PESO SANO
Una de las mejores cosas que pueden hacerse es alcanzar un peso sano y mantenerlo. El peso marca una gran diferencia en la presión arterial, porque cada kilo que uno aumenta equivale a 8 kilómetros más de vasos sanguíneos por los que el corazón debe bombear sangre. A fin de cumplir con esa demanda adicional, el corazón trabaja más y, a medida que lo hace, la presión arterial sube ■
aumento en los trastornos cardiovasculares. No obstante, estas son solamente asociaciones. Algunos artículos no médicos pueden interpretar esos resultados como que las gaseosas dietéticas, de alguna manera, provocan esas enfermedades; pero este tipo de investigación no precisa la causa de los trastornos, sino que solo identifica los factores que pueden relacionarse con ellos.
Cambie sus hábitos
Pese a que cambiar sus hábitos de consumo de gaseosas dietéticas tal vez no repercuta sobre su presión arterial, implementar otros cambios en su estilo de vida sí puede hacer una diferencia. Por ejemplo, ingiera una alimentación sana con bajo contenido de sal y con muchas frutas, verduras, cereales integrales, aves de corral, pescado y lácteos de bajo contenido graso; haga ejercicio regularmente; alcance un peso sano y manténgalo; si consume alcohol, hágalo con moderación, lo que significa máximo una bebida alcohólica diaria para las mujeres de toda edad y los hombres de más de 65 años y máximo dos bebidas diarias para los hombres de 65 años o menos; controle el estrés de forma sana, y no fume. Todas esas medidas pueden ayudar a controlar la presión arterial. Sin embargo, hay ocasiones en que los cambios en el estilo de vida por sí solos no bastan y es necesario administrar medicamentos para mantener a la presión arterial en un nivel sano. Converse con el médico acerca de las alternativas de tratamiento para la presión arterial que son adecuadas para usted.
¿Cuándo es presión alta?
La presión arterial es la medida de la resistencia que enfrenta la circulación sanguínea en todas las arterias y se registra con dos cifras: una superior y otra inferior. La cifra superior se conoce como presión sistólica y corresponde a la presión existente en las arterias cuando el corazón late; mientras que la cifra inferior es la presión diastólica, o sea la presión existente en las arterias cuando el corazón descansa entre uno y otro latido. Por lo general, se habla de presión arterial alta cuando la cifra superior está sobre 140 o la inferior supera de 85. Estos valores pueden derivar en problemas médicos graves, tales como trastornos renales, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca, entre otros.
A fin de mantener controlada la presión arterial, a menudo se recurre a medicamentos. Sin embargo, eso podría no ser necesario para todos los que padecen de hipertensión. Se calcula que de quienes actualmente toman medicamentos para la presión arterial en los Estados Unidos, por lo menos el 25 por ciento podría no requerirlos si hiciese algunos cambios en su estilo de vida. Una de las mejores cosas que pueden hacerse es alcanzar un peso sano y mantenerlo. El peso marca una gran diferencia en la presión arterial porque cada kilo que uno aumenta equivale a 8 kilómetros más de vasos sanguíneos por los que el corazón debe bombear sangre. A fin de cumplir con esa demanda adicional, el corazón trabaja más y a medida que lo hace, la presión arterial sube. La presión arterial baja cuando se pierde peso, aunque solo sean pocos kilos ■
Hay ocasiones en que los cambios en el estilo de vida por sí solos no bastan y es necesario administrar medicamentos para mantener a la presión arterial en un nivel sano. Converse con el médico acerca de las alternativas de tratamientos que son adecuadas para usted.