La cura natural del dolor de cabeza
Así como hay alimentos cuyos nutrientes pueden causar cefaleas en personas predispuestas, lo cierto es que hay otros que podrían prevenirlas. Sepa cuáles son y tenga en cuenta, además, los tratamientos naturales de menta, romero y salvia morada, que calma
S egún descubrimientos recientes, las dietas ricas en pescado pueden prevenir el dolor de cabeza. Lo mismo ocurriría cuando los pacientes reciben cápsulas que contienen aceite de pescado. La eficiencia de este tratamiento depende de la concomitante reducción en la ingesta de grasas animales. Esto se debe a que diversas sustancias derivadas de los ácidos grasos participan en el control del calibre de los vasos sanguíneos y en la estimulación de las terminaciones nerviosas dolorosas. En otras palabras, los ácidos grasos contenidos en el aceite de pescado tienden a mejorar el control del dolor, mientras que los contenidos en las grasas animales tienden a facilitar la activación del dolor. Esto no significa que una cápsula de pescado pueda calmar un dolor de cabeza, sino que la ingesta regular de pescados, tales como atún, salmón, arenque y sardinas, puede tener efectos duraderos sobre la química del cerebro, ayudando a aliviar los ataques de cefaleas durante períodos prolongados.
Por otra parte, estudios recientes sugieren que el consumo de ostras, langostas, hígado, aceitunas, nueces o salvado de trigo podrían tener efectos analgésicos. Todos estos alimentos son ricos en cobre, un mineral utilizado por los sistemas de células cerebrales dedicados a controlar el dolor. También están indicados los suplementos de magnesio (hasta 500 mg por día), niacina o vitamina B3 (hasta 50 mg) y quercetina, un bioflavonoide con propiedades antiinflamatorias. La quercetina constituye hasta el 10 por ciento del peso seco de las ce
bollas rojas y amarillas, y también se encuentra en las uvas rojas, el brócoli y el zapallo amarillo.
Cuando el dolor de cabeza ya está instalado, puede ser útil el uso de jengibre, que actuaría de manera semejante a la aspirina. La dosis recomendable es de 500 mg, o la tercera parte de una cucharadita de polvo de jengibre mezclado con agua. Pero, para las personas con tendencia a cefalea, podría ser más conveniente incorporar el jengibre fresco a su dieta habitual.
Otro condimento útil parece ser la pimienta, ya que su empleo puede reducir la sensibilidad de las terminaciones nerviosas que informan al cerebro sobre la presencia de estímulos dolorosos.
Susceptibilidad genética
Aunque no lo parezca, las cefaleas podrían estar protegiéndonos de un mal mayor. De la misma manera que el dolor que sentimos al tocar un objeto muy caliente nos protege de una quemadura, tal vez las cefaleas no orgánicas (todas aquellas que no están provocadas por enfermedades graves como tumores de cerebro, hipertensión, aneurisma o infección meníngea), nos estén resguardando de insistir en hábitos o conductas perjudiciales. La razón es que en muchos casos existe un elemento de la dieta o del medio ambiente que actúa como gatillo disparador del dolor. Pero la frecuencia y severidad de las cefaleas no dependen de este único gatillo, sino que son modificadas por numerosos factores orgánicos. Por eso, beber vino puede producir cefaleas, algunas veces, pero no otras. Las posibilidades de desencadenar el ataque aumentan si, por ejemplo, el vino se bebe junto con un queso fermentado en un momento de mucho estrés, o en determinado día del ciclo menstrual. Una misma combinación puede ser totalmente inocua para una persona y obligar a otra a permanecer en cama un día entero: todo depende de la susceptibilidad genética de cada individuo.
Dieta versus cefaleas
Para identificar cuáles son los alimentos que le producen cefaleas, ponga en práctica este plan: durante un mes evite todas las comidas y bebidas incluidas en la lista de presuntos “culpables” (ver recuadro). Si solía tomar cafeína, no la suprima de golpe. Hágalo gradualmente durante dos semanas (tenga en cuenta que algunos medicamentos para calmar el dolor de cabeza contienen cafeína). Al cabo de 2 a 4 semanas, sus cefaleas se habrán aliviado. Recién entonces comenzará a experimentar, agregando un alimento sospechoso por semana. Cuando reaparezca el dolor de cabeza, habrá identificado al culpable.
Remedios de la abuela
También, tenga en cuenta estos tratamientos naturales para calmar dolores de cabeza, jaquecas o cefaleas:
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Cataplasma de menta: elija tallos y hojas frescas de menta. Macháquelas con un mortero, hasta que la planta comience a soltar jugo. Recuéstese y coloque la hoja machacada sobre las sienes, masajeando suavemente. Deje en contacto sosteniendo con pañuelo o gasa. Deje actuar por espacio de 20 a 30 minutos. Si no se dispone de menta fresca, es mejor realizar una compresa.
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Compresa: prepare una infusión de menta bien cargada, deje enfriar. Embeba una gasita y aplique sobre las sienes de igual modo que la cataplasma.
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Infusión para compresa: agregue una taza de agua hirviendo a 3 cucharaditas de menta seca. Deje en reposo entre 5 y 10 minutos. Cuele y deje enfriar.
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Infusión de romero: prepare una infusión de hojas de romero agregando una taza de agua hirviendo a 2 cucharaditas de hierba. Deje en reposo por espacio de 10 minutos. Cuele y beba dos veces al día.
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Baño de pies de romero: otro remedio que calma las cefaleas. Prepárelo de esta manera: agregue un litro de agua hirviendo a 2 puñados de hojas de romero. Tape y deje en reposo durante 10 minutos. Cuele. Coloque agua caliente en una palangana o recipiente apto para baño de pies. Agregue la infusión de romero. Prepare otro recipiente con agua bien fría. Introduzca los pies en el baño caliente de romero; los tobillos deben quedar cubiertos. Deje entre 5 y 10 minutos. Saque los pies e introdúzcalos en agua fría por unos minutos. Puede repetir toda la operación una vez más. Este baño de pies ayuda a desbloquear la tensión y la energía, facilitando la circulación sanguínea.
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Infusión de salvia morada: prepárela agregando dos cucharaditas de la hierba a una taza de agua hirviendo. Deje en reposo 10 minutos, y bébala hasta 3 veces por día.
F. Polinelli Asesoramiento: revista Manzanas de la Dra. Elba Albertinazzi. Sanarnos con plantas, Longseller.