TEVEZ CONSTRUYE U
Dicen que el corazón no entiende de razones y por lo visto, en el caso de Carlos Tevez (31), tampoco de dinero. Porque Juventus soñaba con retenerlo, el París Saint- Germain lo quería para que juegue en la exclusiva capital gala y también el Cholo Simeone para su Atlético Madrid. Pero Carlitos prefi rió sus orígenes y volver por el trono que hoy ocupa Juan Román Riquelme, el mayor ídolo del club Boca Juniors.
El Apache vuelve a vivir en Buenos Aires tras su periplo europeo, pero tampoco resigna su calidad de vida. Es por ello que compró la mansión que hasta hace unos años era del productor televisivo Raul Lecouna para demolerla – sólo el terreno está valuado en 1,5 millón de dólares– y construir su verdadero fuerte, el cual, aseguran, tendrá dos subsuelos (uno para sala de juegos y otro para una discoteca), una cancha de fútbol cinco a un costado, más una mini casa que hará de quincho y un amplio estacionamiento para la colección de sus autos importados. A los lujosos Audi R8 Spyder (300 mil dólares) y Land Rover familiar (900 mil pesos), entre otros más, le sumará el Rolls-Royce que mandó a traer en barco desde Turín. La casona está en el barrio bonaerense de La Horqueta, San Isidro.
Por su parte, su “bungalow” en el exclusivo barrio La Reserva Cardales Country Club, ubicado en el medio de
La vuelta de Carlitos a Boca incluye una mansión valuada en 8 millones de dólares que tendrá su
propia cancha y hasta una discoteca privada.
un campo de golf de 18 hoyos, ya tomó cuerpo y será su hogar alternativo. Su costo es de un millón de dólares.
Look europeo y excentricidades
Si bien su esencia es la villa, la cual pregona en cada gol que convierte, nada quedó de aquel muchacho regordete que debutó en la primera de Boca Juniors, con pelo cortito, dentadura despareja y el cuerpo quemado casi en su totalidad por un accidente a los diez meses de vida, que lo tuvo internado un año. Ahora, un gran tatuaje en toda su espalda cubre sus cicatrices, mientras distintos tratamientos odontológicos mejoraron notablemente su sonrisa. Su barba milimétrica reluce en su rostro y disimula sus heridas.
Hoy, Carlos Tévez viste ropa que es la envidia de muchos famosos argentinos. En muchas ocasiones, se lo pudo ver con exclusivos diseños Armani, anteojos de sol de importantes marcas y relojes Rolex de colección. En su recordado paso por el programa de Susana Giménez, mostró su joya más preciada, de leopardo, oro y diamantes, valuado en 80 mil dólares. Otro mimo habitual que se daba en su época europea era hacerse llegar a la ciudad donde estuviese, yerba, alfajores, dulce de leche y carne