IDEAS y genios
Entornos, MENTES creativas y la máxima de que el cliente es el destinatario y el centro, son la esencia de Moncler Genius, una iniciativa INÉDITA que ya muestra sus sólidos aportes para la moda
La capacidad de presentar una propuesta única es lo que deno- ta la identidad de una marca. Este ha sido el enunciado por el que ha diseñado su senda la casa Moncler, desde su fundación en Monestier- de- Clermont, Grenoble, Francia, en 1952. Su fórmula de triunfo ha sido combinar el oficio de la costura con la investigación constante y el saber sacar partido a los avan- ces tecnológicos. Con esa misma máxima, nació la iniciativa Moncler Genius, centrada en la experiencia del usuario y que acoge ocho colecciones cápsula, cada una capitaneada por un diseñador de renombre diferente, y que ha hecho así un aporte notable al catálogo de la casa. Esta es una muestra de cómo incentivar la capacidad de reinvención más revolucionaria, en
un ambiente que propicia y pone alas a la creatividad. Con la vista puesta en el futuro, Remo Ruffini ve el proyecto como un centro gestor que acoge a talentos diversos y excepcionales, capaces de trabajar por un objetivo común sin perder su indi- vidualidad. Aquí es válido atreverse, exponer y trabajar toda idea dirigida al mundo de la moda, que pueda cambiarnos en sentido positivo para ascender un escalón hacia el futuro. El edificio Moncler Genius es, justamente, donde todo este tra- bajo puede constatarse. El centro creativo se subdivide en es- pacios, cada uno dedicado a la idea de una mente creativa y su desarrollo. Lo que tienen en común es que todas se generan y, a la vez, desembocan en un cauce que acentúa la identidad de Moncler. El ciclo mantiene la creación de cada producto como centro y el consumidor como su destinatario. Cada cliente es único, así que el producto tiene que estar imbuido de una rara capacidad para hacerse atractivo a todos.
Presentado al gran público el pasado febrero, durante la sema- na de la Moda de Milán, los resultados de Moncler Genius se han ido desvelando poco a poco, con acciones particulares cada mes, al tiempo que las boutiques de la firma, son las vitrinas de lo que se genere, además de pop-ups que se han ido exponien- do. En esa línea se han lanzado dos espacios conceptuales en el Soho, de Nueva York y el barrio Aoyama, en Tokio. Allí es posible acceder a las creaciones exclusivas y de edición limitada Moncler Genius, más objetos que pueden ir desde un disco de Alexander Desplat a un libro de Hiroshi Fujiwara. Como esas, más de 50
pop ups dentro de las boutiques monomarca de Moncler y tien- das seleccionadas de todo el mundo son puerto de llegada de las colecciones cápsula que se crean. Esto no se trata de una fórmula más, sino de un mecanismo que acerca de manera efectiva a las y los seguidores de la marca, sus entornos y el legado que sustenta ( el prestigio actual de una gran maison.