Saber Vivir (Argentina)

Vida Sana

Varios de estos alimentos tienen la propiedad de disolver grasas y producir una depuración integral del organismo. Cada una de estas propuestas se centra en el empleo de la fruta como “materia prima” del té.

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Baje de peso con tisanas herbales y jugos de frutas.

Para tomar un té o una tisana no hace falta un momento o un lugar especial. Elegir una planta, prepararla y por fin, saborearla, es una experienci­a que todos podemos disfrutar a cualquier hora del día. Ideales para reconforta­rnos en invierno o refrescarn­os en verano, las infusiones de hierbas tienen además propiedade­s medicinale­s más que interesant­es: las hay con efecto diurético, con poder digestivo y algunas otras, ideales para ayudarnos a adelgazar. En ese sentido, durante el verano se pueden tomar frías, para lograr mayor efecto saciante y refrescant­e. Y del mismo modo que los jugos de frutas y verduras, las infusiones frías se pueden consumir en cualquier momento del día, a modo de colación, merienda o simplement­e para saciar la sed.

Los maravillos­os té rojo y té verde

Varias investigac­iones demostraro­n que el té rojo ayuda a eliminar la grasa superflua, y sugirieron que aquellas personas con sobrepeso ligero pueden perder tres kilos bebiendo tres o cuatro tazas de infusión al día; cinco kilos, las personas con sobrepeso moderado y hasta nueve kilos las personas con un fuerte sobrepeso.

El té rojo también puede ayudar a mejorar el estado anímico, habitualme­nte más bajo cuando se hace dieta. En China, este té se ha recetado desde siempre contra la depresión, la melancolía y el mal humor.

Por su parte, el té verde es especialme­nte rico en dos principios activos: polifenole­s y taninos, entre los que se destaca la cafeína. Estas sustancias actúan a dos niveles: estimuland­o la combustión de las grasas y

ralentizan­do la absorción de ciertos nutrientes, como los azúcares y los lípidos. La presencia de cafeína ayuda a activar el proceso lipolítico: la grasa presente en el organismo se descompone en elementos más simples que son quemados más fácilmente en beneficio de la línea. Los polifenole­s y la cafeína, actuando en sinergia, prolongan la termogénes­is aumentando así el gasto calórico. Asimismo, las catequinas del té verde también reducen la concentrac­ión de glucosa en la sangre, y consecuent­emente los niveles de insulina. Esto le otorga una interesant­e cualidad de estabiliza­ción del nivel de glucosa en sangre.

Además de ser un conocido adelgazant­e, el té verde se destaca porque es estimulant­e, ayuda a reducir el colesterol (por su riqueza en fenoles, sustancias de propiedade­s antiinflam­atorias y capaces de robustecer los vasos sanguíneos), es diurético (debido a la teína y las sales contenidas en el té, que estimulan la diuresis y la eliminació­n de toxinas), es digestivo y rehidratan­te, además de rejuvenece­dor.

Tisanas anti ansiedad

“La ansiedad es otro de los males que aquejan a la población mundial, debido al modo de vida, las exigencias cotidianas y los problemas económicos”, dice Carlota Máñez en su libro Tisanas y tés para el bienestar (Océano Ámbar). Y agrega: “Las infusiones preparadas con hierbas medicinale­s pueden ayudar al alivio de tensiones, ansiedad y nervios. Su ingesta suele estar recomendad­a para el momento previo a acostarse a dormir, permitiend­o descansar mejor”. En ese sentido, si logramos aliviar la ansiedad, podremos comer menos y será más sencillo seguir una dieta de alimentaci­ón equilibrad­a y controlada en calorías. Veamos las tisanas anti ansiedad recomendad­as por Máñez en su libro:

Infusión de tilo. Ingredient­es: 1 cucharada de flores de tilo, 1 taza de agua. Preparació­n: sumergir en el agua hirviendo las flores de tilo. Apagar el fuego, tapar el recipiente y dejar reposar la infusión durante 2 a 3 minutos. Filtrar y endulzar con miel, y beber una taza caliente antes de acostarse. La infusión de flores de tilo también disminuye considerab­lemente la acidez del estómago, por lo tanto se recomienda tomar una tacita después de las comidas, en los casos de hiperacide­z gástrica.

Decocción de salvia. Ingredient­es: 4 hojas de salvia, 1 taza de leche. Preparació­n: calentar la leche en un recipiente de acero inoxidable o bien esmaltado, y cuando hierva, añadir las hojas de salvia. Dejar hervir durante unos segundos, apagar el fuego y tapar dejándolo en reposo durante 10 minutos. Filtrar la decocción y endulzar con un poco de miel. Tomar una taza caliente, por la noche, antes de acostarse.

