El último adiós a un romántico

TEl cantante español murió a los 66 años, víctima de un efisema pulmonar causado por su adicción al cigarrillo. Sus restos fueron cremados y sus cenizas esparcidas en Mar del Plata.

engo una noticia muy triste para darles, se fue un amigo y colega muy querido para mí, voy a extrañar sus canciones, sus anécdotas, su voz ronca y única, su compañerismo. Manolo Galván se nos fue, nos queda su música y su recuerdo", escribió la cantante Tormenta en su página de Facebook, donde también publicó una

Tormenta, amiga de Manolo, fue la que anunció su muerte por

Facebook.

foto junto a él. De esta manera se enteró el mundo de la muerte del legendario cantante español de 66 años.

Galván nació en Alicante, España, el 13 de marzo de 1947, empezó su carrera a los 15 años, cuando dejó sus estudios y se mudó a Madrid para tratar de encontrar un lugar en la escena artística. Formó parte de un grupo y al poco tiempo inició su carrera solista, pero la suerte le fue esqui- Desde que puso un pie en Argentina supo que había encontrado su lugar en el mundo y no paró hasta

radicarse. va y se mudó a Málaga donde se sumó al grupo Los Gritos. De aquellos años son los recordados éxitos "La vida sigue igual", "Sentado en la estación", "Adiós verano, adiós amor" y "Lamento", entre otros. En 1970 visitó la Argentina, conquistó al público con su música y se radicó en 1981. Con más de 40 discos, premios y reconocimientos se despidió de los escenarios en 2006.

Manolo Galván murió en la ciudad bonaerense de Bella Vista, víctima de un efisema pulmonar por su adicción al cigarrillo y Gonzalo, uno de sus tres hijos, informó que su cuerpo será cremado en San Isidro y sus cenizas serán e s pa r c i da s en el mar, en Mar del Plata, por lo que "van a quedar en la Argentina para siempre".

Para las generaciones que c recieron con sus te - mas de amor, la muerte del romántico español significa el adiós defi nitivo a una época que ya no volverá. En ella, la voz grave Manolo Galván y su cadencia al cantar son como tesoros que ya no están entre nosotros. Pero sus discos seguirán sonando cuando los enamorados quieran bailar.