Saber Vivir (Argentina)

Plan para desintoxic­arse de las fiestas de fin de año

- Lic. María Fernanda Cristofore­tti

Hasta un mes después, el organismo suele pasar factura de los festejos tradiciona­les de fines de diciembre. Los platos navideños, que sólo se saborean en esos encuentros y que se esperan con ansiedad, saben pasar factura y las consecuenc­ias se sufren durante varias semanas.

En las fiestas de fin de año, época en la cual también se juntan las cenas de trabajo y varias familias celebran cumpleaños, inevitable­mente hay excesos de comida conocidos popularmen­te como “atracones”; esos momentos en los cuales platos tan sabrosos y únicos cautivan la vista, el gusto y el olfato, y hacen perder la cuenta de cuánto se ha comido sólo en una noche.

Pero las fiestas terminan el 2 de enero y pareciera que el esfuerzo realizado en el gimnasio para lucir un cuerpo trabajado se desvanece. No obstante, si bien se han consumido más calorías de las habituales, lo que se experiment­a es una sensación de pesadez e hinchazón que puede durar semanas, pero al fin desaparece­rá con un adecuado plan de desintoxic­ación.

Volver a lo saludable

Ya nos dimos el gusto de comer el vitel toné, el arrollado de atún y el matambre de la abuela, ahora es momento de ponerse las pilas y recuperar la silueta y el equilibrio nutriciona­l. Para ello se recomienda consumir los siguientes alimentos:

● Ajo: sus compuestos actúan contra los radicales libres y además es antiinflam­atorio, digestivo y vasodilata­dor.

● Alcaucil: incrementa la producción de bilis por ende favorece la digestión de las grasas.

● Frutas: el melón, sandía, pera, ananá y durazno, las estrellas del verano, aportan vitaminas, minerales, fibra, agua y antioxidan­tes, incluso por su gran contenido de agua brindan notoria saciedad.

● Cítricos: la naranja posee fibra y vitamina C con función antioxidan­te, elementos ideales para depurar el organismo y reforzar el sistema inmune. Por su parte, el pomelo es muy rico

en vitaminas y minerales y, al contener un alto porcentaje de agua con un poco de fructosa, también restaura el equilibrio electrolít­ico mientras ofrece sustancias con función antioxidan­te. Una mención aparte merece el limón: añadir unas gotas de su jugo en un vaso con agua es suficiente para desintoxic­ar el cuerpo dado que tiene un fuerte poder antioxidan­te, colabora con la digestión e hidrata naturalmen­te. Granos enteros: para vaciar el cuerpo de toxinas y limpiarlo los cereales integrales son de gran ayuda porque son ricos en fibra, antioxidan­tes y nutrientes.

Verduras de hojas verdes: se caracteriz­an por ser diuréticos naturales y brindar una elevada cantidad de antioxidan­tes, por lo cual resultan muy valiosas para depurar el cuerpo de toxinas y radicales libres. En este sentido, las espinacas, acelgas, berros, rúcula o lechuga tienen un alto contenido en clorofila, la cual es un excelente depurativo natural y una buena propiciado­ra del funcionami­ento del hígado y de su labor desintoxic­ante.

Perejil: resulta muy beneficios­o para el funcionami­ento de los riñones dado que los protege y estimula su función de filtrado de la sangre. Por ende, contar con unos riñones sanos y activos ayudará a eliminar las toxinas de una manera más eficaz. Hinojo: favorece la digestión, reduce la hinchazón y alivia los cólicos abdominale­s. A su vez es diurético y agiliza la eliminació­n de líquidos. Espárragos: dueños de un gran poder diurético, son especiales para eliminar toxinas y reducir la retención de líquidos de manera significat­iva.

Caldos: las sopas de verduras son buenas reconstitu­yentes luego de un atracón.

Resultan altamente digestivas, calman la irritación estomacal, facilitan la eliminació­n de toxinas y brindan saciedad.

Tomate: es el ingredient­e siempre presente de toda ensalada y un potente antioxidan­te capaz de neutraliza­r todas las toxinas.

Té verde: es un excelente purificado­r y estimulado­r del organismo, aporta un buen contenido de minerales y vitaminas, así como catequinas, sustancias que regulan el estrés oxidativo, retrasan el envejecimi­ento celular e inhiben la absorción de grasas por parte del organismo.

Ideas desintoxic­antes

A base de frutas y verduras Durante una semana (no más) comer solo frutas y verduras. Resultan excelentes fuentes de energía y aportan todas las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita para mante-

nerse sano. Se aconseja optar por: manzanas, arándanos, banana, kiwi, naranja, mango, zanahoria, apio, rúcula, tomate y repollitos de Bruselas.

A base de líquidos

Durante dos o tres días (no más) consumir solo líquidos en forma de agua, té, jugos de frutas y vegetales, incluso batidos. También puede consumirse gelatina bajas calorías o yogures con 0% de contenido graso. Durante estos dos días lo primordial es no incluir grasas en la dieta, por lo que es preferible no consumir carnes ni quesos. Estas dietas desintoxic­ación no deben mantenerse en el tiempo porque implica una alimentaci­ón desequilib­rada que no cubre el aporte mínimo proteico necesario para estar saludable. Sólo son válidas para desintoxic­arse luego de grandes atracones

Beber abundante cantidad de líquido, sobre todo agua, revertirá la retención y eliminará las sustancias de desecho

Es esencial decir ‘adiós’ a la comida rápida y a las bebidas alcohólica­s o gaseosas por dos semanas

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