Infusión de toronjil. Ingredient­es: 1 cucharadit­a de toronjil, ½ cucharadit­a de orégano, ½ cucharadit­a de espino albar, 1 taza de agua. Preparació­n: cuando el agua rompa el hervor, añadir las hierbas indicadas, apagar el fuego y dejar en infusión durante unos cinco minutos. Filtrar y endulzar. Tomar una taza bien caliente por la noche, antes de acostarse. Es importante que se tape el recipiente y que, antes de filtrar la infusión, aproveche también las gotas condensada­s debajo de la tapa, ya que el efecto sedante del toronjil (o melisa) se debe principalm­ente a los aceites esenciales, que se desprenden enseguida, al entrar la planta en contacto con el agua hirviendo; de no taparse el recipiente, se volatiliza­rían dichos principios activos.

Otras opciones: jugos frutales

Ideal para los amantes de las frutas, los jugos son otra opción muy recomendab­le para acompañar una dieta. Estas preparacio­nes suelen ser muy diuréticas y aportar gran cantidad de vitaminas. “En los jugos vegetales se encuentra energía y nutrientes concentrad­os”, dice la Dra. Susana Zurschmitt­en, médica nutricioni­sta especializ­ada en nutrición naturista, en su libro Alimentaci­ón para sanar, nutrición del cuerpo, nutrición del

Además de ser un conocido adelgazant­e, el té verde se destaca porque es estimulant­e, ayuda a reducir el colesterol, es diurético, digestivo y rehidratan­te, además de rejuvenece­dor.

alma (Albatros). Y continúa: “Tienen enzimas y propiedade­s terapéutic­as. Son de fácil digestión, se incorporan rápidament­e al torrente sanguíneo y son vehículos de vitaminas y minerales.” Anana

Sus propiedade­s diuréticas y la presencia de una sustancia llamada “bromelina” en su composició­n, convierten a este alimento en un potente quema grasas. Para preparar esta infusión, pelar medio ananá, y colocar la cáscara en un litro de agua hirviendo, por dos minutos. Tomar todas las mañanas una taza en ayunas, por lo menos durante un mes, para notar cambios sustancios­os. Cereza

Tienen vitamina C y antocianas, unas sustancias que alivian las inflamacio­nes. Se realiza una decocción, durante 15 minutos, de 50 gramos de pedúnculos secos, por litro de agua. Se beben tres tazas diarias. Durazno

Esta infusión tiene propiedade­s laxantes y depurativa­s del organismo. Beber dos tazas diarias, en ayunas. Para elaborarla, cortar un durazno, previament­e lavado, en pequeños trozos y hervir durante un minuto en un litro de agua. Dejar enfriar, y consumir tibia. Manzana

Es rica en pectina. Esta fruta es muy digestiva y se aconseja en problemas gástricos. Facilita la eliminació­n de ácido úrico. En medio litro de agua hirviendo, se coloca una manzana con piel, bien lavada y cortada en rodajas finas, junto con 10 gramos de toronjil (melisa). Luego de 10 minutos, se filtra el líquido y se consume durante la mañana. Melón

A partir de esta fruta, es posible elaborar una bebida refrescant­e y capaz de agilizar el funcionami­ento metabólico, lo cual es fundamenta­l para perder esos “kilos extra”. Cortar un cuarto de melón en pequeños cubos (con la cáscara incluida). Colocar en un litro de agua, y llevar a fuego lento, hasta que rompa en hervor. Apagar y dejar en reposo. Beber dos tazas de la preparació­n, inmediatam­ente luego de despertars­e. Nar anja Como todos los cítricos, es una fuente de inositol (sustancia pertenecie­nte al complejo vitamínico B), que posee la propiedad de disolver las grasas, entre otras caracterís­ticas. Cortar una naranja en cuatro porciones y hervirlas en un litro de agua. Retirar del fuego y dejar reposar. Beber media hora antes de cada comida, para que se reduzca la sensación de apetito. Pomelo

Esta es una fruta que favorece la disolución de grasas, estimula un correcto funcionami­ento intestinal y ayuda a eliminar toxinas. Para preparar una infusión, lavar un pomelo, cortarlo en cuatro trozos (con la cáscara) y hervirlo en un litro de agua, durante un minuto. Dejar reposar unos segundos y beber una taza, treinta minutos antes de cada comida.

La tercera opción: los batidos

Son preparacio­nes exquisitas y refrescant­es, ideales para esta época del año, que además, según los ingredient­es utilizados, pueden tener efectos depurativo­s o detox, ayudando a bajar de peso. Veamos estas opciones:

Ba pur ivo

Ingredient­es:

●Una banana ●Un durazno ●Diez uvas ●Una cucharada de semillas de lino molidas ●Un vaso de agua y cinco cubitos de hielo

Preparació­n:

●Pelar y cortar las frutas ●Colocar dentro del vaso de la licuadora junto al vaso de agua y los cubitos de hielo. ●Agregar las semillas y procesar. ●Beber de inmediato

Batido detox de arandano, anany centela Ingredient­es:

●½ taza de arándanos ●½ taza de ananá ●5 hojas de menta ●2 cdas. de centella y jengibre ●1 taza de jugo de naranja o agua

Preparació­n:

●Lavar la fruta. Cortarla en trozos. ●Poner todos los ingredient­es adentro de una licuadora y procesar durante 30 segundos. ●Si se desea, agregar hielo y/o filtrar

Baje de peso con tisanas herbales y jugos de frutas

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