La mirada creativa de Faena
Ximena Caminos es una artista que crea ambientes e iniciativas sin creer en límites sociales o estéticos. Nos habla en exclusiva
Vale la pena aprovechar noviembre para andar por cada ciudad posible. Este mes es el más homogéneo en espíritu y color de todo el año. Un hemisferio se entinta de rojo-despedida, como umbral del invierno; el otro, se sacude con el rojo-jolgorio del otoño, y en todas partes el viento te ensarta como saeta empapada de aromas de cambio. Justo así tengo la suerte de llegar desde Puerto Madero, en Buenos Aires, a Miami, para encontrar a alguien más que sabe hacer que fluyan todas las transiciones: Ximena Caminos. La Directora Creativa del Grupo Faena eleva estéticamente a la categoría de proyecto cultural lo que sin ella y su otra sólida mitad empresarial, Alan Faena, sería un exitoso proyecto más de bienes raíces. “Hablar de Faena es referirse a la función del arte en general. El arte ha sido el mejor aliado de todos los movimientos socioculturales de la humanidad, como una especie de conjuro universal”, dice. “Se trata de un proyecto cultural que, además del arte, incluye muchas más cosas, como la gastronomía, por ejemplo. Mi background antes de trabajar con Alan, incluye mi formación en cultura y arte en iniciativas sin fines de lucro. Él aportó una brillante mente de negocios y funcionó de manera genial. De un emprendimiento de uso mixto, hicimos un distrito cultural a gran escala”, añade Caminos. Se refiere a su primer distrito, en Puerto Madero, al que siguió Miami. “Así tendemos un puente cultural entre Sur y Norte en América que están tan disociados. El arte ha sido para mí una herramienta de activismo social, y eso se refleja en Faena”, acuña. Un activismo social que está, ciertamente, en el ADN de ella... “Siempre he estado en sintonía con lo que mejore la vida de la gente y no creo en quedarme callada”, confiesa. Eso lo evidencia la manera en que fluye su conversación.
Resultaría Faena en una “gentrificación”? “No es así para nosotros. Claro que hay residencias millonarias, pero también hay una labor de llevar el arte a todos en nuestras instituciones culturales, que se integran a los proyectos. Faena Art, mi fundación, cuida mucho eso y trabaja con las comunidades”, aclara. Hablamos de tantos temas con esta mujer que el espacio nos estrangula. “También cuidamos el medio ambiente. En lo personal abrazo esa causa”, enfatiza. Conversamos sobre el narcisismo de esta era: “La educación es el antídoto. Los niños, en la medida en que los eduquemos bien, salvarán el futuro. Me conecto con la tribu que busca la solución”, afirma. Reitera que Faena se alinea con la idea de mejorar la sociedad a través de la cultura y, ¿la moda? “Me encanta y, mucho más, cuando es vehículo para buenas iniciativas que mejoran la sociedad y protegen el planeta”. Lo dicho, Ximena es una guerrera que reta los límites, como lo hace noviembre. —José Forteza