Testimonio ESPERANZADOR
En CARTAGENA visitamos el restaurante Interno, una iniciativa que trasciende la gastronomía y se entroniza como la INICIATIVA más efectiva en términos de reinserción social de la que tenemos información. Esta historia es un refrendo de primera mano de que
Krystal Stevens, de Miami, ha estado siete meses en Cartagena y, durante ese tiempo, su vida ha cambiado. A sus 23 años llegó a cantar, pero cuando se disponía a salir de Colombia, un percance le torció el rumbo. “Al entrar en el sistema carcelario colombiano pensé que era el final. Imaginé que lo que seguiría iba a ser una lucha por la supervivencia, pero una fundación me demostró que hay iniciativas realmente encaminadas a prepararnos para reintegrarnos a la sociedad. Creen en nosotros e incentivan nuestras capacidades. En mi caso trabajo como camarera y puedo seguir cantando en un restaurante operado por nosotras mismas en el penal de San Diego: Interno”. El de Krystal es solo un testimonio del que tuvimos conocimiento después. Cuando llegamos a Interno, solo vimos un restaurante con un menú increíblemente bien elaborado y una cálida atmósfera de bienvenida.
“Interno es un espacio de reconciliación entre la población carcelaria y la población civil, un sitio de encuentro, de borrar estigmas y dar segundas oportunidades”, nos dice Johana Bahamón, actriz, empresaria, fundadora y directora ejecutiva de la Fundación Acción Interna. “En la Fundación dignificamos a los seres humanos que están en las cárceles, trabajamos por transformar errores en oportunidades. Nuestra mayor satisfacción son sus sonrisas, ser testigos de su transformación, generar oportunidades y herramientas para que se reintegren a la sociedad de la mejor manera. Las niñas que ya han salido en libertad están trabajando en los mejores restaurantes de Cartagena y con los mejores diseñadores”.
Este es un modelo único de reinserción social y una muestra de lo que debe ser todo el concepto del reintegro social de quienes, por la razón que sea, pasan por esa experiencia. Para que todo funcione, la iniciativa tiene entre sus objetivos el llevar a las integrantes un sentido de colectividad y servicio. Nigda Hernández, de 52 años, es otra de nuestras anfitrionas en Interno. Hace ya dos años que está en San Diego y le llaman Cielo... “Nunca pensé que en la cárcel aprendería el valor del servicio a otras personas. Antes solo pensaba en mí, ahora sé cómo apoyar a otras personas. Hoy, soy una persona más útil”. Aquí, todas las mujeres son empoderadas a través de la capacitación en la gastronomía, la hotelería, las finanzas y la creación de empresa, que les permitirán reintegrarse más efectivamente a la sociedad una vez recuperen su libertad. Antes de marcharnos escuchamos cantar a Krystal. · No podemos evitar que nos cale hondo un dejo de nostalgia en su voz, pero sobre todo, prevalecen las notas de esperanza.