Problemas sexuales femeninos ¿Cuáles son los más frecuentes?
Falta de deseo, dolores, dificultades para llegar al orgasmo… Los problemas de la sexualidad femenina son numerosos, y algunas tienen causas físicas y otros emocionales.
ANAFRODISIA
Es la falta constante de deseo sexual o libido, se observa frecuentemente en las mujeres menopáusicas, principalmente por carencia de hormonas sexuales. Esto no ocurre en el 100% de las mujeres, sino solo en aquellas en que la dosis de hormona sexual cayó totalmente. La anafrodisia en la menopausia también puede deberse al dolor en la relación sexual por sequedad vaginal. Esto es totalmente reversible con tratamientos locales de hormonas como el estriol, que no afecta el útero, pero que sí regenera la mucosa vaginal.
La libido depende, tanto en hombres como mujeres, de un neuro transmisor cerebral llamado dopamina. Esta sustancia es la que nos da ganas de disfrutar de la vida y hasta nos puede hacer sentir euforia, por lo cual, para iniciar la buena sexualidad, resulta una sustancia fundamental en nuestro cerebro.
La falta de dopamina es la consecuencia, muchas veces, de la carencia de un nutriente llamado fenilalanina. Las personas que carecen de dopamina se sienten con falta de voluntad y alegría, y, por lo tanto, no tienen interés sexual.
La falta leve de dopamina puede sospecharse en personas que sienten cansancio crónico, e impresionan depresivas.
Otra causa de anafrodisia es la ausencia de testosterona, la molécula que sale del testículo en los hombres y de la glándula y de los ovarios en las mujeres. La testosterona es la mediadora en el cuerpo de la libido sexual. Sería la transmisora de la orden que da la dopamina a cada una de las células de nuestro cuerpo, generando los signos típicos del deseo sexual. Sin testosterona una persona puede tener pensamientos y deseos sexuales, pero no los podrá llevar a la realidad. Las causas de la anafrodisia, en la mayoría de los casos, son psicológicas, ya sea por una mala relación de pareja (el maltrato subjetivo borra cualquier deseo sexual), o por problemas personales (familiares, laborales, etc) que encierran a la persona en un sufrimiento crónico, por el cual no puede despertar ningún deseo sexual.
En el envejecimiento, tanto de hombres como de mujeres, existe un proceso natural de disminución de la libido sexual o anafrodisia, que se debe a la disminución de las hormonas sexuales, especialmente la testosterona. En la actualidad, casi todos los pacientes que sufren este
problema pueden encontrar una solución. Desde la psicoterapia, el reemplazo hormonal y/o la normalización de la química cerebral lograran la recuperación de la libido a cualquier edad.
VAGINISMO
Se trata de una contracción de la musculatura vaginal que puede causar dolor en una relación sexual. La falta de la relajación de la musculatura vaginal tiene siempre un origen psicológico, muchas veces inconsciente. Es una situación difícil de revertir, pero no imposible. Al igual que la anafrodisia su tratamiento será una combinación de psicoterapia con la necesaria normalización de la química cerebral. En una mujer joven es mejor en estos casos no comenzar con psicofármacos sino realizar un tratamiento con sustancias naturales que pueden ayudarla en el camino de la terapia, logrando el éxito y no siendo dependiente de las drogas.
ANORGASMIA
Es la falta del reflejo orgásmico, más frecuente en mujeres que en hombres. El reflejo del orgasmo lo podemos comparar con cualquier reflejo de nuestro cuerpo, como el famoso reflejo rotuliano de la rodilla. Todo reflejo consta de la entrada de un estímulo, y en el caso de la rodilla es el golpe en un tendón. Este estimulo recorre fibras nerviosas sensitivas hasta la medula espinal. Desde allí, sale otra fibra nerviosa motora que llega a los músculos cuádriceps en el muslo y produce, en forma involuntaria el movimiento de la pierna. El reflejo del orgasmo tiene el mismo recorrido, primero hay una entrada de estímulos sensitivos y, luego, una salida motora para producir contracciones musculares involuntarias.
El sistema nervioso de todos los mamíferos, incluido el hombre, es una unidad. Por esta razón todos los reflejos involuntarios, como el orgasmo, pueden ser anulados desde la corteza cerebral. Esto es lo que ocurre en la anorgasmia.
La mayoría de los pacientes que sufren de anorgasmia son mujeres que han tenido experiencias sexuales muy negativas, o una educación sexual extremadamente represiva. Esto hace que desde la mente de estas personas, aunque tengan relaciones sexuales, se produzca la inhibición del orgasmo por ideas negativas, inconscientes de su sexualidad. La anorgasmia en personas que no tienen ninguna patología del aparato reproductor, es totalmente reversible por medio de tratamientos de psicoterapia.
DISPAREUNIA
La dispareunia consiste en la sensación de dolor genital durante el acto sexual. Afecta a ambos sexos, pero es más común en las mujeres. El dolor durante el acto sexual puede ocurrir antes o después del mismo, y puede ser superficial o profundo. Alcanza hasta al 50% de las mujeres con vida sexual activa, al menos de manera ocasional.
Los tipos de dispareunia pueden clasificarse en: Primarias: cuando ocurre desde las primeras relaciones sexuales Secundarias: las que ocurren luego de relaciones sexuales normales, y a partir de determinada época pasan a causar disconfort en la misma. Situacionales: las que ocurren, por ejemplo, en una relación totalmente inesperada, sin que haya una preparación psicológica previa, o en aquellas donde la persona sufre un problema circunstancial que lo lleva a la falta de respuesta fisiológica. Los casos más graves de dispareunia son aquellos donde se presenta de manera generalizada, haciendo imposible cualquier tipo de penetración.
También existen factores orgánicos que pueden causar dispareunia, como las infecciones genitales, muy frecuentes en mujeres. Luego hay causas de orden psicológicas, creencias morales y religiosas muy profundas, miedos y tabúes en relación a la vida sexual, falta de deseo con la pareja determinada, y muy comúnmente falta de información sobre los pasos que hay que dar para el desarrollo de la sexualidad.
Por todo lo expuesto, es primordial realizar un examen físico para detectar los factores orgánicos e identificar las áreas dolorosas, las alteraciones anatómicas o lesiones vulgares. Luego se debe identificar la causa.
No se recomienda el uso de los lubricantes artificiales como vaselina, porque pueden causar problemas de irritación, pero sí se recomienda el tratamiento natural de lubricación vaginal con estriol. Y siempre, pero siempre, la correcta orientación psicológica