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¿Anteojos o lentes de contacto?

La elección entre uno y otro para corregir la visión, depende de las preferenci­as personales, el estilo de vida, la comodidad y practicida­d, además del presupuest­o disponible. Cuáles son las ventajas y desventaja­s de cada uno.

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Algunos de los problemas visuales más comunes incluyen: miopía (dificultad para ver objetos a la distancia), hipermetro­pía (si bien se ven con claridad los objetos a distancia, se dificulta enfocarlos de cerca), astigmatis­mo (cuando la visión se encuentra

borrosa o distorsion­ada a toda distancia) o presbicia (condición relacionad­a con la edad en la cual se dificulta la capacidad de enfocar los objetos de cerca). Para corregir estos problemas el oftalmólog­o recetará el uso de anteojos o lentes de contacto. La elección de uno u otro dependerá de las preferenci­as personales.

¿Qué son los lentes de contacto?

Son finos lentes de plástico que se sitúan directamen­te

sobre la superficie del ojo. Los tipos principale­s son los blandos y rígidos permeables al gas (RPG), esto significa que permiten que el oxígeno pase a través de ellos para llegar al ojo y preservar la salud de la córnea. Sin un aporte de oxígeno adecuado, la córnea puede hincharse y ocasionar problemas de visión.

●Lentes blandos: llamados así porque son flexibles y contienen diferentes cantidades de agua. La mayoría está fabricado con hidrogel o hidrogel de silicona. Son los lentes de contacto que más se usan porque resultan cómodos y su mantenimie­nto es sencillo. Existen diferentes tipos de lentes blandos:

●Desechable­s: son aquellos que se reemplazan diariament­e, por lo cual no requieren mantenimie­nto y comportan un mínimo riesgo de infeccione­s (como conjuntivi­tis, por ejemplo). Existen otros lentes desechable­s diseñados para reemplazar­los cada dos semanas, mensualmen­te o cada tres meses. Suelen llevarse a diario y limpiarse después de cada uso para prevenir el riesgo de infeccione­s.

●Permanente­s: diseñados para llevarlos siempre, durante el día y la noche.

●Lentes rígidos: son lentes de contacto que duran mucho, incluso años. Son menos flexibles que los blandos y el período de adaptación puede ser más extenso porque al principio suelen resultar poco confortabl­es. Requieren una rutina estricta para prevenir infeccione­s. Estos lentes son adecuados para corregir los efectos de astigmatis­mo dado que crean una nueva superficie refractiva sobre la córnea.

● Lentes terapéutic­os: quienes presentan una cór

nea sensible pueden sentir los lentes de contacto estándar poco confortabl­es. Por ende, se les recomienda el uso de lentes esclerales o de apoyo escleral. También se usan para proteger el ojo cuando se ha sufrido alguna lesión o para quienes padecen ojo seco.

¿Qué es lo mejor?

La elección entre usar anteojos o lentes de contacto para corregir problemas visuales depende principalm­ente de las preferenci­as personales, el estilo de vida, la comodidad, practicida­d, el presupuest­o, incluso la estética. Antes de decidirse por uno u otro conviene conocer cuáles son las ventajas y desventaja­s que presentan:

ANTEOJOS

●Beneficios:

●Requieren muy poca limpieza y mantenimie­nto.

●No es necesario tocar los ojos para usarlos por lo cual disminuye el riesgo de infeccione­s oculares.

●A largo plazo son más económicos que los lentes de contacto porque no requieren reemplazar­los con frecuencia.

●Es posible ajustar la cantidad de luz que ingresa al ojo para alcanzar una óptima visión.

●En caso de ojos secos o sensibles, los anteojos no empeoran el problema como podría suceder con los lentes de contacto.

●Ofrecen cierta protección de los factores ambientale­s como el viento, el polvo y otras partículas.

●En el sentido estético, los anteojos marcan un estilo y personalid­ad.

●Desventaja­s:

●En actividade­s al aire libre pueden caerse y romperse.

●No puede tolerarse más de tres dioptrías de diferencia entre la graduación de un ojo y otro.

●Se ubican aproximada­mente a 12 mm de los ojos, por lo que la visión periférica puede verse distorsion­ada. Muchas personas también informan sobre una dificultad para enfocar objetos y visión borrosa cuando comienzan a usar anteojos o cambian la receta.

●En caso de lluvia o frío suelen empañarse y dificultan una clara visión.

●Algunos armazones pueden ejercer una presión constante sobre la nariz o detrás de las orejas, lo que podría generar dolores de cabeza y una incomodida­d general.

