10 signos de intolerancia al gluten
Muchas personas tienen intolerancia al trigo y sus derivados, y no lo saben. Aprenda a detectarlo y mejore su salud.
A diferencia de una alergia al gluten, la cual puede mejorar con el tiempo, una intolerancia general al gluten es una condición permanente en la mayoría de las personas.
Los médicos estiman que el uno por ciento de la población tiene la enfermedad celíaca, lo cual significa un daño al intestino delgado ocasionado por una severa reacción alérgica al gluten del trigo. El gluten es una proteína presente en el trigo y los productos derivados del trigo. Incluso las personas que no tienen una enfermedad celíaca pueden tener reacciones del sistema inmune o intestinal hacia el gluten, y se cree que alrededor del 15 por ciento de la población puede ser sensible al gluten.
Síntomas claros
Actualmente no existe un examen médico para reconocer la intolerancia al gluten, pero hay algunos signos a las cuales prestarle atención que porque pueden ser indicativos.
1- Inflamación, hinchazón o dolor en las articulaciones, como los dedos, las rodillas o las caderas.
2- Problemas del estado de ánimo como ansiedad, depresión, cambios de humor y déficit de atención.
3- Problemas digestivos como estreñimiento, gases, hinchazón y diarrea.
4- Queratosis pilaris (también conocido como “piel de gallina” en la parte posterior de los brazos). Esta tendencia es el resultado de una deficiencia de ácido graso y de vitamina A, derivado de una mala absorción de grasas causada por el gluten y dañando el intestino.
5- Fatiga, confusión o sensación de cansancio después de comer una comida que contiene gluten.
6- Desequilibrios hormonales o infertilidad. 7- Dolores de cabeza por migraña. 8- Diagnóstico de fatiga crónica o fibromialgia.
9- El diagnóstico de otra enfermedad: si le detectaron una enfermedad autoinmune como la tiroiditis de Hashimoto, artritis reumatoide, colitis ulcerosa, lupus, psoriasis, escleroderma o esclerosis múltiple, preste atención.
10- Síntomas neurológicos como mareos o sensación de estar fuera de balance.
La prueba
Hable con su médico y pregúntele sobre los exámenes de diagnóstico que detectan las condiciones relacionadas a la intolerancia al gluten. Aunque los exámenes no pueden confirmarlo, pueden ver la presencia de algunas condiciones que lo hacen sospechar. Algunos de estos síntomas relacionados incluyen: niveles bajos de hierro; grasa en las heces; salud dental deficiente debido a la desnutrición; absorción deficiente del calcio y retraso en el crecimiento en el caso de los niños. Una de las formas más sencillas de determinar si tiene un problema con el gluten es hacer una dieta de eliminación quitándolo por completo por lo menos de 2 a 4 semanas y luego reintroducirlo. Tenga en cuenta que el gluten es una proteína grande y puede tardar meses e incluso años para borrarse de su sistema de modo que, entre más largo es el tiempo que pueda eliminarlo, mejor. Si siente mejorías sin gluten o se siente peor cuando lo reintroduce, el gluten es probablemente un problema. Esté atento a las fuentes escondidas de gluten en los aderezos, condimentos, salsas, sopas e incluso en los cosméticos, las vitaminas y los suplementos. Siempre revise las etiquetas de los ingredientes en todos los alimentos y los productos cosméticos. Durante ese tiempo, mantenga un diario de los síntomas para identificar cualquier cambio que ocurre a lo largo de su dieta. Revise las páginas de los síntomas e identifique si alguno de ellos ha aumentado o ha disminuido desde la eliminación del gluten. Reintroduzca el gluten a su dieta después de que termine el período de eliminación. Preste atención a cómo se siente cuando coma de nuevo gluten. Si los síntomas que habían desaparecido vuelven a aparecer y se siente peor que cuando estaba en la dieta de eliminación, entonces ha confirmado que es intolerante al gluten. En ese, elimine el gluten por completo de su dieta. Sustituya los alimentos con gluten como el trigo, la cebada, el centeno y la sémola por alimentos similares que no contengan gluten, como la harina de maní, la quínoa, la harina de arroz y la harina de soja