Nutrición
Verde, naranja, amarillo y rojo:
Verde, naranja, amarillo y rojo: los colores de las frutas y verduras que aseguran el mejor bronceado. Plan para desintoxicarse de las fiestas de fin de año.
Conseguir un bronceado seguro y parejo a veces resulta peligroso, según la hora en la que nos expongamos al sol y el factor de protección que utilicemos. Pero existen alimentos que contienen nutrientes que protegen e hidratan la piel y que, a su vez, poseen una capacidad autobronceadora por su alto contenido de betacarotenos. Reconózcalos según sus colores.
Los
carotenos son conocidos porque favorecen la síntesis de melanina, ese pigmento de color que da lugar al bronceado y que actúa de filtro natural de los rayos ultravioleta. En los alimentos que consumimos, están presentes alrededor de 20 carotenos diferentes, siendo el betacaroteno el más conocido que, además de ser un precursor de la vitamina A,
cumple la función de intervenir en la síntesis de la mielina. Los alimentos más ricos en betacaroteno son las frutas y las hortalizas de color verde, naranja, amarillo y rojo.
En este sentido, el alimento más conocido por su alto contenido de betacarotenos es la zanahoria, denominada la “hortaliza bronceadora”, cualidad que han tomado varias de las compañías de estética para fabricar sus productos y cremas autobronceantes. Se recomienda ingerir este alimento varios días previos a la exposición solar, porque brinda protección frente a los rayos y activa la creación de melanina, la sustancia que da color a la piel.
Otros alimentos que contienen betacarotenos son: la calabaza, el tomate, el brócoli, la espinaca, la acelga, la lechuga, el perejil, el pepino, el pimiento, el kiwi y el espárrago. Dentro de las frutas podemos mencionar: el durazno, el pomelo, las fresas, el melón y las cerezas. También los frutos secos son muy buenos para broncear la piel, incluidas las pipas de girasol y las de calabaza.
No obstante, otros alimentos que debemos incorporar en la alimentación diaria para que nuestra piel adquiera un bronceado perfecto, sano y natural son los huevos –que también son excelentes por su elevado contenido de hierro-, los mariscos, las almejas, el maíz y el aceite de oliva. Por su parte, los alimentos ricos en vitamina E y B, como el pescado y las legumbres, evitan la deshidratación y la descamación de la piel, y ayudan a fijar y prolongar el bronceado.
Minerales que dan color
Dentro de los minerales, el hierro ayuda a producir hemoglobina, el pigmento que da color a la sangre y que facilita el transporte de oxígeno a la piel. Cuando su producción es baja, la epidermis adquiere tono azulado. Este importantísimo mineral lo encontramos en el hígado, la carne, las legumbres, las frutas secas, las verduras de hojas verdes, y también en los mariscos.
A su vez, el zinc presente en las semillas de calabaza, los huevos, el germen de trigo y la levadura de cerveza, es el responsable de lograr ese tono dorado tan deseado, que favorece la formación de nuevas proteínas y permite lucir un color bronceado en todo su esplendor.
Vitaminas para el verano
La vitamina A (retinol y betacaroteno), al estimular la producción de melanina, prepara la piel para la exposición al sol, facilitando un bronceado natural a la vez que previene las