CóMO INCREMENTAR NUESTRA SENSUALIDAD
EXHIBIR LAS MEJORES VIRTUDES, ASUMIR AQUELLAS CARACTERÍSTICAS QUE NO PODEMOS CAMBIAR Y AMPLIAR TODAS LAS CAPACIDADES QUE AÚN NO ESTÁN DESARROLLADAS PUEDE SER LA CLAVE DEL ÉXITO A LA HORA DE SEDUCIR.
La seducción está íntimamente ligada al contacto que establecemos con las demás personas, ya sea pareja, amigos, relaciones laborales, familiares o circunstanciales. Y sin darnos cuenta seducimos en todo momento y lugar: cuando vamos a dar un examen y queremos mostrarnos seguros, cuando tenemos una entrevista para acceder a un puesto laboral, cuando hablamos en público, y cuando nos gusta alguien y queremos conquistarlo. Son innumerables los momentos en los que la seducción está presente en nuestras vidas. Y como afirma la licenciada Diana Resnicoff, psicóloga y sexóloga clínica: “Se trata de un proceso complejo que comprende una inmensa variedad de gamas y calidades, de intenciones y de objetivos, y que juega un papel fundamental en todas las relaciones personales”.
Pero a diferencia de lo que muchas veces se cree, la seducción abarca mucho más que la ‘necesidad de saciar el sexo’. Y si bien somos un cuerpo rico en órganos sensoriales, necesitamos aprender a sentir. Vista, tacto, oído, olfato y gusto, están ahí para que los desarrollemos y los utilicemos. ¿Cómo? Experimentando y activando nuestros sentidos: “Es como si fuéramos ‘analfabetos’ en el arte de amar, sentir y gozar. Excitarse y tener orgasmos es importante, pero también lo es saber encontrarse e intimar con el otro, haciendo contacto con su ser, y con mucho tacto tocarse en todo el sentido de la palabra: tocarse con la piel, con el tacto, con el alma, con la mirada, con la voz”, reflexiona Resnicoff. Y agrega: “Por ello pienso que intimar implica erotizar el encuentro. Todo esto presupone romper con mitos, tabúes y prohibiciones”.
Para la especialista, la seducción, la sensualidad y el erotismo son los tres pilares básicos que sostienen nuestra sexualidad. Y una “sexualidad” que es entendida como mucho más que
genitalidad: “Pienso que muchos problemas sexuales aparecen como consecuencia de la ‘ausencia’ de alguno de esos pilares. La seducción es un arte, un juego lleno de riesgos y contratiempos, de aventuras y desventuras, de encantos y disfraces. Se trata de un arte que todos pueden aprender” comenta Resnicoff.
¿POR QUÉ A VECES NO NOS SENTIMOS CAPACES DE SEDUCIR?
Para Resnicoff, esto se relaciona con:
• MIEDOS
• VERGüENZA
• BAJA AUTOESTIMA
“En el repertorio de las imágenes que alberga nuestra mente, hay una muy importante: la imagen que nos hemos formado de nuestra propia persona. Se trata de una idea que es el reflejo de las opiniones que tienen los otros sobre nosotros, y también producto de una elaboración propia que hacemos desde la niñez. Y tiene una gran influencia sobre nuestra conducta”. Tener una buena autoestima es tener un buen auto-concepto y una buena valoración propia.
CÓMO LLAMAR LA ATENCIÓN DEL OTRO
Para Resnicoff, es importante considerar que no hay trucos universales a la hora de seducir, sino que cada persona es distinta. Pero existen una serie de habilidades que permiten acercarse a la otra persona y captar su atención:
• Mantener el contacto visual puede ser una manera de expresar el interés por el otro.
• La sonrisa es un gesto de aprobación con el que sutilmente se muestra interés.
• También la postura y los gestos son un medio básico de comunicación no verbal que muestran la disposición o no, de establecer una aproximación.
• Una actitud positiva ante la vida y el poder hacer reír a los demás, son aspectos muy valorados por cualquier persona.
• Prestar atención al otro. Cuando se percibe que el interlocutor se siente interesado por lo que se está diciendo, éste se ve como alguien cercano, atento e incluso agradable.
• Una vez que se produce el acercamiento entre las dos personas, se pasa al conocimiento mutuo.