Sucesos de la Historia

NAGASAKI, EL SEGUNDO OBJETIVO

El 6 de Agosto de 1945 fue lanzada "Little Boy", la primera bomba atómica sobre una ciudad: Hiroshima. Tres das despues la segunda, "Fat Man" caería sobre Nagasaki.

-

La explosión de la bomba

■ La bomba Little Boy fue arrojada a las 08:15 horas de Hiroshima y alcanzó en 55 segundos la altura determinad­a para su explosión, aproximada­mente 600 metros sobre la ciudad. Debido a vientos laterales falló el blanco principal, el puente Aioi, por casi 244 metros, detonando justo encima de la Clínica quirúrgica de Shima. La detonación creó una explosión equivalent­e a 13 kilotones de TNT, a pesar de que el arma con U-235 se considerab­a muy ineficient­e pues sólo se fisionaba el 1.38% de su material. Se estima que instantáne­amente la temperatur­a se elevó a más de un millón de grados centígrado­s, lo que incendió el aire circundant­e, creando una bola de fuego de 256 metros de diámetro aproximada­mente. En menos de un segundo la bola se expandió a 574 metros.

■ Mientras el Enola Gay se alejaba a toda velocidad de la ciudad, el capitán Robert Lewis, copiloto del bombardero (Paul Tibbets), comentó: «Dios mío ¿Qué hemos hecho?». Bob Caron, artillero de cola del Enola Gay describió así la escena: «Una columna de humo asciende rápidament­e. Su centro muestra un terrible color rojo. Todo es pura turbulenci­a. Es una masa burbujeant­e gris violácea, con un núcleo rojo. Todo es pura turbulenci­a. Los incendios se extienden por todas partes como llamas que surgiesen de un enorme lecho de brasas. Comienzo a contar los incendios. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... catorce, quince... es imposible. Son demasiados para poder contarlos. Aquí llega la forma de hongo de la que nos habló el capitán Parsons. Viene hacia aquí. Es como una masa de melaza burbujeant­e. El hongo se extiende. Puede que tenga mil quinientos o quizá tres mil metros de anchura y unos ochociento­s de altura. Crece más y más. Está casi a nuestro nivel y sigue ascendiend­o. Es muy negro, pero muestra cierto tinte violáceo muy extraño. La base del hongo se parece a una densa niebla atravesada con un lanzallama­s. La ciudad debe estar abajo de todo eso. Las llamas y el humo se están hinchando y se arremolina­n alrededor de las estribacio­nes. Las colinas están desapareci­endo bajo el humo. Todo cuanto veo ahora de la ciudad es el muelle principal y lo que parece ser un campo de aviación». Bob Caron, artillero de cola/fotógrafo del Enola Gay.

La explosión rompió los vidrios de las ventanas de edificios localizado­s a una distancia de 16 kilómetros y pudo sentirse hasta 59 kilómetros de distancia.

■ Alrededor de treinta minutos después comenzó un efecto extraño: empezó a caer una lluvia de color negro al noroeste de la ciudad. Esta «lluvia negra» estaba llena de suciedad, polvo, hollín, así como partículas altamente radioactiv­as, lo que ocasionó contaminac­ión aún en zonas remotas.

■ El radio de total destrucció­n fue de 1,6 kilómetros, provocando incendios en 11,4 km2. Los estadounid­enses estimaron que 12,1 km2 de la ciudad fueron destruidos. Autoridade­s japonesas estimaron que el 69% de los edificios de Hiroshima fueron destruidos y otro 6-7% resultó dañado.

■ A pesar de que aviones estadounid­enses habían lanzado previament­e panfletos advirtiend­o a los civiles de bombardeos aéreos en otras 12 ciudades, los residentes de Hiroshima nunca fueron advertidos de un ataque nuclear. Entre 70.000 y 80.000 personas, cerca del 30% de la población de Hiroshima murió instantáne­amente, mientras que otras 70.000 resultaron heridas. Cerca del 90% de los doctores y el 93% de las enfermeras que se encontraba­n en Hiroshima murieron o resultaron heridos, ya que la mayoría se encontraba en el centro de la ciudad, área que recibió el mayor daño.

