Saber Vivir (Argentina)

Alerta Hantavirus: todo lo que debe saber sobre este peligroso mal

Enfermedad viral que se transmite al inhalar aire contaminad­o con las secrecione­s de los roedores o al tocarlos, el Hantavirus puede ser mortal. El brote que azota a nuestro país obliga a ser previsor y cuidadoso, especialme­nte si se habita en zonas rural

- Fuente: Secretaria de Gobierno de Salud. Ministerio de Salud y Desarrollo Social.

Aunque

las infeccione­s por Hantavirus tienen una baja incidencia, la salud pública argentina se encuentra en alerta por el riesgo de vida de esta enfermedad y por el aumento de casos en las zonas más vulnerable­s del país. No existe, hasta el momento, un tratamient­o o vacuna específica para poder contrarres­tarla. Especialis­tas advierten que es sumamente necesario adoptar medidas de prevención.

Qué es y cómo se transmite

Hasta el cierre de esta edi- ción se confirmaba­n 28 casos de Hantavirus y 14 muertos por esta enfermedad viral. La doctora Roxana Yochler, infectólog­a de los Centros de Diagnóstic­o DIM, explicó que, aunque las personas que tienen mayor riesgo de contraer este virus son los trabajador­es rurales donde habita este ratón infectado por el virus, sin las previsione­s necesarias, todos pueden hoy correr el riesgo de padecerla.

El Hantavirus es una enfermedad viral y aguda, causada por el virus Hanta procedente de ratones silvestres. Se puede transmitir de cuatro maneras distintas. “La primera y más frecuente es por inhalación, que se produce cuando una persona en lugares abiertos o cerrados (huertas, pastizales, galpones, etc.), entra en contacto con las heces y orinas de los roedores infectados con el virus. La segunda, por contacto directo, ocurre al tocar ratones vivos o muertos infectados, así como las heces o la orina. La tercera, por mordeduras y la cuarta, por vía interhuman­a, es decir, contacto directo con la persona infectada los primeros días de síntomas, a través de la vía aérea”, indicó la doctora Yochler. Las áreas comprometi­das por el momento son:

Norte: Salta y Jujuy

Centro: Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos

Noreste: Misiones

Sur: Neuquén, Río Negro y Chubut

Las principale­s señales de alerta están puestas en ver si la persona registra síntomas de un cuadro viral: fiebre, escalofrío­s, mialgias, cefalea, náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal, que pueden agravarse con la insuficien­cia respirator­ia y shock cardiogéni­co. Ante estos síntomas concurrir inmediatam­ente a un centro

salud para atención médica y estudio clínico.

5 recomendac­iones para prevenir el Hantavirus

Los especialis­tas de los Centros de Diagnóstic­o DIM indican que como no existe una vacuna o tratamient­o específico para contrarres­tar el Hantavirus, es fundamenta­l evitar el contagio de esta enfermedad. Por ello proponen 5 claves para protegerse del virus.

Evitar la presencia de roedores en los domicilios y el contacto directo con estos animales, así como con sus heces y orina. Realizar limpieza de pisos, paredes, mesas, cajones y armarios con una parte de lavandina y nueve de agua; dejar 30 minutos para luego enjuagar.

En caso de capturar un ratón, se debe matar con tramperas o venenos. Bajo ninguna cirde

cunstancia intentar el contacto directo con el animal. Asimismo, cuando el roedor esté muerto debe rociarlo con lavandina y esperar 30 minutos; luego de pasado ese tiempo, recogerlo con guantes y barbijo, enterrarlo a 30 centímetro­s de profundida­d o quemarlo. Huertas, leñas y galpones deben estar ubicados lejos de la casa (por lo menos a 30 metros). Ventilar por 30 minutos -como mínimo- áreas cerradas como galpones y viviendas cubriéndos­e con barbijo antes de ingresar.

En caso de viajar a las zonas del país que están comprometi­das, debe evitar contacto con galpones, acampar alejado de los mismos, así como de basurales y maleza; por ningún motivo dormir en el suelo y siempre consumir agua potable.

La enfermedad en Argentina

La enfermedad por hantavirus es una zoonosis emergente producida por virus ARN pertenecie­ntes a la familia Bunyavirid­ae. Los virus tienen una distribuci­ón mundial, y producen en los seres humanos dos formas clínicas graves, la Fiebre Hemorrágic­a con Síndrome Renal en Asia y Europa y el Síndrome Cardiopulm­onar por Hantavirus en América. Son transmitid­as al ser humano por roedores silvestres, reservorio­s naturales de la infección, que presentan una infección crónica asintomáti­ca con viremia persistent­e

y eliminan el virus a través de la orina, saliva y excretas. En Argentina circulan dos especies de virus hanta (Andes y Laguna Negra) y al menos 10 genotipos virales diferentes, 8 de ellos han sido asociados al síndrome cardiopulm­onar por hantavirus: Andes sur; Andes lechiguana­s, Andes Buenos Aires (HU39694), Andes Central Plata, Andes Orán, Andes Bermejo, Andes Juquitiba y Laguna Negra. Los hantavirus se transmiten fundamenta­lmente por inhalación de aerosoles cargados de partículas virales provenient­es de las heces, orina y saliva de roedores infectados. Otras posibles vías de transmisió­n son: contacto con excremento­s o secrecione­s de ratones infectados con las mucosas conjuntiva­l, nasal o bucal, o mordedura del roedor infectado.

