¡Cómo reconocer a los niños índigo o cristal?
Siempre escuchamos a las abuelas asombradas decir que “estos chicos vienen muy evolucionados o son muy inteligentes comparándolos con generaciones anteriores”. No es un chiste, es la verdad. Desde hace años vienen encarnando seres con personalidades que desde la primera infancia manifiestan dones extraordinarios.
Cuando comenzaron a llegar los niños índigo no eran tantos, pero se multiplicaron a partir de los años 70 y 80, donde fueron un verdadero boom. Estos que ahora son adultos abrieron el camino con su temperamento auténtico. Ya de pequeños no soportaban la manipulación ni la deshonestidad y rechazaban la autoridad creada a través de la culpa o el temor. Eso los transformaba en verdaderos rebeldes que lograron, con su manera de ver la vida, cambios en la educación. Pedían cosas rarísimas para la época: ser tratados respetuosamente como individuos de la comunidad y que ese trato, sin importar la edad, fuera reflexivo y participativo, es decir, que su palabra fuera tenida en cuenta. Así, lentamente estos guerreros trajeron un cambio de conciencia planetaria, tiraron algunas estructuras y normas que fueron quedando muy viejas y caducas, y facilitaron la creación de otras nuevas. Cerca del año 2000 comenzaron a llegar los niños Cristal, ya tenían muchas cosas facilitadas por la generación anterior y podían manifestar el poder del amor y de la compasión. Con sus grandes ojos penetrantes, miran el mundo con serenidad. Poseen una gran capacidad afectiva que les permite sentirse muy conectados con los demás y por eso, a menudo, se involucran pacíficamente en reclamar todo tipo de cuestiones por otras personas o por el medio ambiente. Conectan profundamente con la energía de la naturaleza y a veces se molestan en espacios cerrados o con mucha gente. Disfrutan de estar solos y en tranquilidad.
Más allá de si son índigo o cristal, estas almas vienen a cambiar el mundo, cada grupo con una cualidad distinta pero fuertemente marcada. Por eso, si tenemos uno en casa podemos ayudarlo a desplegar su energía y estimularlos en su misión. Los índigo siempre califican como “niños problema” ya que no encajan en las normas establecidas. Su misión sanadora tiene que ver con cambiar estructuras en los distintos sistemas, roles familiares, formas de gobierno, valores sociales y demás y hacerlas más dignas, más reales y cercanas al ser individual. Aun siendo tan guerreros necesitan estructura y sostén, todo lo que les aporte verdad y responsabilidad personal los va a ayudar. Necesitan también incluir mucho movimiento en su día. Hiperactivos, hacen muchas cosas a la vez y, por ejemplo, pueden concentrarse y estudiar mejor si al mismo tiempo utilizan la energía corporal y el espacio jugando con una pelota. Los Cristal son hipersensibles y saben leer fácilmente las emociones de los ambientes. Por eso necesitan espacios armoniosos y mucho contacto con la naturaleza y el sol para estar felices. Ellos pueden llorar fácilmente ante situaciones o imágenes violentas, ya que son guardianes de la vida y naturalmente honran a todas las criaturas. Tomar contacto con esas realidades siempre los desequilibra y los pone más introvertidos. Entonces pueden asombrar con reflexiones extraordinarias pobladas de sabiduría innata.
Hay propuestas que simplemente son herramientas de evolución. Cuando facilitamos el desarrollo de la inteligencia y el aprendizaje respetando la forma del Ser aumentan las posibilidades de crecimiento personal■