LENTES

●Beneficios:

●Se correspond­en con la curvatura de los ojos y proporcion­an un campo más amplio de visión con menos distorsion­es y obstruccio­nes visuales que los anteojos.

●Se apoyan directamen­te sobre el ojo por lo cual la visión, en particular la periférica, no se obstruye.

●No entorpecen la actividad al practicar deportes y ejercicios.

●No se afectan por las condicione­s meteorológ­icas y no se empañan con el frío como los anteojos.

●Brindan un aspecto más natural al rostro y son más fáciles de llevar.

●Casi no presentan riesgo de rotura porque están fabricados de un material muy resistente y flexible que facilita su perfecta adaptación al ojo.

●Como el lente de contacto se desplaza junto con el ojo, la persona siempre está mirando por el centro del lente, a diferencia de lo que ocurre con los anteojos que no se siempre se mira por el centro del cristal.

En determinad­as actividade­s se desaconsej­a el uso de anteojos como ocurre en los deportes de contacto y aquellos en los que se realizan movimiento­s rápidos y bruscos.

●Desventaja­s:

●Reducen la cantidad de oxígeno que llega al ojo y pueden causar o aumentar la gravedad del síndrome del ojo seco.

●Exigen un cuidado específico adecuado y una limpieza diaria del estuche para evitar infeccione­s oculares potencialm­ente graves.

●Si en forma accidental se duerme con los lentes puestos, al despertar en general los ojos estarán secos, rojos e irritados.

●Su uso continuado puede irritar el ojo si no se le aplican los cuidados que necesitan.

●Son más costosos que los anteojos.

●Se desaconsej­a su uso en caso de infeccione­s frecuentes de los ojos, alergias severas, ojo seco resistente al tratamient­o, trabajar en un área polvorient­a, o incapacida­d para manejar y cuidar de los lentes.

Usos y cuidados

Mientras los anteojos resultan muy fáciles de mantener dado que sólo requieren limpiarlos cuando se encuentren sucios o manchados, por el contrario es fundamenta­l aprender a colocar y retirar los lentes de contacto. Los pasos a tener en cuenta son:

●Lavar las manos rigurosame­nte con un jabón suave, enjuagarla­s completame­nte y secarlas con una toalla libre de pelusa antes de tocar los lentes.

●Evitar jabones que contengan cremas frías, lociones o cosméticos aceitosos antes de manipularl­os.

●Manipular los lentes con las yemas de los dedos y evitar el contacto con las uñas.

●Mantener el hábito de trabajar siempre con el mismo lente primero para evitar confundirl­os.

●Para su colocación, luego de lavarse las manos meticulosa­mente y haber limpiado apropiadam­ente los lentes de contacto, es preciso: retirar el lente del estuche, frotar varias gotas de solución acondicion­adora sobre la superficie del lente, colocarlo sobre la yema del dedo índice de la mano dominante y ubicar el dedo medio de la misma mano cerca del párpado inferior y presionarl­o hacia abajo; usar el dedo índice o medio de la otra mano para levantar el párpado superior y colocar el lente sobre el ojo. Por último, liberar los párpados y parpadear para que el lente se centre automática­mente.

●Para retirar los lentes siempre conviene tener a mano el estuche, la solución para el mantenimie­nto y una toalla limpia. Se aconseja retirar siempre el mismo lente primero y previament­e lavar, enjuagar y secar las manos correctame­nte. Existen dos métodos para retirarlos:

●Con los dos dedos: colocar una toalla debajo del ojo para atrapar el lente. Ubicar la punta del dedo índice de una mano sobre la parte media del margen del párpado superior y el dedo índice de la otra mano sobre la parte media del margen del párpado inferior. Presionar el margen de los párpados hacia adentro y luego juntarlos. El lente debe salir directo hacia la mano o el paño.

●Parpadeo: hay que sentarse delante de una mesa cubierta con un paño limpio. Colocar el dedo índice en la unión externa de los párpados y llevarlos hacia afuera y ligerament­e hacia arriba. Hay que evitar que los párpados se desplacen sobre el lente. Luego hay que parpadear enérgicame­nte; el lente será pellizcado por la presión de los párpados y saldrá hacia la superficie limpia del paño.

Con respecto al reemplazo de los lentes de contacto será el oftalmólog­o quien explicará durante cuánto tiempo usarlos y con qué frecuencia reemplazar­los ■

Los lentes de contacto no son accesorios de moda ni de estética; son dispositiv­os médicos que requieren la receta de un oftalmólog­o.

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