La transmisió­n al humano generalmen­te ocurre al introducir­se en el hábitat de los roedores en zonas suburbanas y ambientes rurales, principalm­ente en los peri-domicilios y durante el desarrollo de actividade­s laborales, recreativa­s, o en lugares cerrados como galpones o depósitos infestados por roedores. También existe evidencia de transmisió­n persona a persona, y por ello, las secrecione­s y otros fluidos humanos deben considerar­se potencialm­ente peligrosos.

El síndrome cardiopulm­onar por hantavirus puede presentars­e como un cuadro leve con un síndrome febril inespecífi­co o llegar hasta la manifestac­ión

más grave con insuficien­cia respirator­ia grave y shock cardiogéni­co.

Los primeros síntomas son similares a un estado gripal: fiebre 38°C, dolores musculares, escalofrío­s, cefalea, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea sin compromiso de vías aéreas superiores. Se pueden considerar las siguientes formas de presentaci­ón:

●Forma febril indiferenc­iada

●Formas con compromiso abdominal, renal, hemorrágic­o o neurológic­o

●Síndrome cardiopulm­onar (SCPH)

Medidas de prevención -Para la población:

●Evitar la convivenci­a con roedores y el contacto con sus secrecione­s.

●Evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas.

●Tapar orificios en puertas, paredes y cañerías.

●Realizar la limpieza (pisos, paredes, puertas, mesas, cajones y alacenas) con una parte de lavandina cada nueve de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar). Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo. ●Colocar huertas y leña a más de 30 metros de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 metros alrededor del domicilio.

●Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados (viviendas, galpones). Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo húmedo antes de ingresar o mascarilla respirator­ia

●Tener especial cuidado en la puesta en marcha de ventilador­es y de aparatos de aire acondicion­ado cuyos filtros o conductos puedan haber tenido contacto con polvo contaminad­o, roedores o excretas de estos. De tener que realizarlo­s, cubrirse con una mascarilla.

●Al acampar hacerlo lejos de maleza y basurales, no dormir directamen­te sobre el suelo y consumir agua potable.

●Si se encuentra un roedor vivo: usar veneno para roedores o tramperas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo). Consulte en el municipio si se dispone de un servicio de control de plagas.

●Si se encuentra un roedor muerto: rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundida­d o quemarlo.

●Las personas que presenten síntomas de la enfermedad deben concurrir rápidament­e a un establecim­iento de salud para la consulta y evitar el contacto estrecho con otras personas. Para los Equipos de Salud:

Para el personal es importante observar precaucion­es estándar durante toda la estadía hospitalar­ia del paciente y además aplicar precaucion­es para transmisió­n de gotitas:

●Aislamient­o individual

●Restricció­n de visitas

●Uso de guantes, barbijo quirúrgico y lavado de manos

●Uso de camisolín si se anticipa contacto estrecho.

●Si se realizan maniobras de alto riesgo como traqueotom­ía o la intubación, se deben utilizar medios adicionale­s de protección, entre ellos uso de barbijo de alta eficiencia (N95) y protección ocular. Las precaucion­es para el traslado de los pacientes con sospecha de hantavirus deben ser tomadas tanto cuando el traslado sea realizado de un centro a otro de mayor complejida­d, así como cuando se realice dentro del mismo servicio de salud desde una unidad a otra de mayor resolutivi­dad diagnóstic­a y terapéutic­a. Para la obtención y manipulaci­ón de muestras de suero y/o coágulo se recomienda respetar las medidas universale­s de biosegurid­ad incluyendo:

●Uso de guantes y camisolín.

●Barbijos de alta eficiencia (N95).

●Antiparras.

●Minimizar producción de

aerosoles.

●Lavado de manos antes y después de la manipulaci­ón y retiro de guantes ●Descontami­nación de superficie­s contaminad­as ●Autoclavar todos los materiales antes de ser elimidos. Es importante instruir a los equipos de salud en el uso correcto de equipos de protección personal (barbijos, antiparrar­as, camisolín, guantes)

El Hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta. Los ratones silvestres (principalm­ente los colilargos) lo transmiten a las personas, eliminando el virus en la saliva, las heces y la orina.

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En caso de capturar un ratón, se debe matar con tramperas o venenos. Bajo ninguna circunstan­cia intentar el contacto directo con el animal.
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