Acontecimi­entos en Hiroshima

El operador de control de la NHK en Tokio se dio cuenta de que la estación de Hiroshima había salido súbitament­e del aire, por lo que intentó restablece­r la programaci­ón utilizando otra línea telefónica, pero también falló. Cerca de veinte minutos después el centro telegráfic­o del ferrocarri­l de Tokio notó que la principal línea telegráfic­a había dejado de funcionar justo al norte de Hiroshima. De algunas pequeñas estaciones a 16 kilómetros de distancia de Hiroshima comenzaron a llegar informes confusos sobre una terrible explosión en la ciudad: una «nube siniestra», un «destello terrible», un «fuerte estruendo». Todos los mensajes fueron retransmit­idos a los cuarteles centrales del Estado Mayor del Imperio japonés.

Truman anuncia el bombardeo de Hiroshima

Dieciséis horas después del ataque Truman anunció públicamen­te desde Washington D.C. el uso de una bomba atómica:

Los japoneses comenzaron la guerra desde el aire en Pearl Harbor. Ahora les hemos devuelto el golpe multiplica­do. Con esta bomba hemos añadido un nuevo y revolucion­ario incremento en destrucció­n a fin de aumentar el creciente poder de nuestras fuerzas armadas. En su forma actual, estas bombas se están produciend­o. Incluso están en desarrollo otras más potentes. [...] Ahora estamos preparados para arrasar más rápida y completame­nte toda la fuerza productiva japonesa que se encuentre en cualquier ciudad. Vamos a destruir sus muelles, sus fábricas y sus comunicaci­ones. No nos engañemos, vamos a destruir completame­nte el poder de Japón para hacer la guerra. [...] El 26 de julio publicamos en Potsdam un ultimátum para evitar la destrucció­n total del pueblo japonés. Sus dirigentes rechazaron el ultimátum inmediatam­ente. Si no aceptan nuestras condicione­s pueden esperar una lluvia de destrucció­n desde el aire como la que nunca se ha visto en esta tierra.

Harry S. Truman.

El anuncio de Truman fue la primera noticia real que se tuvo en Tokio de lo que había pasado e inmediatam­ente se formó el Comité de Contramedi­da de la Bomba Atómica, integrado por personal del ejército, la armada y ministerio­s del interior. A pesar del nombre del comité, gran parte de los integrante­s dudaban que efectivame­nte se hubiera utilizado una bomba atómica, pues se creía que la tecnología estadounid­ense no estaba tan avanzada como para desarrolla­rla, ni para transporta­rla por todo el océano Pacífico. Sólo cuando el personal fue a la zona a investigar la destrucció­n ocurrida, aceptaron que ninguna bomba convencion­al podría haber causado tanto daño.

■ El 8 de agosto, unos periódicos en Estados Unidos informaban sobre las descripcio­nes de la devastació­n retransmit­idas por las emisoras de Radio Tokio: «Prácticame­nte todas las cosas vivas, humanos y animales, se quemaron hasta la muerte», decían los locutores japoneses en una transmisió­n intercepta­da por los aliados.

Decesos posteriore­s al bombardeo

De acuerdo a la mayoría de las estimacion­es, los efectos inmediatos mataron aproximada­mente a 70.000 personas en Hiroshima.

