Objeto de deseo
Probablemente, fue uno de esos veranos fríos con lluvias incesantes que suelen estremecer a la capital parisina; un clima calificado de “común” por los habitantes de ahí, pero que en el año de 1938 vaticinaba el avance del ejército alemán, el preludio del suceso bélico más crudo del siglo XX. Fue también el verano en el que se gestó una de las piezas orgullo de la destreza artesanal francesa. ¿El responsable? Robert Dumas. ¿Su creación? El clutch Verrou, que retorna en la versión Verrou 21, un bolso que hereda la sencillez de su antecesor y el icónico cerrojo propio de las caballerizas. En un tono lima encendido, es la prueba que el lujo predica con optimismo y paz. —Enrique Torres Meixueiro