Belleza
Un verano perfecto debe ser un verano saludable.
Todos sabemos que no existen las dietas ni los tratamientos de belleza mágicos. De nada sirve querer hacer en un mes lo que no hicimos en once. Y buscar una solución rápida hasta puede ser contraproducente. Por eso, para estar espléndida durante los meses de calor, apueste simplemente por una alimentación sana y ejercicios físicos acordes a sus posibilidades.
Si
bien muchas personas, en especial las mujeres, sólo se preocupan y ocupan por bajar de peso en septiembre -incluso es el mes del año con mayor número de inscripciones en los gimnasios- es preciso mantener un peso corporal saludable los 365 días. En consecuencia, recurren a dietas “milagrosas” con la ilusión de perder peso rápidamente, cuando, en realidad, es muy probable recuperarlo con la misma facilidad. Por ende, el consejo es, además de cuidarse durante todo el año, desarrollar una sana alimentación (que obvie aquellos alimentos que engordan) y realizar actividad física periódica para quemar grasas.
Algunas sanas recomendaciones son:
●Eliminar de la alimentación diaria el alcohol, los dulces y fritos.
●Optar por frutas y verduras, que además de saciar el apetito, hidratan el organismo, gracias a su elevada cantidad de agua. Las más recomendadas son: sandía, melón, durazno, ananá, frutillas, ciruelas y cítricos, y respecto de las verduras, calabaza, alcaucil, tomate, apio y las de hojas verdes.
●Preferir carnes blancas (pollo, pescado) a las rojas.
●Cocinar y sazonar con aceite de oliva.
●Realizar cinco comidas diarias, para agilizar el proceso digestivo. Dar un papel preponderante al desayuno (debe constar de una taza de leche o yogur, cereales, tostadas integrales y jugo de frutas). Es importante no saltar ninguna comida.
●Reducir el tamaño de las porciones y comer de todo, en su justa medida.
●Sustituir alimentos por aquellos light, como leche descremada o bebidas bajas calorías.
●Incorporar cereales integrales. Son el combustible básico que utilizan las células para producir energía, y no aportan grasas.
●Optar por alimentos crudos a cocidos.
Los siguientes alimentos son grandes aliados para una buena figura:
●Manzanas. Una manzana al día disminuye el colesterol malo y produce efecto de saciedad, por su contenido de pectina, un tipo de fibra que, además, se encarga de eliminar toxinas y residuos.
●Té rojo. Beber de cuatro a seis tazas de este té, diariamente, activa el metabolismo del hígado, lo cual favorece que las grasas se procesen de manera más efectiva.
●Germen de trigo. Aporta proteínas y vitamina E, y
beneficia la pérdida de peso por su contenido de fitoesteroles que evitan que el organismo absorba las grasas. ●Uvas negras. Combinan dos propiedades: desintoxicación y un elevado poder nutritivo. ●Peras. Resulta una notable alternativa cuando se apetece algo dulce por la mañana o la tarde. Aportan apenas 100 calorías por porción y sacian rápidamente. ●Pomelo. El 90% de su contenido es agua, facilita la eliminación de grasas, y a su vez, es un gran desintoxicante.
Preparar la piel
Los primeros días de calor invitan a tirarse en el césped o en la reposera, para broncear el cuerpo y fundamentalmente el rostro, que luce el clásico blanco pálido del invierno. Sin embargo, es preciso exponerse siempre con protector solar (se elegirá aquel acorde a cada tipo de piel) y en los horarios saludables (hasta las 11 a.m. y luego de las 16 p.m.) porque, en caso contrario, es posible que provoque foto envejecimiento cutáneo -arrugas, manchas solares, flacidez cutánea y deshidratación de la piel- hasta quemaduras graves, incluso melanoma, si el daño ha sido acumulativo e irreversible. Asimismo, es esencial preparar la piel del cuerpo con una correcta exfoliación, que le permitirá respirar, desintoxicarse y eliminar impurezas. En este sentido los consejos son: hidratarla y exponerla al sol de forma progresiva, en sesiones cortas, durante los
Para conseguir un bronceado uniforme y sin excesos, lo ideal es preparar, desde la primavera, la piel con una correcta hidratación, además de moderar la exposición y usar un buen protector.