El milagro de LA UVA
Mathilde Thomas celebra dos décadas de Caudalíe y lanza un producto INNOVADOR elaborado en colaboración con la Universidad de Harvard
Ella es una de esas mujeres que inspiran. Mathilde Thomas, de 46 años, nacida en Grenoble, región de los Alpes franceses, es la cofundadora de la marca culto de belleza Caudalíe (su marido, Bertrand, es su socio en la empresa). Hace 23 años, lanzaron juntos una de las firmas naturales más respetadas de la cosmética francesa. Hoy, trabajan en colaboración con ex- pertos en envejecimiento del mundo entero: el último fue el Dr. David Sinclair, codirector del Centro de Biología del En- vejecimiento dentro de la Harvard Medical School, conocido como “el gurú de la longevidad”.
“Sinclair conduce estudios para que las personas permanezcan jóvenes por más tiempo. Cuando lo conocí, me encantó saber que consumía un gramo de resve- ratrol todos los días y que había creado una crema con la sustancia para aplicar en el rostro”, cuenta Mathilde a Vogue. “Trabajamos juntos cinco largos años para desarrollar innovaciones revolucio- narias y descubrimos una solución que actúa contra la reducción progresiva del metabolismo energético de nuestras cé- lulas: el complejo Vinergy, exclusivamen- te integrado a nuestro nuevo Cru Serum Premier”, explica.
Pero Mathilde, hija de viticultores de la región de Burdeos, tardó en entender que tenía en la mano todo lo que nece- sitaba para lanzar un caso de éxito con las semillas de uva. Pero no fue tan evi- dente. Fue necesario un encuentro que cambió el curso de su destino, el del Profesor Vercauteren, director del La- boratorio de Farmacognosia (química de sustancias naturales) de la Facultad de Farmacia de Burdeos. “Yo culminaba mi formación en la Escuela de Comer- cio y mi sueño era hacerme perfumista en Grasse, especie de sitio sagrado de los nez franceses. Pero mi encuentro con Vercauteren cambió mi vida”, recuerda.
“Era 1993 y estaba en la casa familiar para la época de vidanges (cosechas), como sucedía todos los años. Me encon- traba guiando a un grupo de personas que visitaba el lugar cuando el profesor se paró frente a una gran cubeta de uvas y me dijo: ¿Sabes que estás tirando un
gran tesoro?”, comparte. Con esta frase, el estudioso abrió los ojos de Mathilde sobre el poder de los antioxidantes de polife- noles en las semillas de uva, un verdadero escudo contra los ra- dicales libres, principales responsables del envejecimiento de la piel. Al año siguiente, la marca fue lanzada con la primera brevet de extracción y estabilización de polifenoles de semillas de uva, la molécula más eficaz del mundo vegetal.
“Al principio, fabricábamos cinco mil cremas y las vendíamos nosotros mismos en farmacias locales. Hoy en día, tenemos presencia internacional; ¡es una aventura extraordinaria!”, afir- ma. ¿Y qué opina del boom de los productos orgánicos? “Soy una gran fan de los orgánicos, trato de consumirlos al máximo. En relación a la cosmética, las cosas progresan lentamente. Prefiero crear productos ultra eficaces”, cuenta. “Hago lo po- sible para sacar cualquier trazo de silicona de mis productos y dejarlos lo más naturales posible”, dice. Además, el 1% de las ventas de la marca van a las asociaciones de protección del medio ambiente, lo que ya es un buen paso, “Me siento muy orgullosa de que Caudalíe done ese porcentaje al planeta. Con eso, ya plantamos más de cuatro millones de árboles”, afirma la empresaria y agrega, “Somos el mayor contribuyente europeo en ese aspecto y nunca podría imaginar tal hecho al comienzo de todo”. Después de dos décadas de empresa, ¿cuál es el ba- lance? “Siempre quise crear productos eficaces con fórmulas naturales, texturas suntuosas y olores maravillosos”, finaliza orgullosamente Mathilde.