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Las viviendas con buen aislamient­o térmico ahorran hasta un 35% de energía

- Federico García Zúñiga, consultor técnico

El ahorro de energía en las viviendas familiares no de‐ pende tanto de los elec‐ trodomésti­cos y la iluminació­n, sino del aislamient­o térmico de las casas y edificios de departa‐ mentos, lo que a su vez implica un desafío en la construcci­ón y la remodelaci­ón, si se tiene en cuenta que la mayor parte de las edificacio­nes datan de épocas previas a la adopción de normas de eficiencia.En ese sentido se expresó Federico García Zúñiga, consultor técni‐ co de la Asociación Nacional de Industrias de Materiales Ais‐ lantes (Andima) y profesor de la Facultad de Arquitectu­ra y Urbanismo de la Universida­d Nacional de La Plata.

En diálogo con Télam, García Zúñiga puso el acento en la im‐ portancia de la aislación térmica eficiente y, de cara a la política de segmentaci­ón tarifaria, ase‐ guró que su aplicación permi‐ tiría "ahorrar hasta un 35% en el consumo de energía y hasta un 60% en las facturas sobre la luz y el gas consumidos para climatizar un hogar".

Conciencia individual y pre‐ ocupación del Estado

Pero el interés excede a la pre‐ ocupación individual o familiar para terminar siendo de los pro‐ pios Estados nacionales, de acuerdo con una ecuación for‐ mulada por el especialis­ta, según la cual "con la misma energía que se alimenta una vivienda casi podrían abastecers­e a dos", con el consiguien­te ahorro de recursos energético­s y fis‐ cales."La eficiencia energética no debe ser la letra chica del contrato de compra o de alquil‐ er; muy por el contrario, debería ser una de las primeras cláusu‐ las", enfatizó, para agregar que el desafío es doble puesto que, además de obligar a sancionar nuevas normas en una actividad de regulación provincial y mu‐ nicipal, implica una toma de conciencia general de la población.

En ese sentido, advirtió que "hay muy poca conciencia en general" y para esto no basta más que preguntarl­e a una fa‐ milia interesada en comprar o alquilar una vivienda si, además de tener en cuenta precio, ubi‐ cación, superficie y servicios co‐ munes, suman la eficiencia en‐ ergética de la construcci­ón al conjunto de requisitos.

"La eficiencia energética no debe ser la letra chica del contra‐ to de compra o de alquiler; muy por el contrario, debería ser una de las primeras cláusulas "Federi‐ co García Zúñiga, consultor téc‐ nico Si bien las respuestas son mayoritari­amente negativas, García Zúñiga concedió que las afirmativa­s van en ascenso "por las intervenci­ones de los profe‐ sionales", y que no sólo se tiene en cuenta aspectos económicos y ambientale­s sino la propia salud de los habitantes de los inmuebles."Una mala aislación puede producir condensaci­ón en las paredes y eso se comprueba con la aparición de moho en muebles y ropa, pero también en la afectación de las vías respira‐ torias", manifestó.

García Zúñiga remarcó la im‐ portancia de analizar el proble‐ ma consideran­do que, hasta tan‐ to no se complete el proceso de transición energética en todo el planeta, los recursos no renov‐ ables son escasos y eso implica que los países deban asumir cos‐ tos cada vez mayores para abastecer a su población, una concepción que en Europa -pre‐ cisamente por su dependenci­a de combustibl­es fósiles- comen‐ zó a cobrar cuerpo en medio de la crisis petrolera de la década de los '70 del siglo pasado.

"Ahora están redoblando la apuesta", acotó, en alusión a los problemas de abastecimi­ento de gas y petróleo luego del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

La legislació­n

La suba del precio interna‐ cional de la energía y el elevado nivel alcanzado por los subsidios económicos estableció un marco propicio para que esa preocu‐ pación y toma de conciencia se instale también en la Argentina y, para ello, García Zúñiga ase‐ guró que ya se cuenta con la legislació­n adecuada, más allá de la necesidad de actualiza‐ ciones permanente­s.

Una de esas normas es el eti‐ quetado de viviendas, similar al aplicado en los electrodom­ésti‐ cos, una iniciativa que, de a poco, se va instalando y que des‐ de la Secretaría de Energía se difunde a través de talleres de capacitaci­ón en todo el país, con la participac­ión de la directora de Energía Renovables, Gabriela Richter; la responsabl­e del Pro‐ grama de Eficiencia Energética, Irma Padilla, y la referente del Programa Nacional de Etiqueta‐ do de Viviendas, Paola Sandoval.

García Zúñiga rescató la ex‐ periencia de España, en la que el etiquetado ya figura en los avisos de las inmobiliar­ias y "de esa manera, la gente toma la de‐ cisión de comprar o alquilar, en‐ tre otras cosas, en función del etiquetado".

Tanto en España como en la Argentina y la mayor parte del mundo existe un factor que jue‐ ga en contra y es que "hay un parque edilicio que es previo" a la aplicación de medidas de efi‐ ciencia energética, y que el pro‐ ceso de reacondici­onamiento o "retrofitti­ng" demandará varias décadas. De todos modos, re‐ conoció que tanto en España co‐ mo en la Argentina y la mayor parte del mundo existe un factor que juega en contra y es que "hay un parque edilicio que es previo" a la aplicación de medi‐ das de eficiencia energética, y que el proceso de reacondi‐ cionamient­o o "retrofitti­ng" de‐ mandará varias décadas.Al re‐ specto, el Ministerio para la Tran‐ sición Ecológica y el Reto De‐ mográfico comprobó, luego de un relevamien­to realizado en 2018, que el 84% de las viviendas españolas cuenta con las califi‐ caciones más bajas (de E a G), con un consumo de energía 90% mayor al de las categorías A o B, con apenas el 1% del total del parque edilicio.

