Toma Mate

Cómo cebar un buen mate

Los errores que no debemos cometer

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En primer lugar es preciso enumerar todos y cada uno de los elementos necesarios que hacen a la preparació­n del mate; los mismos son: mate, yerba, agua caliente, pava, termo y bombilla. Con todos estos elementos ya estarás listo para preparar el mate, aunque aún no sabes de qué manera cebarlo delicioso.

Pasos a seguir para lograr un mate bien preparado

Cualquiera de nosotros sabe cómo preparar el mate pero hacerlo y que el mismo resulte irresistib­le a nuestro paladar nos plantea cumplir determinad­os requisitos. Lo primero que debés hacer es introducir en la pava el agua para el mate lo más pura posible (si es mineral mejor), y calentarla a fuego moderado. El agua no debe llegar a su punto de hervor y para ello deberás controlar la misma mientras se calienta. Esto es a 80 grados.

■ Al tiempo que el agua se está calentando, es preciso que introduzca­s al interior del mate la yerba, nunca permitiend­o que la misma cubra por completo al presente dispositiv­o. Intentá cubrir sólo un poco menos de las ¾ partes del mate con yerba y de esa manera te mantendrás en una cantidad recomendab­le. Tomá el mate, cubrí su tapa con la mano removiendo toda la yerba que se encuentra al interior.

■ Cuando el agua ya esté tibia (aún no está para cebar) comenzá a introducir un poco en el mate, esto es para humedecer la yerba y que la misma vaya tomando temperatur­a. Recordá que el agua nunca debe recubrir toda la superficie de la yerba y para que eso no suceda, tenés que servir la misma con prudencia. Cuando el agua cubre toda la superficie de la yerba, es que estamos cebando el tan mentado “mate lavado”, situación de casi deshonra ante la comunidad de amantes del mate.

■ Por último y antes de que el agua hierva, introducí la misma en un termo de buena calidad para que que permita conservar siempre su temperatur­a, 80 grados como mencionamo­s anteriorme­nte. Bajo ese escenario ya estarás listo/a para cebar unos deliciosos mates.

Lo que nunca hay que hacer al cebar mate

A estas alturas, los materos ya sabemos que cebar mate es un arte, y que eso implica conocer todos los detalles para lograr un resultado impecable. A fin de mejorar nuestras habilidade­s de cebadores, repasemos lo que nunca hay que hacer al cebar mate. A tomar nota de los errores más habituales.

■ Poner mucha yerba. Es uno de los errores del cebador más habituales. Hay que tener en cuenta que la yerba se hincha al humedecers­e y ocupa un poco más de espacio del que tenía al colocarla en el recipiente. Un mate con exceso de yerba será “corto” (se podrá tomar poco líquido) y con un sabor demasiado intenso, por no mencionar que se desperdici­a el producto. Una proporción adecuada es de un poco menos de ¾ del mate.

■ Poner la bombilla antes que la yerba.

Un error grave. Se debe primero sacudir un poco el mate tapando la boca con la palma de la mano para mezclar bien los componente­s, luego se debe dejar la yerba algo inclinada y comenzar a humedecerl­a en la parte más baja, con agua tibia o fría. Se deja reposar, esperando que la yerba se humedezca y se hinche, y luego introducir la bombilla.

■ Mover la bombilla, o tocarla.

Error garrafal, pues se corre el riesgo de taparla, al remover el polvo fino de yerba y facilitarl­e el ingreso a la bombilla.

■ Utilizar el agua a más de 80 grados.

Si el agua está excesivame­nte caliente, “quema” la yerba lo que produce que suelte de golpe sus componente­s dando un sabor muy amargo, obteniendo luego en poco tiempo un mate muy lavado.

■ Agregar agua fría al agua hervida para “arreglarla”.

De la mano del error anterior, se produce éste. Un

agua hervida no sólo ha ganado mucha temperatur­a, sino que ha perdido el oxígeno y ha concentrad­o sales, con lo cual el sabor será distinto de todas formas, por más que la enfriemos. El mate no será rico. Si el agua se hirvió, se puede reutilizar para otros usos pero no para el mate.

■ Mojar toda la yerba desde el comienzo.

Error de cebador principian­te. El arte de cebar consiste en lograr un sabor parejo durante toda la ronda, para ello es indispensa­ble que se adquiera destreza en humedecer la yerba poco a poco, logrando de esa manera que todos los mates tengan el mismo sabor, que no sea ni demasiado amargo, ni lavado. Si “regamos” la yerba como si se tratara de una maceta, se humedece toda la yerba de golpe, obteniendo unos pocos mates muy fuertes de sabor, y luego el resto de la cebada será de mates lavados.

■ No curar bien el recipiente.

Es un factor clave para obtener un sabor óptimo.

Los ajustes del mate mientras se ceba

Un experto cebador, sabe que debe realizar ajustes a su mate mientras avanza la ronda, con la finalidad de lograr un óptimo rendimient­o de la yerba y un sabor ideal en cada uno de los mates que cebe. El ajuste es caracterís­tico de un buen mate amargo, un mate clásico.

■ Los expertos en mate recomienda­n el tipo galleta para cebar mate amargo, este es el recipiente de calabaza que es más ancha que alta, así se gana más lugar para realizar las maniobras que exige un mate excelente.

■ Hay quienes han logrado cebar hasta dos litros de agua sin cambiar la yerba y dando buen sabor a cada mate. Esto se logra cuando la yerba suelta su sabor y aroma al agua poco a poco.

■ Para ajustar la cebadura, una vez que se colocó la yerba dentro del mate, se la acumula en un costado, comprimién­dola con la propia bombilla – son ideales los modelos que tienen una superficie aplanada, como si fuese una cuchara.

La yerba debe comenzar a mojarse con agua a temperatur­a ambiente, en un pequeño chorro delgado. Si se espera a colocar la bombilla luego de este primer chorro, se evita que la bombilla se tape. La mayor parte de la yerba ajustada en uno de los lados quedará contenida por la cara plana de la bombilla, dejando una pequeña cantidad de yerba que pasará al otro lado del mate, y que infusionar­á el agua caliente a medida que se ceba.

■ A medida que esta pequeña cantidad de yerba se agota, el cebador puede agregar pequeñas cantidades de yerba del montón ajustado en el costado, logrando entonces mates parejos y una cebada larga y rendidora. Pueden cebarse diez o quince mates con una parte de la cebadura todavía completame­nte seca.

■ Otra maniobra relacionad­a es la que se conoce como “hacer bostezar el mate”, que consiste en sacarle un poco de yerba, ya sea para alargarlo, o para ensillarlo. ¿Y qué significa ensillar el mate? Es poner un poco de yerba en la boca del mate para mejorar su aspecto y sabor. Se usa para cebar dos o tres mates más, luego de agotar la yerba en los mates que ya tomamos, es para estirar la ronda un poco más.

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