La dieta china de la salud perfecta
Las ventajas son múltiples: previene enfermedades, corrige patologías y mejora los estados emocionales negativos, que en MTC están íntimamente relacionados a los desequilibrios de los órganos.
Una lista para elegir
Comidas muy yang: son calientes, tonifican, dan calor y movilizan la energía. Pollo, cerdo, carne de vaca, morcilla, chorizos, horneados o a la parrilla, pan, huevos, sal, atún en lata, salsa de soja.
Comidas ligeramente Yang: son templados, tonifican y equilibran. Sopas de fideos o arroz, pan de cereales, legumbres, cereal integral cocido, galletitas.
Comidas equilibradas: agua, arroz
integral, verduras y frutas de clima templado.
Comidas ligeramente yin: refrescan, tonifican, hidratan y calman la mente. Verduras y hortalizas cocidas (las más recomendables el puerro, las zanahorias, la cebolla, hierbas aromáticas, productos de soja como tofu o seitán, mayonesa, hierbas aromáticas, algas, lácteos blandos.
Comidas muy yin: enfrían, dispersan el calor. Vino, cerveza, (por la fermentación) café, papas, espárragos, pimientos, gaseosas y postres, dulces en general.
Identikit de los tipos
Así como los alimentos son más yin o más yang y eso puede modificarse en parte, con las personas pasa lo mismo. Tenemos una constitución más yin o yang, lo que nos da un cierto carácter, tendencia a enfermedades y gustos determinados. Con la alimentación podemos equilibrar, corregir excesos y no agravar problemas de salud. Las personas con mucho yang son corpulentas, hiperactivas, con piel de color rojizo, acostumbran a tener calor y comen y beben en exceso. Son propensas a enfermedades como hipertensión, migraña e insomnio, ira expresada o reprimida.
Las personas con poco yang, por su parte, son delgadas, con voz suave y baja, de aspecto cansado y pálido, tienen frío y su tendencia es a cronificar enfermedades, sobre todo en invierno: inflamaciones, faringitis, amigdalitis, bronquitis, asma, cefaleas y estreñimiento.
Los individuos con exceso de yin suelen ser obesos, padecen retención de líquidos, tienen las extremidades siempre frías, su movimiento es lento, suelen estar cansadas y necesitan dormir bastante. Tienen tendencia al pesimismo y, por lo tanto, son candidatos a sufrir depresiones, hipotiroidismo, hipotensión e hipoglucemias. Los individuos con un yin bajo, en cambio, son delgados, de tez oscura y piel seca, y de cuerpo caliente, aunque la temperatura corporal la tengan baja. No suelen enfermar mucho, pero cuando lo hacen su tendencia es a hacer crónicas las patologías. Son pesimistas, melancólicos, impacientes e inseguros. Son candidatos a patologías como lumbalgias, ciáticas, cálculos de riñón y problemas digestivos (digestiones lentas y pesadas). Enseguida se sienten “llenos”, pero comen seguido.
Los sí y no de la dieta
Ante un exceso de yang, se deben evitar alimentos como manteca, crema, productos cárnicos, carnes curadas, huevos duros, quesos grasos, pastelería, pastas (espaguetis, macarrones…), ajo, cebolla, jengibre, apio, pimienta negra, curry y frutos secos. Para hacer subir el yin, lo que colabora a bajar el yang también, se usan alimentos como berenjenas, remolacha, pepino, espinacas, ensaladas, champiñones, leche de vaca, huevos, pescado de río, cangrejo, camarones, codornices, limones, higos, mandarinas, papayas, peras, manzanas, mango, melones y pomelos.
Si hay exceso de yin se deben evitar alimentos como cebolla, ajo, jengibre, clavo, zanahoria, apio, hinojo, productos cárnicos como la ternera, el cordero y el pollo, trigo, mijo, castañas, frutos secos, cerezas e higos (algunos coinciden con el listado anterior, porque empeoran el exceso de yin).
Para aumentar el yang, lo que favorece que el yin disminuya, se recomiendan alimentos como ajo, cebollino, canela, cilantro, berenjena, zanahoria, apio y repollo cocidos, calabaza, espinacas, puerros, patatas, avena, cacahuetes, trigo, maíz, arroz, soja, mijo, leche, miel, mariscos, frutos secos, cerveza, huevos, hígado. Son alimentos que harán que la energía se ponga en movimiento