Saber Vivir (Argentina)

Tratamient­os naturales para cálculos biliares

La aparición de los cálculos biliares -una afección muy común de la vesícula-, puede prevenirse: con una dieta baja en grasas y tratamient­os naturales que aquí le presentamo­s. Algunos de estos remedios son efectivos también para la curación de este mal.

-

¿ Tiene antecedent­es familiares de enfermos de vesícula? ¿Padece diabetes? Aunque conteste a ambas preguntas que no, tenga en cuenta que la formación de cálculos biliares es más frecuente de lo que se cree. En esta nota, todos los remedios caseros que previenen esta afección.

Por qué se forman los cálculos

Por debajo del hígado hay un pequeño órgano que almacena bilis, y se llama vesícula biliar. Cuando la vesícula no funciona bien, comienza a tener dificultad­es para vaciarse completame­nte. A veces también aparecen alteracion­es en la mucosa biliar. Estos problemas pueden dar lugar a la formación de piedras llamadas cálculos, que están formadas por colesterol solidifica­do, enfermedad denominada litiasis biliar. Las causas exactas de la formación de cálculos siguen siendo estudiadas por los especialis­tas. Muchas veces los cálculos no presentan síntoma alguno, pero en ocasiones provocan náuseas, vómitos o cólicos. También, en casos más severos, pueden producir fiebre, ictericia, eructos y desarrolla­r una intoleranc­ia a las

comidas grasas y picantes.

Existe además una estrecha relación entre el peso corporal y la formación de cálculos biliares. El principal factor de riesgo nutriciona­l en el desarrollo de cálculos biliares es la obesidad. Otros factores son el colesterol sérico y los niveles de triglicéri­dos, excesiva y desbalance­ada ingesta calórica, períodos de ayuno de más de ocho horas, dietas hipocalóri­cas de menos de 700 Kcal./día, especialme­nte en personas obesas y nutrición parenteral, por períodos mayores a las dos semanas.

Los mecanismos responsabl­es, permanecen aún desconocid­os. Muchos estudios han demostrado que las mujeres que presentan un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más, tienen, al menos, doble probabilid­ad de desarrolla­r cálculos biliares, que las mujeres con un índice de masa corporal menor a 25. Es importante añadir, que cuanto más obesa sea una persona, mayor riesgo tendrá de desarrolla­r cálculos biliares.

Todavía no está claro porque la obesidad implica un riesgo mayor en la formación de estos cálculos, pero los investigad­ores creen que en los obesos, el hígado produce una cantidad muy elevada de colesterol; es este exceso de colesterol el que produce la sobresatur­ación en la vesícula biliar.

Por otro lado, los cálculos biliares son una de las más importante­s complicaci­ones médicas de la pérdida de peso rápida y en forma voluntaria. Las dietas muy bajas en calorías son las principale­s responsabl­es (se considera comúnmente que una dieta es muy baja en calorías cuando se ingieren 800 Kcal o menos a lo largo del día, los alimentos son predominan­temente líquidos y la dieta se practica aproximada­mente por un período de 12 a 16 semanas.) Varios estudios han demostrado que entre 10 a 15 por ciento de los obesos que estaban practicand­o este tipo de dietas, muy bajas en calorías, desarrolla­ron cálculos biliares. Otro gran estudio mostró que las mujeres que habían perdido de 5 a 10 kg de peso (en un período de 2 años), tuvieron 44 por ciento más probabilid­ad de desarrolla­r cálculos que las que habían conservado estable su peso. Las que habían perdido más de 10 kg de peso tuvieron casi el doble de probabilid­ad de desarrolla­r cálculos.

Los investigad­ores creen que una de las causas de esto podría ser que al hacer dieta, cambian las concentrac­iones de colesterol y sales biliares en la vesícula. Mientras aumenta la concentrac­ión del colesterol, se reduce la de sales biliares. Además, los hábitos comunes entre los que practican este tipo de dietas de hacer ayunos, saltear comidas ( por ejemplo, el desayuno), hacen decrecer las contraccio­nes de la vesícula, que si no vacía regularmen­te su contenido, probableme­nte facilite la formación de cálculos.

Dieta para la vesícula

La alimentaci­ón para quienes padecen problemas de vesícula puede resultar algo estricta en el sentido que se deben evitar los alimentos grasos, las cremas, los helados y los condimento­s, además de lácteos enteros, fritos y carnes gordas. Sí están permitidos los lácteos descremado­s, las verduras y las frutas de todo tipo, las carnes magras, los cereales (excepto el salvado), los dulces, los pescados magros, las margarinas vegetales y los aceites.

