Curva del deseo,
Te revelamos el secreto de las melenas con ondas más voluminosas y bien definidas.
Gruesas y definidas como la que a menudo llevaba Madonna en los 90’s; despeinadas como Penélope Cruz en el filme Nine o marcadas y sueltas como Sophia Loren en Matrimonio a la
italiana, las ondas se llevan en todas sus versiones después de varios años de cabellos planchados, ¿por qué? Esta nueva onda se inspira en el estilo de Hollywood de los años de oro, glamour y feminidad. Sin importar la fuente de la inspiración, las ondas son una realidad aquí y ahora, encantándonos porque, además de reinventar nuestra imagen (seductora y sofisticada) según sea más abierta o menos, más suave o más marcada, tienen una multitud de beneficios para nuestro cabello. Le aporta volumen y mucho movimiento, pero siempre con una idea de control. Tam- bién juega con el color creando un mundo de luces y sombras que proporcionan mucho brillo y difuminan reflejos y mechas.
Por regla general, tienden a suavizar las facciones, dando un to- que más fresco, al contrario que los lisos, que resaltan más los ángu- los del rostro. ¿Alguna contraindicación? Las caras muy redondas no deben de llevar ondas en el cabello corto porque acentúan su redondez. El corte adquiere mucho protagonismo, ya que las capas largas favorecen más y le dan estructura a la melena. Lo principal es tener en cuenta la geometría del rostro y poner énfasis en los vo- lúmenes a la hora de cortar. Y... Cuidado con los flecos extremada- mente cortos, que no suelen ser favorecedores con las ondas.
Para el maletín de herramientas, el mercado ofrece una gama de productos e instrumentos para trabajar las cabelleras ondula- das. La base es un spray de volumen y a continuación tenazas o planchas. Para recrear estos looks es necesario una plancha o rulos calientes grandes para maximizar el tamaño de la onda. Se empie- za por la raíz y se trabaja hacia la punta. Ojo. ¡No cepillar, que se deshacen! Quedarán unas ondas perfectas que con el tacto de los dedos se aligeran para obtener un estilo de los años 90.
En resumen, el típico movimiento ondulado se reproduce y nos devuelve al punto de partida. ¡Procedamos con precaución! ¡Las curvas vienen para mucho rato!