La cuna del ritmo
Bogotá, Medellín... No, la tendencia nos lleva a descubrir los secretos de Cali
Si huele a caña, tabaco y brea, usted está en Cali, ¡ay mire vea! Así comienza uno de los himnos salseros insignia de esta ciudad que es, además, un acertado presagio para todo aquel que pone pie en esta cálida y geográficamente bendecida urbe, situada en el Valle del Cauca, al suroccidente de Colombia entre las región Andina y Pacífica. En el pasado, ciudades como Cartagena y Bogotá han acaparado la atención del jetsetter, pero paulatinamente, La Sucursal del Cielo, como le dicen sus orgullosos pobladores, se ha convertido en todo un hot spot, dejando atrás aquella imagen de violencia que vivió en un pasado no tan lejano, escenificado de manera verosímil en películas y series, como la última temporada de la serie Narcos de Netlix. Pero hoy en día, sus atracciones son infinitas y giran alrededor de una cultura cargada con sabor, autenticidad y con la salsa impregnada en su ADN. Al ser el sitio con más escuelas de salsa en el mundo, Cali no se queda corto de destinos para ir a bailar, por ejemplo, los clubs en los barrios Alameda y Obrero. El lujo supremo es asistir a Delirio, una inolvidable función salsera que ocurre el último viernes
de cada mes y promete un espectáculo a cargo de los bailarines más profesionales de la ciudad.
La gastronomía hace homenaje a los ingredientes autóctonos de la zona, ejemplo de ello, el chontaduro, una fruta que proviene de una palma oriunda de la región, así como la panela, extraída de la caña de azúcar, uno de los cultivos más importantes del valle. La Plaza del Mercado o La Galería son una buena opción para descubrir estas y muchas otras delicias regionales; y para probarlas en exquisitos platillos que fusionan lo típico con lo moderno, están los restaurantes Platillos Voladores y Antigua Contemporánea. Otras opciones para comensales son El Falso Olivo y La Gastroteca, que además cuenta con una excepcional carta de vinos.
Las compras son otra justificación para visitar a Cali, pues es la cuna de grandes diseñadores de la moda como María Elena Villamil, Renata Lozano y, por supuesto, Johanna Ortiz, cuyos diseños de aclamación internacional, seguramente han sido influidos por las particularidades de la ciudad que la vio nacer. La adorada línea contemporánea, Pink Filosofy, también tiene sus raíces en Cali, así como las exitosas firmas de accesorios Michú Handbags, Mallarino, Daniela Salcedo y Tres Almas. En cuanto al arte, el Museo de Arte Moderno La Tertulia es un must, albergando obras de importantes artistas nacionales como Miguel Ángel Rojas y Oscar Muñoz. La Iglesia Ermita es una asombrosa estructura neogótica inspirada en la catedral de la ciudad de Ulm en Alemania y una de las más visitadas en aquellas latitudes.
Según todo local, la mejor época para visitarlos es durante la feria en el mes de diciembre; sin embargo, si algo sabemos es que los encantos caleños están a disposición los 365 días del año, y tal como lo sugiere la Orquesta Guayacán, “oiga, mire, vea vengase a Cali
« La Sucursal del Cielo, como le dicen sus pobladores, se ha vuelto todo un hot spot »
para que vea!”. —Elena Wright