Lavanda: Poderosa para la piel y el sistema nervioso
Este aceite esencial provoca en el organismo una serie de cambios sorprendentes, que bien merece nuestra atención. Una joya de la aromaterapia.
E
l hábitat natural de la lavanda es la cuenca mediterránea, especialmente en Francia, Italia, la antigua Yugoslavia, Suiza y España. Se cultiva, además en Inglaterra, Irlanda, Grecia, Chipre, Bulgaria, Hungría, Brasil, Estados Unidos, Kenia, Japón, la India y la Argentina.
Según la especie, puede crecer entre los 60 y los 1.800 metros de altitud, estando espléndida entre los 800 y los 1.200 m, donde se dan las mejores esencias. Prefiere los suelos calcáreos y no soporta los terrenos ácidos, pero es poco exigente con los nutrientes del suelo y le gustan los suelos pedregosos y pobres en humus.
La lavanda crece en ambientes secos, por lo quesoporta bien la sequía mediterránea, aunque también puede vivir en zonas más húmedas como Inglaterra e Irlanda, donde se cultiva la Lavandula intermedia Choisel o “Lavanda inglesa”. No obstante, las largas sequías la perjudican y la cantidad de esencia puede disminuir, y quedar por debajo del 50 por ciento.
Su ambiente ideal: la ladera soleada de una montaña mediterránea, con el suelo libre de malezas, mucha luz y un aire seco.
Especies botánicas relacionadas
Las lavandas son especies aromáticas muy cultiva
das gracias a la gran demanda de su esencia por la industria de la perfumería. Existen diferentes tipos de lavanda: la “Fina blanca” o la “Barremme”, y clones seleccionados como la “Maillette” o la “Matheronne”.
Existen dos variedades naturales de Lavandula vera: la variedad fragans, que prefiere los terrenos secos y las vertientes sur de las montañas, y la variedad delphinensis, que crece en los valles frescos y sombreados o en las laderas norte de las montañas (en el hemisferio norte). Existen dos especies estrechamente relacionadas con la lavanda: el espliego (Lavandula spica) y el cantueso (Lavandula stoechas). El cantueso es bastante diferente a las otras dos, ya que crece en terrenos ácidos, su esencia no tiene un olor muy agradable y aunque es apreciada en aromaterapia, no es tan solicitada para la perfumería. Al espliego se lo conoce popularmente por el nombre de “lavanda macho” por su parecido con esta planta (denominada “lavanda de hembra”).
La esencia de lavanda facilita el sueño y calma la mente agitada por el estrés cotidiano.
Propiedades e indicaciones
El aceite esencial de Lavandula vera es, con toda seguridad, el más representativo de la aromaterapia. Desde la antigüedad su uso doméstico, medicinal e industrial ha sido constante, y en la actualidad es, con toda probabilidad, el aceite esencial mejor conocido.
Sus propiedades terapéuticas más importantes están relacionadas con los componentes mayoritarios de la esencia. Los cambios que experimenta el cuerpo en contacto con la esencia se observan principalmente a nivel de la piel y del sistema nervioso, ambos relacionados embriológicamente.
El por qué de su acción
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Los alcoholes tienen propiedades antisépticas (la esencia de lavanda ha sido utilizada con éxito en algunas infecciones respiratorias y cutáneas) y un efecto ligeramente tonificante de los nervios y el corazón, regulando a éste último en caso de palpitaciones, arritmias y taquicardias.
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Los ésteres de linalilo son los responsables del efecto calmante de la excitación nerviosa, regulando la actividad cerebro-espinal. De esta forma los órganos y vísceras controladas por los nervios excitados pueden entrar en reposo y recuperarse. Las pro
piedades antiespasmódicas a nivel de las vísceras y descontracturantes de la musculatura, son una expresión del efecto regulador del sistema nervioso. La esencia de lavanda facilita el sueño y calma la mente agitada por el estrés cotidiano; por su baja toxicidad es ideal para los niños inquietos que tardan en dormirse.
• La esencia, debido a su contenido en cumarinas y cineol, es ligeramente anticoagulante, siendo beneficiosa en los casos de hematomas, flebitis, artritis y otros problemas relacionados con la circulación de la sangre en los capilares.
• Las cumarinas y las cetonas estimulan los procesos naturales de cicatrización y desinflamación de la piel afectada por quemaduras, picores, úlceras, heridas, alergias y dermatosis.
Las acciones más importantes
• ANTIESPASMÓDICA
Está indicada en los calambres, contracturas, dolores musculares y tendinosos, aplicada en fricciones sobre la zona afectada, sola o combinada con Rosmarinus officinalis, Gaultheria procumbens, Eucaliptus citriodora y Laurus nobilis.
También se usa en dismenorrea y dolores premenstruales, friccionando el bajo vientre con una mezcla de Lavandula, salvia officinalis y Artemisia dracunculus. Asimismo, se emplea en casos de asma, tos y bronquitis de origen nervioso, mediante vahos y fricciones sobre el plexo solar, junto con Hyssopus officinalis, Thymus vulgaris y Eucalyptus.
• ANTIINFLAMATORIA
Se usa en edemas de origen traumático, como esguinces y contusiones, junto con Gaultheria procumbens e Hypricum perforatum. También puede emplearse en inflamaciones de los vasos sanguíneos, como flebitis, tromboflebitis y capilaritis, junto a las esencias de Citrus aurantium, Cupresus sempervirens y Helichrysum.
• CALMANTE, RELAJANTE Y SEDANTE
Se emplea en casos de ansiedad, estrés, insomnio, nerviosismo, tensión psíquica y nerviosa, y en los síntomas corporales asociados como dolor de cabeza, tensión muscular en la nuca, presión en la zona del estómago, presión en el pecho, etc.
Se realizan fricciones en el plexo solar e inhalaciones de lavandula vera junto a Citrus aurantium, Citrus limon, Menta piperita y Lippia citriodora.
• CICATRIZANTE Y REGENERADORA
Actúa con eficacia en dermatosis infecciosas, cicatrices recientes, heridas, úlceras, quemaduras, picaduras de insectos, alergias y eczemas, junto a Hypericum perforatum y Matricaria recutita.
• TÓNICO CARDÍACO E HIPOTENSOR
Se emplea en hipertensión arterial, palpitaciones y taquicardia, junto a Allium sativum, Caqnanga odorata e Imula graveolens.