Cómo frenar la contaminación lumínica y sonora
Mientras la introducción de luz artificial produce una degradación de los ecosistemas, el exceso de sonido altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. Cuáles son las consecuencias y cómo actuar a futuro
La falta de inteligencia en el diseño de las instalaciones de alumbrado, que muchas veces exceden la potencia requerida, conlleva un gasto energético innecesario.
La
contaminación lumínica y sonora son dos temas muy estudiados en la actualidad por las alteraciones que producen tanto en el ecosistema como en la calidad de vida de las personas al generar consecuencias, en algunos casos, irreparables.
Contaminación lumínica
Se define como la emisión de flujo luminoso en intensidades, direcciones, horarios o rangos espectrales innecesarios para la realización de actividades de la zona donde las luces estén instaladas. Un ineficiente y un mal diseño del alumbrado exterior, el uso de proyectores láser o la falta de regulación del horario de apagado de iluminaciones publicitarias son factores que generan este problema cada vez más extendido. Su manifestación más evidente es el aumento del brillo del cielo nocturno (por reflexión y difusión de la luz en los gases y partículas del aire), de modo que se altera su calidad y condiciones naturales, incluso con la posibilidad de hacer desaparecer estrellas y demás objetos celestes. Obviamente el empleo de alumbrado exterior es un gran logro que permite desarrollar múltiples actividades durante la noche, pero es fundamental iluminar de forma adecuada para evitar la emisión de luz directa al cielo y emplear la cantidad estrictamente necesaria para prevenir la contaminación lumínica. En este sentido, toda luz enviada lateralmente, hacia arriba o hacia los espacios donde no es necesaria, no proporciona seguridad ni visibilidad, sino que implica un despilfarro de energía y dinero, incluso genera efectos adversos sobre el medio ambiente. Paralelamente, en la búsqueda de una mayor eficiencia energética, han surgido las luces LED en reemplazo de las lamparitas convencionales, dado que consumen menos. Sin embargo, ciertos especialistas afirman que esta tendencia si bien implica usar menor cantidad de energía para generar luz artificial, cada vez se usan más luces LED por ser más económicas con lo cual, en consecuencia, las áreas iluminadas han crecido exponencialmente.
Diferentes tipos
La contaminación lumínica se clasifica de la siguiente manera:
●Difusió■ de luz artificial proyectada al cielo: cuando los faroles se enfocan hacia el cielo se dispersa gran cantidad de luz que provoca que la emitida por los astros disminuya. Esto afecta el ecosistema y genera problemas en los observatorios astronómicos.
●Luz invasiva: la iluminación externa de calles, avenidas y zonas urbanas, al no estar enfocada directamente hacia el suelo o al usarse en faroles muy altos, tiende a entrar por las ventanas de las casas. ●Deslumbramiento: la iluminación excesiva o súbimigración. ta produce dificultad en la visión de peatones, conductores y animales.
●Iluminación abundante: refiere a los espacios que tienen muchas iluminaciones de distintas intensidades.
Consecuencias para la salud
Como se señaló anteriormente, la contaminación lumínica refiere tanto a la introducción de luz artificial que produce una degradación de los ecosistemas o el estado natural, así como a aquella se instala en lugares, formas y horarios innecesarios. Básicamente las consecuencias son: ●Desperdicio de energía y
dinero. ●Deslumbramiento de los conductores y peatones en la vía pública que notan su visibilidad dificultada o imposibilitada por el efecto de la luz emitida por instalaciones de iluminación artificial lo cual favorece la probabilidad de accidentes.
●La entrada de luz artificial exterior en los hogares provoca pérdida de calidad de vida y alteraciones del sueño.
●Contribución al cambio climático y a la generación de residuos durante la producción de ese exceso de energía.
●Efectos contaminantes ocasionados por los residuos tóxicos de las lámparas usadas.
●Alteración en los ciclos de diversas especies animales en relación a sus ritos de apareamiento, alimentación y Por ejemplo, una iluminación indiscriminada de las playas supone una agresión para la vida marina o el deslumbramiento provoca gran desorientación en los ciclos de las aves o confunden a los animales migratorios. ●Pérdida de la visibilidad del cielo nocturno.
Manos a la obra
Para reducir los efectos de la contaminación lumínica, sin que ello signifique disminuir la visibilidad y vivir en la oscuridad, algunas propuestas son:
●Encender la iluminación de fachadas y monumentos sólo durante ciertas horas. La luz debe ir de arriba hacia abajo, y no al revés.
●Utilizar diseños con pantallas que eviten la dispersión de luz hacia arriba.
●Ubicar las luces evitando obstáculos, como las ramas de los árboles, que impiden la adecuada iluminación de las calles. ●Optar por lámparas de vapor de sodio de baja o alta presión que son menos contaminantes y más eficientes.
●Procurar realizar las actividades cotidianas durante el día para disminuir la presión ocular y tener una mejor visualización sin utilizar la luz artificial.
●Evitar el uso de cañones de luz o láser al cielo.
Contaminación sonora
También conocida como contaminación acústica, refiere al exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. Si bien el ruido no se acumula, traslada o mantiene en el tiempo como las otras contaminaciones, también puede