Dieta depurativa para pasar el verano
Todos sabemos que es preciso mantener un peso corporal saludable y una alimentación equilibrada los 365 días del año, pero casi todos también recurrimos a búsquedas “milagrosas” para lucir mejor en esta época del año. Aquí dejamos sanas recomendaciones para lograr lo más importante: sentirse bien con uno mismo.
Si
bien muchas personas, en especial las mujeres, pero también muchos hombres, sólo se preocupan y ocupan por bajar de peso durante la primavera -incluso septiembre es el mes del año con mayor número de inscripciones en los gimnasios, según las estadísticas- es preciso mantener un peso corporal saludable los 365 días. En consecuencia, recurren a dietas “milagrosas” con la ilusión de perder peso rápidamente, cuando, en realidad, es muy probable recuperarlo con la misma facilidad. Por ende, el consejo es, además de cuidarse durante todo el año, desarrollar una sana alimentación (que obvie aquellos alimentos que engordan) y realizar actividad física periódica para quemar grasas. Algunas sanas recomendaciones son:
Eliminar de la alimentación diaria el alcohol, los dulces y fritos.
Optar por frutas y verduras, que además de saciar el apetito, hidratan el organismo, gracias a su elevada cantidad de agua. Las más recomendadas son: sandía, melón, durazno, ananá, frutillas, ciruelas y cítricos, y respecto de las verduras, calabaza, alcaucil, tomate, apio y las de hojas verdes.
Preferir carnes blancas (pollo, pescado) a las rojas.
Cocinar y sazonar con aceite de oliva.
Realizar cinco comidas diarias, para agilizar el proceso digestivo. Dar un papel preponderante al desayuno
El primer paso para perder peso es no acumular hambre, y para ello el cuerpo necesita ‘combustible’ cada tres o cuatro horas
(debe constar de una taza de leche o yogur, cereales, tostadas integrales y jugo de frutas). Es importante no saltar ninguna comida. Reducir el tamaño de las porciones y comer de todo, en su justa medida. Sustituir alimentos por aquellos light, como leche descremada o bebidas bajas calorías. Incorporar cereales integrales. Son el combustible básico que utilizan las células para producir energía, y no aportan grasas. Optar por alimentos crudos a cocidos. Los siguientes alimentos son grandes aliados para una buena figura: Manzanas. Una manzana al día disminuye el colesterol malo y produce efecto de saciedad, por su contenido de pectina, un tipo de fibra que, además, se encarga de eliminar toxinas y residuos. Té rojo. Beber de cuatro a seis tazas de este té, diariamente, activa el metabolismo del hígado, lo cual favorece que las grasas se procesen de manera más efectiva. Germen de trigo. Aporta proteínas y vitamina E, y beneficia la pérdida de peso por su contenido de fitoesteroles que evitan que el organismo absorba las grasas. Uvas negras. Combinan dos propiedades: desintoxicación y un elevado poder nutritivo. Peras. Resulta una notable alternativa cuando se apetece algo dulce por la mañana o la tarde. Aportan apenas 100 calorías por porción y sacian rápidamente. Pomelo. El 90% de su contenido es agua, facilita la eliminación de grasas, y a su vez, es un gran desintoxicante.
Preparar la piel
Los primeros días de calor invitan a tirarse en el césped o en la reposera, para broncear el cuerpo y fundamentalmente el rostro, que luce el clásico blanco pálido del invierno. Sin embargo, es preciso exponerse siempre con protector solar (se elegirá aquel acorde a cada tipo de piel) y en los horarios saludables (hasta las 11 a.m. y luego de las 16 p.m.) porque, en caso contrario, es posible que provoque foto envejecimiento cutáneo -arrugas, manchas solares, flacidez cutánea y deshidratación de la piel- hasta quemaduras graves, incluso melanoma, si el daño ha sido acumulativo e irreversible. Asimismo, es esencial preparar la piel del cuerpo con una correcta exfoliación, que le permitirá respirar, desintoxicarse y eliminar impurezas. En este sentido los consejos son: hidratarla y exponerla al sol de forma progresiva, en sesiones cortas, durante los primeros días. Incluso el cuidado no sólo debe ser externo; una sana alimentación que contemple frutas y verduras, y restrinja los carbohidratos y las grasas, será de gran ayuda para que su aspecto luzca saludable. También es importante beber abundante líquido. Algunas nutritivas ideas son: 1 Consumir alimentos que contengan vitamina A. Se destaca por su función de renovar la piel y las mucosas. Se encuentra en los alimentos de origen animal: hígado, huevos y lácteos. El betacaroteno, precursor de la vitamina A en el organismo, abunda en las verduras de hojas verdes y de color rojo-anaranjado (zanahoria, zapallo, tomate) y en ciertas frutas (cerezas, melón, durazno). 2 Incorporar más vitamina B. Este complejo actúa sobre el estado de la piel, el cabello y las mucosas, e interviene en los procesos de renovación celular. Se obtiene de la mayoría de los alimentos
El zinc (propicia la renovación celular, participa en la lucha contra los radicales libres, y favorece el buen estado de la piel y las mucosas, al brindar tonicidad y elasticidad. Se obtiene de: carnes, vísceras, pescados, huevos, cereales integrales y legumbres.
Ponerse en forma
Además de la sana e hipocalórica alimentación, para bajar de peso, y mantenerlo, es necesario realizar actividad física, con el objetivo de quemar la mayor cantidad posible de grasa.
Para ello, en primer lugar, se recomiendan los ejercicios aeróbicos como caminar, trotar, andar en bicicleta o rollers, entre otras actividades. Como complemento, existen los ejercicios anaeróbicos que tonifican y dan forma. En este caso, lo ideal es efectuar series diarias de abdominales, sentadillas o levantar pesas, para fortalecer los diversos músculos del cuerpo ■
Para conseguir un bronceado uniforme y sin excesos, lo ideal es preparar, desde la primavera, la piel con una correcta hidratación, además de moderar la exposición y usar un buen protector