Vítores al ingenio milanés
El gran legado y futuro de una de las marcas emblema de la joyería italiana en palabras de la primera mujer CEO de la firma
Durante los vibrantes y turbulentos años sesenta, nació en Italia Pomellato, la marca que cambió el rumbo de la joyería. Pino Rabolini, hijo de una familia de orfebres, tuvo la visión de fundar una firma de alhajas que fuera expresión de su tiempo y pudiera llevarse todos los días. Lo que hoy nos parece una idea cotidiana, en su momento fue como la disrupción del ready to wear de la moda. Un suceso. Fue así como en 1967 Pomellato comenzó una historia que tiene a la mujer contemporánea y a sus conquistas como protagonista. “Nosotros queremos preservar nuestro ADN y renovarnos constantemente con sinergia y espíritu moderno”, expresa Sabina Belli, la primera mujer CEO de la marca propiedad del grupo Kering. Para celebrar este aniversario tan especial la firma ha presentado la colección Icónica, compuesta en su totalidad por piezas de oro, rindiendo un homenaje al devenir creativo de la marca. “Esta línea celebra el legado de Pomellato, comenzando con la primera cadena Gourmette, lanzada en 1967, siguiendo en los tempranos años 70 con la creación del primer Fedone (anillo de banda ancha), y culmina con el lanzamiento de la llamativa colección de anillos de banda de oro hechos durante los años 90”, comenta Belli en exclusiva para Vogue. El color es un rasgo de Pomellato por excelencia. Desde el comienzo, la firma ha trabajado con gemas que no se encuentran convencionalmente en la joyería y a las que consideran un error llamar “piedras semipreciosas”. En su lugar, las bautizaron como New Precious. La colección Nudo, lanzada en 2001, fue una de las más representativas en esta materia. “Para nuestro 50 aniversario hemos creado 50 piezas únicas: Ritratto 50th Anniversary Special Edition, utilizando por primera vez piedras como zoisita, jaspe o ágata dendrítica”, concluye Belli, quien es una firme promotora del uso de gemas responsables, la reducción de la energía y la sostenibilidad en el proceso de producción. ¡Enhorabuena! �