Té blanco: la bebida imperial que baja el colesterol
El té blanco, o variedad Yinzhen, originario de las altas montañas de la provincia china de Fujian, es en realidad un té verde, del cual sólo se recogen los brotes, antes de que se abran. Allí están concentrados todos los poderes medicinales de esta planta. En esta nota, le explicamos cómo usar el té blanco para frenar el colesterol. Además, otros remedios caseros.
L a colesterolemia (colesterol elevado en sangre) se asocia con la arterioesclerosis y la enfermedad coronaria, lo que supone un verdadero problema de salud pública en todo el mundo. Para mantenerlo dentro de unos límites saludables, es recomendable seguir una dieta sana, con alimentos que, por sus componentes, sean cardiosaludables. También deben consumirse alimentos ricos en nutrientes (fósforo, ácidos grasos esenciales, colina, inositol), como cereales integrales, aceite
de oliva virgen de primera presión en frío, huevos y frutos secos, además de frutas, verduras, carnes magras y todo lo que integra una dieta sana. Pero, además, existen alimentos –algunos provenientes de Oriente- que permiten reducir los niveles altos de colesterol sin modificar en exceso la dieta: se trata del té blanco, una de las variedades más exquisitas y ricas en nutrientes que existe. En esta nota, todo lo que necesita saber sobre esta variedad casi desconocida de té, que por cierto, ya se consigue en nuestro país, y otros remedios naturales anti colesterol, preparados a base de cereales y jugos de frutas y verduras.
Esta bebida puede ser de gran utilidad para luchar contra la arterioesclerosis, disminuyendo los niveles de triglicéridos plasmáticos, al tiempo que se estima que eleva los niveles de colesterol bueno.
Originario de las altas montañas
El té blanco, o variedad Yinzhen, originario de las altas montañas de la provincia china de Fujian, es en realidad un té verde, del cual sólo se recogen los brotes, antes que se abran, que surgen al principio de la primavera. Su color es verde pálido con un finísimo vello blanco (de ahí su nombre). Es en ese momento cuando toda la energía y todos los nutrientes de la planta se concentran en los brotes.
Su recolección es un verdadero trabajo de “chinos”, ya que se necesitan miles de brotes, recogidos a mano, para obtener una pequeña cantidad de té blanco. Luego se dejan secar al aire libre, sobre paños de seda, a fin de que se evapore el agua y se mantengan todas sus propiedades.
Es una bebida que se puede tomar a diario, ya que además de tener un sabor agradable, aporta un sinfín de beneficios al organismo. Entre sus propiedades, se destacan las siguientes: Es mucho más eficaz que el té verde, ya que contiene tres veces más polifenoles (un antioxidante muy potente, que ayuda a aumentar nuestras defensas y colabora en la lucha contra los radicales libres).
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Si tenemos en cuenta que los radicales libres oxidan las células y les provocan envejecimiento prematuro, podemos
afirmar que tomar té blanco aumenta las defensas, combate el envejecimiento celular y es un buen aliado para prevenir el cáncer.
• Protege contra las caries dentales, por su riqueza en flúor.
• Combate la fatiga física y mental. Aumenta la capacidad de concentración y memoria.
• Contiene la mitad de cafeína que el té verde, por lo cual está especialmente recomendado para la gente nerviosa o estresada.
• Ideal en dietas antiobesidad, ya que no aporta calorías, es muy agradable, aumenta la energía, es suavemente diurético y favorece la eliminación de grasas.
• Es un buen aliado ante enfermedades cardiovasculares, ya que baja los niveles del colesterol LDL (malo) y de triglicéridos.
También adelgazante
Conocido como uno de los más potentes, en cuanto a propiedades medicinales, el té blanco es mucho más delicado que otras variedades, como el negro, el rojo o el verde. Su poder antioxidante también es superior. Más allá de estos datos, sus propiedades contra el colesterol alto pueden resultar muy interesantes. Se sabe que tiene cierto poder adelgazante, consiguiendo acelerar el metabolismo. De esta forma, esta infusión favorecería la reducción de los lípidos corporales, tanto de la grasa corporal, como del colesterol. A su vez, esta bebida puede ser de gran utilidad para luchar contra la arterioesclerosis, disminuyendo los niveles de triglicéridos plasmáticos, al tiempo que se estima que eleva los niveles de colesterol bueno (HDL).
Otros remedios anticolesterol
• Batido de cereales y frutas. Con una manzana, el jugo de dos naranjas, una cucharada de cebada, una cucharada de avena, un poco de agua y una cucharadita de miel para endulzar, prepare un remedio natural que le ayudará a bajar los niveles de colesterol en sangre. Cómo hacerlo: Exprima las dos naranjas, corte la
Es mucho más eficaz que el té verde, ya que contiene tres veces más polifenoles (un antioxidante muy potente, que ayuda a aumentar nuestras defensas y colabora en la lucha contra los radicales libres).
manzana en trozos (sin retirar la cáscara, pero desechando las semillas), coloque todo en el vaso de la batidora, donde añadirá los cereales, procediendo a licuar hasta que quede líquido. Si fuera necesario, añada un poco de agua hasta que quede con una consistencia bebible, y endulce con una cucharadita de miel. Este licuado puede ser muy interesante para ser consumido por las mañanas, en ayunas. Aporta muchos nutrientes y, sobre todo, un alto contenido de fibras. Esto ayuda a eliminar de manera más efectiva el colesterol malo del cuerpo.
• Jugos de mandarinas y granadas. Según un estudio de la Universidad de Valencia, el consumo de jugo natural de mandarina mejora el estado antioxidante y puede disminuir el riesgo cardiovascular en niños. Otra de las razones para incorporarlo como jugo natural contra el colesterol, es que a los pequeños (y a todos) les encanta su sabor.
• También la granada es muy buena contra el colesterol. Según se determinó en un estudio, aquellos que bebieron 250 mililitros de jugo de granada al día, durante tres meses, habían mejorado el flujo de la sangre al corazón. Asimismo, logró establecerse que el jugo de la misma fruta reducía la presión arterial, al cabo de un año de consumo diario, disminuyendo la oxidación del colesterol de LDL, el llamado “colesterol malo”.
• Diente de león. Al ser una de las plantas medicinales hepatoprotectoras más efectivas, puede llegar a lograr un buen efecto sobre el hígado, siendo éste el regulador de lípidos esencial. Lo ideal es consumirlo en infusiones dos o tres veces al día.
• Alcauciles. Fuente de vitaminas, los alcauciles son conocidos por sus propiedades protectoras del hígado. También, al regular sus funciones, colaboran en la eliminación de desechos tóxicos orgánicos, depuran el cuerpo y eliminan residuos de colesterol malo. Inclúyalos en su alimentación consumiéndolos al natural, simplemente hervidos.