Vida Sana
Siempre supimos que darse baños de mar es bueno para la salud. Lo que pocos sabíamos hasta hoy, es que beber el agua del mar también puede ser beneficioso para el organismo. Especialistas afirman que es tan rica en minerales que, bebida en dosis recomenda
Alivie hipertensión, gastritis y afecciones respiratorias bebiendo agua de mar.
Lo
cierto que este recurso de la naturaleza, el agua de los mares, fue ampliamente estudiada, tanto en sus componentes minerales como en los beneficios que otorga al organismo. Tal como se informa en el libro El agua de mar, de Fundación Aquamaris, escrito por las doctoras María Alejandra Rodríguez Zía y María Teresa Ilari Valentí y el licenciado Mariano Arnal Arnal, ya Hipócrates, padre de la medicina, describió su uso por vía externa en afecciones de la piel, y tratamiento del dolor. Luego, Avicena, Celso y Galeno explicaron las virtudes terapéuticas del mar y lo recomendaron para recuperar la salud perdida. En el siglo XVI, el rey de Francia, Enrique III, recibió tratamientos marinos por consejo de su médico, que consideró los efectos benéficos de los baños marinos como “fortificantes, astringentes, antipiógenos”, entre otros. El primer libro sobre talasoterapia fue escrito en Oxford por el Dr. Richard Russell en 1753, titulado: El uso de agua de mar en las enfermedades de las glándulas. En él describe cómo las personas y en especial los niños que habitaban en los pueblos costeros,
tenían en general mejor salud que los del interior. Por eso recomendó los baños de mar e incluso la ingesta de agua marina, difundiéndose su uso en Gran Bretaña, Francia, Holanda y Alemania. En 1896, René Quinton (Paris, 1866-1925) realizó los primeros experimentos del uso del agua de mar en perros, y en 1897 se aplicó por vía intravenosa y bajo supervisión hospitalaria a un enfermo terminal, que se recuperó totalmente. Quinton demostró en la práctica el poder curativo del agua de mar y salvó miles de vidas al administrársela a pacientes graves en los dispensarios marinos. Actualmente en algunos países como España, y cada vez más países de Hispanoamérica, se ha propuesto el uso culinario de agua de mar como complemento nutricional. En otros países como Japón, se han desarrollado múltiples emprendimientos en torno al agua de mar: entre ellos, su utilización en tratamientos médicos y como excipiente para la fabricación de productos farmacéuticos.
La Dra. María Teresa Ilari Valentí, Especialista en Medicina Interna Directora de la Clínica Santo Domingo en Managua, relata en el libro su valiosa experiencia sobre el uso terapéutico del agua de mar que se aplica en la Clínica Santo Domingo de los Padres Jesuitas de Managua desde 2003. Allí han sido capacitados unos 200 médicos y se han brindado más de 20.000 consultas con tratamiento a base de agua de mar. Según la médica, “el agua de los océanos está compuesta está compuesta en un 96,5% de agua (H2O) y un 3,5% de minerales que, evaporado el 96,5% de H2O, devienen sales”. Contiene, además, cloro, sodio, magnesio, azufre, calcio, potasio, bromo, estroncio, flúor hierro, manganeso, cobre, sílice, yodo y fósforo. “El término “sal común” se aplica a la sal obtenida de las minas en la tierra y a la sal obtenida por desecación en las costas”, dice la médica. Y agrega: “Es necesario aclarar que esta sal, lavada, refinada y aditivada, no tiene nada que ver con el agua de mar cuyo sabor se debe a la combinación de todos los elementos antes mencionados, entre los que predomina por su sabor salado el ion sodio (Na), que en los océanos se encuentra disociado del cloro; son moléculas separadas”.
Cómo beber el agua de mar
El aprendizaje para beber agua de mar debe hacerse poco a poco. Las formas de prepararla y beberla dependerán del fin terapéutico o nutricional que se persiga. La administración de agua de mar por vía oral puede tener estos dos formatos: isotónica o hipertónica.
Agua de mar isotónica: Es el agua de mar que tiene igual salinidad que nuestro cuerpo. Se prepara con tres partes de agua potable y una de agua de mar en un litro. Puede utilizarse como agua de beber, o añadida a los jugos naturales y a las infusiones.
Agua de mar hipertónica: Se llama hipertónica al agua que tiene un nivel o “tono” de salinidad superior al nuestro. El agua de mar hipertónica corresponde al agua de mar pura, sin diluir. Se utiliza como: Regulador del tránsito intestinal. Purgante. Digestivo. Antes de las comidas para reducir el hambre y la ansiedad. Como dentífrico o como enjuagues en la cavidad bucal. En la cocina para salar los alimentos. Para tratamientos tópicos en forma de baño o apósitos.
