Con alma urbana, Los sombreros se han actualizado para embellecer a la moda otoñal.
La venezolana Isabella Behrens se ha forjado su propio camino en la moda. Del mundo editorial saltó a la consultoría de marcas LATINAS, las que hoy promueve por las calles de Nueva York
Tras seis años trabajando en la revista Vanity Fair —tres de ellos como editora de moda— Isabella emprendió un nuevo rumbo como vicepresidenta de relaciones públicas y mercadeo de Creo Consulting, la empresa afanada por abrirle puertas a diseñadores latinoamericanos (sobre todo, colombianos) en Estados Unidos. Lo hizo, además, en un momento estelar para el diseño de nues- tra región en el mundo. “Por fin le están dando a los diseñadores latinoamericanos la atención y relevancia que merecen, lo que les ha dado un incentivo de querer crecer y globalizar sus mercados”, confirma. Entre su clóset, las prendas de Juan Carlos Obando y Esteban Cortázar ocupan un lugar especial, tanto como las joyas de Paula Mendoza y las piezas de la marca peruana Escvdo.
Como toda fashionista consumada, tiene sus propios clási- cos, como un saco negro con la solapa blanca de Giambattista Valli, que adquirió en su primer sample sale en Nueva York. En materia de bolsos, recomienda invertir “en un par que te duren toda la vida”. Su última obsesión es la “cartera de playa, no para la playa”, y es que Isabella es de las que apuesta por el look de día, de noche, tanto en verano como en invierno. Para esta caraqueña la clave de cualquier outfit está en los zapatos. Se declara amante de los kitten heels, y si son de Monse, mucho mejor. También de las gafas de sol, las que colecciona compul- sivamente. Si se le consulta por las marcas latinas en las que vale la pena invertir, destaca a Maison Alma y Silvia Tcherassi. Confiemos en su radar. JOSÉ LUIS ÁVILA