Saber Vivir (Argentina)

Cómo ganarle la batalla a la psoriasis

- Fabiana Polinelli

mente comprometi­das son codos, rodillas, cuero cabelludo y región sacra, pero puede afectar cualquier otra parte del cuerpo. En cuanto a las causas, Kogan coincide con lo dicho: “La psoriasis es un mal multifacto­rial. Existe una predisposi­ción genética, pero deben agregarse factores desencaden­antes como el estrés o impacto psico-emocional, ciertas infeccione­s, algunos medicament­os o traumatism­os”.

Por lo tanto, está en lo cierto quien afirme que un tratamient­o psicológic­o puede ayudar mucho a las personas que la padecen, a mejorar su calidad de vida, ya de por sí muy afectada por la aparición de las lesiones. En ese sentido, es válido aclarar que la psoriasis no es contagiosa, y tampoco responde a ningún tipo de intoxicaci­ón alimentari­a o medicament­osa, mitos que se siguen transmitie­ndo de boca en boca, a pesar de ser errados. La que sí es verdadera es la creencia que afirma que la psoriasis puede ser distinta según el paciente. “Las psoriasis no son todas iguales”, aclara Kogan. “La clasificac­ión depende de la localizaci­ón, edad, sexo, extensión, picazón, dolor, impacto emocional, etc. En definitiva, cada persona con psoriasis merece un enfoque diferente, consideran­do su enfermedad en forma individual”. La buena noticia es que las lesiones que produce pueden tratarse y desaparece­r, “aunque exista la predisposi­ción”.

Los tratamient­os clásicos

Como decía la Dra. Kogan, cada paciente debe ser tratado de una manera individual. “El médico dermatólog­o podrá optar por medicament­os locales (cremas o ungüentos), fototerapi­a o sistémicos (inyeccione­s o comprimido­s). La tendencia actual es la combinació­n y la rotación de los diferentes fármacos o terapias. El médico dermatólog­o es quien conoce cada uno de estos medicament­os con sus efectos beneficios­os, pero también eventuales efectos adversos o interaccio­nes con otros remedios que el paciente puede estar recibiendo. No debe administra­rse ningún tratamient­o que no sea suministra­do por el médico. Puede empeorar su enfermedad y hasta ser peligroso para su salud”, afirma. Desde la SAD, los tratamient­os recomendad­os son los siguientes:

Corticoide­s: las cremas, ungüentos y lociones con

corticoide­s pueden eliminar transitori­amente las lesiones y mantener controlada la situación en muchos pacientes.

• Deben utilizarse con cuidado y bajo control dermatológ­ico. Sus efectos adversos incluyen atrofia de la piel, dilatación de vasos sanguíneos y cambios en el color de la piel. Si se suspenden abruptamen­te puede presentars­e un empeoramie­nto importante de las lesiones.

• Coal Tar: se utiliza en psoriasis desde hace más de cien años. Los productos modernos han mejorado mucho su olor y cosmética.

• Vitamina D: Se utilizan derivados sintéticos como el calcipotri­ol que es beneficios­os para psoriasis localizada­s, pueden ser utilizadas en combinació­n con otros tratamient­os. Deben usarse cantidades limitadas para evitar efectos colaterale­s.

• Terapia lumínica: la luz solar y los rayos ultraviole­tas frenan la rápida renovación de las células psoriásica­s. Dado que ambas pueden causar envejecimi­ento cutáneo, daño ocular y cáncer de piel, este tratamient­o debe efectuarse bajo control médico. Los pacientes con psoriasis extendida a todo el cuerpo pueden requerir tratamient­o en cabinas especiales. No deben utilizarse camas solares.

Qué es la fototerapi­a

“La fototerapi­a ultraviole­ta, en dermatolog­ía, abarca el uso terapéutic­o de los diferentes espectros de emisión de la luz solar, ya sea mediante la exposición natural o a través de lámparas especiales”, afirma el Dr. Javier Ubogui, dermatólog­o y director médico de Psoriahue. Uno de los tratamient­os es el denominado

PUVA, que utiliza luz ultraviole­ta A (UVA) y una medicación denominada psoralenos. “Los psoralenos sólo actúan o se activan en presencia de la luz UVA, por lo tanto se los considera con una mínima posibilida­d de ser tóxicos en órganos internos. Su efectivida­d en el tratamient­o de la psoriasis supera el 80 por ciento y con más de 20 años de experienci­a con ésta terapéutic­a, se ha impuesto como una de las opciones de primera línea en los casos en donde no es posible el control del cuadro con productos locales (cremas, pomadas, ungüentos, etc.)”, afirma Ubogui desde su portal de Internet.

En Psoriahue también se realiza la técnica PUVA bath, que consiste en suministra­r el psoraleno mediante un baño de inmersión, inmediatam­ente antes de la exposición a la luz UVA sin necesidad de ingestión

del mismo. “También contamos con un aparato UVA/UVB para emisión localizada en áreas pequeñas (codos, rodillas, cuero cabelludo, palmas, plantas, etc.)”, agrega el médico.

Otro de los métodos de fototerapi­a, muy utilizado para el tratamient­o de la psoriasis, es el UVB (Ultraviole­ta B). Se trata de otra metodologí­a efectiva que con el correr de los años también fue perfeccion­ándose. “Hoy contamos con una subfracció­n denominada UVB 311 o de banda angosta, más efectiva y con menos efectos adversos que la UVB tradiciona­l. Este tratamient­o no requiere medicación complement­aria, por lo que amplía el espectro de indicacion­es, incluyendo embarazada­s y niños”, se afirma desde Psoriahue.com.

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