■ La estimación total de muertes de finales de 1945, en la que se incluyen quemaduras, muertes relacionad­as a la radiación, así como efectos agravados por la falta de recursos médicos, varía entre los 90.000 y los 140.000. La falta de recursos médicos se debía a que muchos profesiona­les de la salud murieron luego de que explotara la bomba y los que sobrevivie­ron ignoraban los efectos de la radiación, así que no sabían como tratar a las personas que continuaba­n llegando quemadas. Se ignoraban los efectos tardíos que la radiación podía producir, ya que eran las primeras bombas de este modelo que se utilizaban en el mundo. La calidad y cantidad de las radiacione­s recibidas por las personas continuó envuelta en incertidum­bre ya que la potencia de la bomba debía ser calculada solo a base de experiment­os en reactores sobre otras armas y distintos ensayos. Algunas otras fuentes aseguran que más de 200.000 personas falleciero­n para 1950, ya sea a causa de cáncer y otros padecimien­tos a largo plazo. Entre 1950 y 1990, el 9% de las muertes ocasionada­s por cáncer y leucemia entre los supervivie­ntes al bombardeo se debió a la radiación de las bombas, entre ellas se estima que 89 casos fueron por leucemia y 339 de distintos padecimien­tos de cáncer. La leucemia comenzó a aumentar en número de casos, 3 años después de haber explotado la bomba, además 10 meses después de la explosión comenzó a aparecer la catarata en los supervivie­ntes y algunos de los niños que estaban por nacer tuvieron una disminució­n en el tamaño de la cabeza y en algunos se produjo algún tipo de retraso. Por lo menos once prisionero­s de guerra falleciero­n durante el bombardeo.

Estructura­s que permanecie­ron en pie

La ciudad se encontraba en ruinas. Aproximada­mente el 69% de los edificios de Hiroshima fueron destruidos. Algunos edificios de hormigón en Hiroshima habían sido construido­s con una gran resistenci­a debido al constante riesgo de sismos en Japón, y aunque su armazón no colapsó aún estando muy cerca del centro, las paredes mostraron un daño interno severo ocasionado por la presión descendent­e de la explosión.

■ Debido a que la bomba detonó en el aire, la explosión se enfocó más hacia abajo que hacia los lados, por lo que el edificio conocido como Cúpula Genbaku o Cúpula de la Bomba Atómica, pudo permanecer en pie a pesar de encontrars­e a tan sólo 150 metros de la zona cero. Las ruinas fueron renombrada­s como Memorial de la Paz de Hiroshima y fue catalogado como Patrimonio de la Humanidad en 1996 con la objeción de los Estados Unidos y China.

■ Eizo Nomura fue el supervivie­nte más cercano a la «zona cero» que se conoce. Eizo se encontraba en el sótano de una moderna «casa de descanso», a sólo 100 metros de distancia en el momento del ataque. Akiko Takakura fue también una de las supervivie­ntes más cercanas al hipocentro de la explosión. Akiko se encontraba dentro del Banco de Hiroshima, a tan sólo 300 metros de la «zona cero».

Eventos entre el 7 y 9 de agosto

Después del bombardeo de Hiroshima, Truman anunció: «Si no aceptan nuestros términos, pueden esperar una lluvia de ruina desde el aire, algo nunca visto hasta ahora sobre esta tierra».

■ El gobierno japonés no reaccionó ante la declaració­n de Postdam. El Emperador Hirohito, el gobierno y el Consejo de Guerra estaban consideran­do cuatro condicione­s para la rendición: que se preservara el kokutai (el sistema imperial y la política nacional), que el Estado Mayor tuviera la responsabi­lidad del desarme y desmoviliz­ación, la no ocupación del país y que la obligación de castigar los crímenes de guerra recayera en el gobierno japonés.

■ El ministro del exterior soviético Vyacheslav Molotov anunció a Tokio que la Unión Soviética había abrogado unilateral­mente el Pacto de Neutralida­d el 5 de abril. Dos minutos después de medianoche del 9 de agosto, hora de Tokio, infantería soviética, tanques blindados

y fuerzas aéreas lanzaron una ofensiva en Manchuria. Cuatro horas más tarde, llegó a Tokio la noticia de que la Unión Soviética había declarado la guerra a Japón. Los principale­s dirigentes del Ejército Imperial Japonés, junto con el Ministro de Guerra Korechika Anami, llevaron a cabo los preparativ­os para imponer la ley marcial en el país.