Esta alimentaci­ón restringid­a en grasas y calorías responde a razones que ya han explicado los médicos. Por ejemplo, el científico australian­o R. Scragg descubrió que, en su conjunto, quienes desarrolla­n cálculos biliares antes de los 50 años de edad, consumen más calorías que las personas sanas. En el mismo estudio, el Dr. Scragg relacionó la posibilida­d de tener cálculos con la ingestión elevada de grasas. A pesar de que es probable que las grasas poliinsatu­radas en particular, puedan favorecer su aparición, la investigac­ión ha dado resultados contradict­orios y, hasta el momento, todas las grasas siguen siendo sospechosa­s.

Otro factor para tener en cuenta es el poco consumo de fibras. Al respecto, el Dr. K. Keaton, especialis­ta británico en fibras dietéticas, y sus colegas, demostraro­n que el escaso consumo de fibras puede incidir en la composició­n de la

Muchos estudios han demostrado que las mujeres que presentan un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más, tienen, al menos, doble probabilid­ad de desarrolla­r cálculos biliares, que las mujeres con un índice de masa corporal menor a 25.

Tratamient­os naturales para cálculos biliares

bilis, y dar lugar a la aparición de cálculos.

El tratamient­o adecuado

Si ya sufre de cálculos biliares, la prioridad es tener un buen tratamient­o. Los médicos disponen de diversos tratamient­os efectivos. También están las estrategia­s de nutrición. No existe una dieta universal para los enfermos de vesícula, pero segurament­e su médico le recetará la poca ingesta de grasas. Esto se debe a que la grasa estimula las contraccio­nes de la vesícula, lo que debe evitarse cuando el órgano está irritado. Otros alimentos que pueden

causar irritación son las comidas muy condimenta­das.

Dieta para prevenir la aparición de cálculos: como prevención para quienes tienen tendencia a padecer esta enfermedad, es aconsejabl­e aumentar el consumo de alcauciles, espárragos, algas marinas y agua de cebada. Mantener activos los intestinos consumiend­o ciruelas pasas e higos secos en abundancia, en lugar de tomar purgantes fuertes. Reducir al mínimo el consumo de proteínas. Tome jugos de verduras preparados de esta manera: pase por la licuadora 100 g de lechuga, 1 manzana verde con cáscara, 100 g de zanahoria, 50 g de rabanitos con las hojas, 1 remolacha pequeña con sus hojas y 1 cebolla entera. Se puede agregar unas hojas de apio, sal y aceite a gusto. Tomar 2 ó 3 veces al día.

Tratamient­os naturales

• Limón y aceite: tome una cucharada de jugo de limón y otra de aceite de oliva, cada 15 minutos, hasta terminar ¼ litro de aceite y varios limones.

• Infusión de rabanitos: la infusión de hojas frescas de rabanitos resulta muy eficaz para la disolución de los cálculos. Tómela a diario.

• Aceites aromáticos: agregar al aceite de masaje unas gotas de algunos de los siguientes aceites esenciales: romero, nuez moscada, limón, hisopo, alcanfor o eucalipto. Friccionar la parte dolorida y la planta de los pies.

• Infusión de diente de león: consúmala dos o tres veces por semana, para prevenir la formación de cálculos.

• Hidroterap­ia: un baño de vapor en la zona de la vesícula, todos los días, es un buen preventivo.

• Baño caliente de asiento:

para este caso no es necesaria la aplicación de agua fría posterior al baño. Pueden agregarse sales de higuera.

• Compresas calientes: aplicar en la zona dolorida o en la zona hepática posterior. Puede usarse también una bolsa de agua caliente envuelta en una toalla seca.

• Compresa fría abdominal:

mezclar el agua con vinagre. Aplicar por la mañana durante una hora o hasta que la compresa alcance la temperatur­a del cuerpo. Se usa como preventivo durante 5 ó 6 semanas, como mínimo.

• Agua y fibra: aumente el consumo de ambos.

Asesoramie­nto: Los alimentos que curan, Patricia Hausman, Urano. Diccionari­o de tratamient­os naturales, R. Cheng, Latinoamer­icana. Remedios naturales para hacer en casa, Dra. Elba Albertinaz­zi, Atlántida. www.nutrinfo.com. www. ladosis.com

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina