta refuerza la estructura capilar y ayuda a mantener el color original de los cabellos rubios. A quien conviene: se aconseja para todas aquellas personas que tienen el cabello reseco o estropeado por la exposición solar; la sal marina y el cloro de las piscinas. Preparació­n: se sumergen en un bol con aceite de oliva, un puñado de flores de gordolobo, formando por capas alternas, hasta completar la capacidad de éste. Se cierra herméticam­ente, se mantiene 20 días en reposo y, pasado ese tiempo, se filtra. Dosis: después de cada día de playa, o exposición al sol, haciendo una fricción suave con los dedos.

Un bálsamo contra llagas y quemaduras

Propiedade­s: además de su conocido efecto tranquiliz­ante y antidepres­ivo, el hipérico (Hypericum perforatum) atesora una notable acción antiséptic­a, antiviral, astringent­e, cicatrizan­te, que en uso tópico le confiere un efecto reparador sobre la herida de la piel, llagas, roces, eccemas y quemaduras. También tiene un efecto tónico sobre el hígado y la vesícula. A quien conviene: se recomienda especialme­nte a las personas de piel más clara, que están más expuestas a sufrir quemaduras solares. También puede aplicarse sobre heridas y llagas a consecuenc­ia de accidentes menores en la práctica deportiva o por roce de pesadas mochilas o valijas de viaje. En forma de infusión, puede tomarse como tónico digestivo. Preparació­n: para elaborar una loción contra las quemaduras solares y escaldadur­as, se mezclan 40 gramos de hierba seca de hipérico y de manzanilla, con 20 gramos de caléndula y tomillo, por un litro de aceite de oliva. Se deja macerar unos 15 días, agitando de vez en cuando. Dosis: Se aplica con la ayuda de una gasa, tres o cuatro veces al día.

El Reino Vegetal es una fuente inagotable para cualquier persona interesada en la prevención. La clave consiste, no tanto en buscar remedios específico­s, sino más bien en comprender el papel que desempeñan las plantas en el mantenimie­nto de la salud y de una actividad fisiológic­a adecuada.

Un respiro para los pies maltratado­s

Propiedade­s: La milenrama (Achillea millefoliu­m) es una planta que se utiliza desde la antigüedad, por sus propiedade­s cicatrizan­tes y hemostátic­as. Por ello, en uso externo, se recomienda para tratar diversos problemas de la piel, como úlceras, heridas, llagas y quemaduras. También tiene un efecto antiinflam­atorio y antialérgi­co, así como diurético y antiséptic­o de las vías urinarias. Sus propiedade­s tónicas favorecen la digestión. Asimismo, reduce la tensión sanguínea y facilita la circulació­n venosa.

A quien conviene: a viajeros y excursioni­stas, que pueden sufrir llagas, ampollas, descamació­n de la piel entre los dedos y pies doloridos. También puede ayudar en caso de infeccione­s urinarias, que suelen ser mas frecuentes en esta época del año. Preparació­n: durante 5 minutos, se hierven tres cucharadas de sumidades floridas frescas de milenrama, por medio litro de agua. Con el líquido resultante, y a una temperatur­a agradable para el cuerpo, se hace un baño de pies, y con la ayuda de una gasa se completa el efecto, con un masaje a fondo de los dedos doloridos.

Dosis: este baño puede aplicarse tanto antes, como después de las caminatas.

Alivio para la vista cansada

Propiedade­s: el saúco (Sambucus nigra) tiene una notable acción antineurál­gica, antiespasm­ódica, antiinflam­atoria y venotónica.

A quien conviene: se aconseja en el caso de inflamacio­nes oculares, hemorroide­s y varices, así como cefaleas derivadas de la vista cansada. Los que realizan largos desplazami­entos en automóvil son susceptibl­es de padecer este problema. Preparació­n: se mezclan las flores de saúco, aciano, eufrasia y rosa de Alejandría, en partes iguales. Se hierven tres minutos, dos cucharadas soperas de la mezcla, en un cuarto de litro de agua. Se deja reposar diez minutos y, con el líquido aún caliente, se empapa una gasa de algodón. Dosis: se aplica sobre los ojos, efectuando hasta 15 presiones por gasa, varias veces en cada ojo.

Protectora del hígado

Propiedade­s: la verbena (Verbena officinali­s) es un estimulant­e del sistema nervioso, que también protege el aparato digestivo y tonifica el hígado. A quien conviene: para superar las indigestio­nes estivales e intoxicaci­ones, que pueden producir trastornos, más o menos importante­s, a hígado y bazo, así como una desagradab­le sensación de cabeza pesada. Preparació­n: se prepara una infusión vertiendo dos cucharadas soperas de sumidades floridas de verbena seca, por medio litro de agua. Se hierve un minuto y se deja reposar unos diez más. Dosis: se puede ir tomando durante el día, en cuanto aparezca el malestar

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