Aplicaciones curativas
Afecciones respiratorias. El efecto del agua de mar bebida es la regeneración de todos los tejidos; y en este caso, de los del sistema respiratorio. El empleo tópico (baños nasales,
nebulizaciones e inhalaciones) del agua de mar, preferentemente hipertónica, ayuda a desinfectar, cicatrizar, desinflamar y nutrir los órganos y tejidos enfermos. Preparación y dosificación: Poner agua de mar pura en la palma de la mano. Sorberla por las dos fosas nasales, alternativamente, hasta que se sienta el sabor del agua de mar en la garganta. Para hacer efectiva esta alternancia, hay que tapar alternativamente la otra fosa nasal. Si se dispone de una lota o de un jarrón equivalente, no es necesario taparse la otra fosa nasal. El agua entrará por una fosa y saldrá por otra. Uso preventivo: Todos los días por la mañana. Obstrucción nasal crónica: Aplicar 3-5 veces al día hasta observar mejoría. Afecciones gastrointestinales. Estreñimiento: En cada persona el estreñimiento tiene un desarrollo y unas mani-
festaciones distintas, y por consiguiente el abordaje de este problema no puede ser el mismo para todos: hay quien con dos cucharadas de agua de mar hipertónica resuelve el problema, hay quien lo resuelve incluso con agua isotónica, y hay quien necesita el medio litro de agua hipertónica de una vez. A algunas personas les funciona beberla por la mañana y a otras les funciona mejor beberla por la noche, para evacuar por la mañana. Preparación y dosificación: Hay que probar primero con agua isotónica bebida en gran cantidad (de uno a 3 vasos). Dar tiempo a los intestinos para que reaccionen. Si no reaccionan, pasar directamente al agua hipertónica.
Probar primero con un vaso. Y si no funciona, ir a los dos vasos.
Hemorroides, fístulas anales. La región ano-rectal puede estar afectada por dilataciones venosas o hemorroides y por fístulas anales, que suelen ser la consecuencia más dolorosa del estreñimiento crónico. Además del tratamiento descrito para el estreñimiento, en estas afecciones es decisivo el tratamiento tópico, de un alto nivel de eficacia. Preparación y dosificación: Preparar en un recipiente o palangana (o en el bidet) agua de mar hipertónica caliente a unos 40°C (comprobar con el codo que se pueda resistir el calor) y efectuar baños de asiento en sesiones de 20 minutos, de 2 a 3 veces al día. En una semana se empiezan a ver los resultados. Gastritis, úlcera péptica, dispepsia, ardor de estómago, reflujo gastrointestinal, pirosis. Siendo todas ellas manifestaciones de acidez del sistema digestivo, la forma de combatir estos problemas es mediante la alcalinización por medio del agua de mar, que tiene un pH en torno a 8. Preparación y dosificación: Preparar un envase de un litro de agua isotónica (250 cc de agua de mar hipertónica y 750 cc de agua dulce). Ir bebiendo durante todo el día a demanda del paladar. Si no fuese eficaz el agua isotónica, recurrir a la hipertónica (nunca más de 500 cc al día), bebiéndola a pequeños tragos para mantener impregnadas el mayor tiempo posible las zonas afectadas. Para ardor de estómago y digestiones
difíciles, es muy eficaz tomar uno o dos vasitos de agua de mar después de las comidas. Actúa igual que las bebidas digestivas, pero con la ventaja de que además de resolver el problema momentáneo, ayudan a recomponer el sistema digestivo
Acné. Preparar agua de mar hipertónica bien caliente pero que la resista el codo (40°C). Aplicar con un algodón en cada forúnculo, procurando mantener esa zona caliente durante unos minutos, para que penetre el agua y llegue a las bacterias. Cuanto más tiempo esté aplicada el agua de mar caliente a los forúnculos, tanto más eficaz será el tratamiento. Persistir en el tratamiento hasta que se resuelva el problema.
Hipertensión arterial y cardiopatías. Es de dominio común, la contraindicación de la sal para la hipertensión arterial y las cardiopatías. Eso es cierto para la sal común (refinada), que es la de mayor consumo. El principal problema que presenta esta sal, no es el exceso de sodio (al que se señala como causante de la hipertensión), sino el desequilibrio entre este mineral y los demás, que están naturalmente presentes en la sal marina sin refinar, y por supuesto en el agua de mar. Por consiguiente, cuando los médicos y la OMS recomiendan reducir el consumo de sal por su incidencia en las patologías cardiovasculares, hay que entender que eso es válido únicamente para la sal refinada, que está totalmente desequilibrada y carente de minerales. Porque efectivamente, lo que perjudica de esa sal es su tremendo desequilibrio mineral. En cambio, el agua de mar provee minerales que restauran el metabolismo de la circulación. Preparación y dosificación: Es indistinto beberla hipertónica o isotónica. La ventaja de la isotónica es que el paladar la reconoce como propia y nos guía con absoluta precisión en cuanto a la cantidad que necesita el cuerpo. Tomar en dosis fraccionadas agua isotónica (75% agua dulce, 25% agua de mar) a demanda del paladar, hasta un máximo de 2 litros diarios (su contenido en agua de mar es de medio litro).
Aftas bucales y caries dental. En la especialidad odontológica, el agua de mar es un auxiliar tan efectivo como las mejores pastas dentales y los mejores colutorios. Como prevención es suficiente lavarse los dientes con agua de mar hipertónica después de cada comida, y realizar enjuagues bucales también con agua de mar sin rebajar. En caso de crisis (piorrea, gingivitis, inflamaciones, aftas e infecciones), el recurso es el enjuague oral con agua de mar hipertónica, repetido a lo largo del día tantas veces como sea necesario