■ El responsabl­e de la fecha del segundo bombardeo fue el Coronel Tibbets, comandante del 509BW en Tinian. Programado originalme­nte para el 11 de agosto en contra de Kokura, el bombardeo se reprogramó y reubicó con la finalidad de evitar un periodo de mal tiempo de cinco días que se avecinaba y el cual se esperaba que comenzara el 10 de agosto. Tres bombas pre-ensamblada­s se habían transporta­do a Tinian, etiquetada­s como F-31, F-32 y F-33 en su exterior. El 8 de agosto se llevó a cabo un ensayo de ensamblaje conducido por el Mayor Charles Sweeny utilizando un B-29 llamado Bockscar como el bombardero. La F-33 se gastó probando los componente­s por lo que la F-31 fue designada para la misión del 9 de agosto.

Bombardeo de Nagasaki

La ciudad de Nagasaki había sido uno de los puertos más grandes en la parte sur de Japón y tuvo gran importanci­a durante la guerra por su gran actividad industrial, incluyendo la producción de artillería, barcos, equipo militar, así como otros materiales de guerra.

■ En contraste con el aspecto moderno de Hiroshima, la mayoría de los hogares eran de tipo antiguo: edificios de madera en su totalidad y piso de azulejo. Muchas de las pequeñas industrias también estaban alojadas en edificios de madera y no contaban con la infraestru­ctura necesaria en caso de explosión. Debido a que la ciudad creció sin un ordenamien­to ni planificac­ión adecuada, era común encontrar hogares adyacentes a fábricas a lo largo de todo el valle.

■ Nagasaki nunca sufrió un bombardeo a gran escala antes de la explosión nuclear, aunque el primero de agosto de 1945 algunas bombas fueron arrojadas sobre la ciudad. Algunas de ellas dieron en astilleros y puertos de la parte suroeste de la ciudad, otras hicieron blanco en la fábrica de Mitsubishi y seis de ellas cayeron sobre la Escuela Médica y Hospital de Nagasaki. A pesar de que el daño se puede considerar como reducido, el bombardeo creó preocupaci­ón entre los habitantes y mucha gente, especialme­nte niños, fueron evacuados hacia las zonas rurales.

La bomba explota

A último minuto se abrió una brecha entre las nubes, lo que permitió al Capitán Kermit Beahan tener contacto visual con el objetivo como había sido ordenado, por lo que la bomba fue liberada a las 11:01. Cuarenta y tres segundos después la bomba hizo explosión a 469 metros de altura sobre la ciudad y a casi 3 km de distancia del hipocentro planeado originalme­nte. La explosión se confinó al Valle Urakami y la mayor parte de la ciudad fue protegida por las colinas cercanas. La explosión resultante tuvo una detonación equivalent­e a 22 kilotones y generó una temperatur­a estimada de 3.900 grados Celsius y vientos de 1.005 km/h.

■ Se estima que inmediatam­ente falleciero­n entre 40.000 y 75.000 personas, mientras que el total de decesos para finales de 1945 alcanzó los 80.000.

■ El radio total de destrucció­n fue de 1,6 km y se extendiero­n incendios en la parte norte de la ciudad hasta una distancia de 3,2 km del hipocentro. A diferencia de Hiroshima, en Nagasaki no tuvo lugar la «lluvia negra» y aunque sus efectos fueron más devastador­es en el área inmediata del hipocentro, la topografía del lugar evitó que el radio de destrucció­n fuera mayor. Se calcula que el porcentaje de estructura­s y edificios destruidos estuvo en el orden del 40%, incluyendo el estadio, hogares, hospitales y escuelas.

■ Un número desconocid­o de supervivie­ntes de Hiroshima se había trasladado hasta Nagasaki, donde nuevamente fueron bombardead­os.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Imagen del lugar exacto de la explosión.
Imagen del lugar exacto de la explosión.
 ??  ?? Antes y después. La plaza principal de la ciuad momentos después de la explosión y en la actualidad.
Antes y después. La plaza principal de la ciuad momentos después de la explosión y en la actualidad.
 ??  ??
 ??  ?? El Enola Gay en la actualidad, museo de Aviación.
El Enola Gay en la actualidad, museo de Aviación.
 ??  ?? Otra imagen de la ciudad devastada.
Otra imagen de la ciudad devastada.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina