ARMARIO, Victoria de la Fuente,
Crecida en LIMA y forjada con una combinación de raíces peruanas y alemanas, esta joven consultora de moda nos cuenta sobre su trayectoria en Nueva York, Los Ángeles y PARÍS, así como las inspiraciones que se ha encontrado en el camino
El maravilloso territorio que ocupa Perú, con sus casas coloridas de Lima, los mercados en Cusco y Cajarmarca, los verdes saturados de la selva peruana y la arquitectura de las culturas Chimu y Mochica, fueron los elementos que alentaron la curiosidad en el campo creativo de Victoria de la Fuente.
Estudió en el Colegio Alemán, siendo Alemania el segundo país que marcó su vida, tras irse de intercambio durante la preparatoria. Eran los años 90 y el norte alemán estaba lleno de punks; para ella, ver a toda la gente expresarse tan libremente tuvo una gran influencia en su manera de vestir y percibir la moda hasta el día de hoy. Regresó de ahí con el pelo corto, de color rojo y zapatos de plataforma. Perú le había enseñado a apreciar el color y lo artesanal, pero Alemania le enseñó a utilizar la moda como medio de expresión.
Sus estudios y su primer trabajo de moda fueron en Los Ángeles, ciudad llena de extremos y glamour. Ahí comenzó en relaciones publicas trabajando en el lanzamiento de la colaboración de Paris Hilton para Marciano, en la que aprendió el poder del
mass market y las celebridades. Un encuentro fortuito con una amiga en Croacia la llevó a trabajar en Vera Wang en Nueva York, donde comenzó su carrera en el mundo de la moda de lujo.
Tras colaborar con varias publicaciones latinoamericanas y luego en Lambert + Associates en Paris y Nueva York, en las que se enfocó en el desarrollo de perfiles de diseñadores latinoamericanos, Victoria ha decidido lanzar su propia consultoría con sede en Manhattan. Viajar le alimenta el alma, y seguirá navegando por Latinoamérica para conocer marcas nuevas y llenar su clóset, de diseñadores que aún no han sido descubiertos. Por el momento, Dries Van Noten, Juan Carlos Obando y Céline son las marcas que más ocupan espacio en su armario. Pero no le es infiel a lo latino, en México sus favoritos son la joyería de Gala is Love y los sombreros de Gladys Tamez, y de Colombia son Maison Alma, Mulierr y Faride Ramos. Compra ropa de hombre al igual que ropa de mujer, mezclándola siempre con joyería abundante, sombreros y bolsos llamativos. Su estilo es ecléctico y espontáneo, con muchos vestidos wraps, pañuelos de Hermès, camisas de hombre, faldas midi y abrigos de colores y estampados atractivos. Al definir su estética, encontramos las claves de su personalidad: fuerte, vibrante, alegre y llamativa, iluminando un cuarto cuando entra en este. Nos encanta tener que esperar y ver qué trae el futuro para esta empresaria que encarna el espíritu latino, apoyando y portando los diseños de nuestra región con orgullo.