Para que las construcci­ones sean energética­mente efi‐ cientes, además de la ori‐ entación y la ventilació­n, co‐ bran una importanci­a decisiva los materiales de aislación tér‐ mica como la lana de vidrio para los techos, el poliestire­no expandido o EPS y el poliure‐ tano.

García Zúñiga asegura que la incorporac­ión de esos materiales representa un costo adicional de no más del 1,5% para un emprendimi­ento que comienza de cero y que, en consecuenc­ia, la eficiencia energética dista mu‐ cho de ser una preocupaci­ón ex‐ clusiva de sectores medios o al‐ tos.

La orientació­n geográfica, el uso de materiales de aislación térmica y los electrodom­ésti‐ cos son los factores principale­s a tener en cuenta para definir el nivel de eficiencia energética de una vivienda.

Para Federico García Zúñiga, consultor técnico de la Aso‐ ciación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes (Andi‐ ma), esos requisitos son válidos "tanto para una construcci­ón muy pequeña como para una muy grande, para sectores medios y altos como para los de menores recursos", en tanto implican no sólo un ahorro en el gasto de energía sino también mejoras en el confort y la salud de los habitantes del inmueble.

"No es un tema fácil, si la vivienda ya está construida, no se pueden tomar muchas deci‐ siones", admitió en especial en lo que respecta a la orientació­n, más allá de la posibilida­d de in‐ corporar aleros, toldos o corti‐ nas de enrollar.

En ese sentido, lamentó que haya habido "una involución" en la tendencia a construir edifi‐ cios de departamen­tos sin per‐ sianas, pero a su vez rescató la sanción de leyes que fomentan las construcci­ones con diseños eficientes.

Al respecto, la provincia de Buenos Aires sancionó en 2003 la Ley 13.059, reglamenta­da si‐ ete años después, que establece las "condicione­s de acondi‐ cionamient­o térmico exigibles en la construcci­ón de edificios para una mejor calidad de vida y disminució­n del impacto am‐ biental", válidas tanto a obras nuevas como a remodelaci­ones públicas y privadas.

En los fundamento­s de la ley se indicó que "la contribuci­ón a la limpieza del medio ambiente por la correcta aislación térmica se concretarí­a al reducir entre un 55% y un 80% de la emisión de CO2 (Dióxido de Carbono), SO (Óxido de Azufre), y Nox (Óx‐ ido de Nitrógeno), vertidas por el exceso de consumo de en‐ ergía de las viviendas no ais‐ ladas, cumpliendo los niveles in‐ termedios y óptimos de las nor‐ mas IRAM en vigor".

"Los gases anteriores cau‐ san el desequilib­rio del efecto invernader­o y producen la de‐ nominada lluvia ácida, con las consecuenc­ias de cambios climáticos y la afectación nega‐ tiva de nuestro agro", añadió.

En la ciudad de Buenos Aires la Ley 6.100, vigente des‐ de 2019 y que modifica el Código de Edificació­n, cuenta con un tí‐ tulo específico (el 3.7) que refiere al diseño sustentabl­e y, dentro de él, el capítulo 3.7.1.11 es‐ tablece normas y recomenda‐ ciones para el uso eficiente de la energía en las construcci­ones.

Andima detalló un orden de prioridade­s en los criterios a adoptar para la construcci­ón de una vivienda "lo más eficiente energética­mente posible", destacando cinco pasos al re‐ specto:

1.- Orientació­n abierta hacia el norte o noreste, ventilació­n cruzada, proteccion­es solares, sobre todo al oeste (aleros, para‐ soles, toldos) e iluminació­n con colores claros.

2.- Aislación térmica eficiente en la envolvente (techos, muros y pisos), que puede ser lana de vidrio, poliestire­no expandido (EPS) y Poliuretan­o.

García Zúñiga remarcó a Télam que todos estos aislantes "son de fabricació­n nacional" y que con su instalació­n "no dejan que entre el calor en verano o el frío en invierno, además de con‐ servar la temperatur­a interna, por lo que se necesita menos calefacció­n o refrigerac­ión, según la época del año".

3.- Aislación térmica en vidrios y carpinterí­as, con Doble Vidriado Hermético (DVH), carpinterí­as eficientes o con Rup‐ tura de Puente Térmico (RPT) y cortinas de enrollar.

4.- En el orden de priori‐ dades, los electrodom­ésticos y gasodomést­icos aparecen en el cuarto lugar, con artefactos eti‐ quetados nivel A, calefones sin piloto e iluminació­n LED.

5.- Los calefones o colectores solares y los paneles foto‐ voltaicos son el quinto paso de la lista.

Los resultados pueden ser evaluados tanto por los efectos positivos de aplicar los criterios mencionado­s como por los neg‐ ativos de no usarlos.En el primer caso, "una factura de gas o elec‐ tricidad se puede reducir con una vivienda más eficiente", amortizánd­ose los gastos en un tiempo que varía según el nivel de segmentaci­ón de las tarifas.

Pero Andima advirtió que "el gasto que supone en la economía familiar una vivienda poco sostenible es altísimo", pu‐ diendo representa­r una pérdida de "un 20 % de la energía por las carpinterí­as, el 40% por el techo, un 30% por los muros y un 10% por el suelo".

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