Chimarrão brasileño
de costumbres, modismos y folclore brasileños en torno a esta bebida.
■ El término chimarrão, que deviene del termino español cimarrón, significa “ganado que volvió a sus orígenes salvajes”, o también “perros salvajes”, además de este nombre en particular, los brasileros suelen tomar sus mates ante todo en recipientes de calabaza o porongo: el mate brasileño por excelencia, ya que tiene característico y preciado sabor amargo que, según como se cure puede variar entre más o menos intenso.
Este símbolo de la hospitalidad sudamericana está más arraigado en los estados de Santa Catarina, Río Grande do Sul, Paraná y en algunas partes de Mato Grosso y
Mato Grosso do Sul, caracterizándose cada región por poseer un tipo propio de yerba mate, la que varía en su composición según el tamaño de sus partículas, predominio de tallos y hojas, lo que significa una interesante cantidad de opciones en yerbas para probar y para todos los gustos. Además de éstas regiones, el chimarrão también es consumido en algunas regiones del norte de Uruguay.
■ Como no podía ser de otra forma, cuentan los que saben que los típicos mates brasileños a pesar de su simpleza e informalidad, tienen firmes y claras reglas para jactarse de auténticos cimarrones.
■ En primer lugar el verdadero mate brasileño siempre es amargo, pueden aceptar alguna hierba aromática, algunas cascaras de fruta pero jamás cometer el sacrilegio de agregarle azúcar.
■ Otro detalle no menor: ni se te ocurra limpiar la bombilla (bomba en portugués), mientras se lo está tomando ya que podría ofenderse al cebador y a quienes estén compartiendo la ronda de mates, cuando bien sabemos todos que la gente se lleva cosas aún más contaminadas a la boca.
■ Para no entrar en discordia, siempre debe respetarse el orden en que se ceban los mates y nunca pero nunca, mover o tocar la bombilla si no se quiere ser expulsado de la misma.
■ Pero lo que más diferencia a un mate brasileño de uno uruguayo, argentino o paraguayo es el tipo de yerba que se usa. Para un chimarrão se utiliza yerba mate sin palo (según la cultura portuguesa se le quita el palo y el tallo para evitar la acidez) y con mucho más polvo que el de sus similares sudamericanos.
■ Asimismo, a diferencia por ejemplo de Argentina, la yerba no se estaciona, sino que se cosecha, se embala y ya está lista para su consumo. Y por el tamaño del recipiente, siendo éste más grande, se utiliza bastante más yerba, que dicho sea de paso, se distingue fácilmente por su color verde más “chillón”.