VOGUE Latinoamerica

Eiza González,

Una cara bonita no basta para ser una mujer poderosa en HOLLYWOOD. La actriz mexicana lo sabe y, bajo esa advertenci­a, se ha propuesto conquistar la meca del cine. Sus proyectos, que ya suman once desde el año 2017, demuestran que rodeada de un éxito evid

- Fotógrafo BEN HASSETT - Realizació­n PAUL CAVACO

Conversamo­s con esta actriz mexicana quien se ha propuesto conquistar la meca del cine.

Si no conoces a Eiza González podrías preguntart­e quién es ella. Sin embargo, ten por seguro que tu marido, novio o hermano saben perfecto de quien se trata.

Eiza es una de las Hollywood’s hottest girls del momento –por decir lo menos– y dicha descripció­n surge desde que se dio a co- nocer en Hollywood con la serie de Robert Rodriguez, From Dusk Till Dawn. Eiza tiene los looks de una top model, pero cuando la escuchas hablar, descubres lo inteligent­e y carismáti- ca que es. Con ella no hay small talk, toca solo los temas que le parecen relevantes haciéndolo con una honestidad brutal y sin dejar de lado su parte terrenal, misma que es imposible de ver en sus fotografía­s. En el 2017 salió Baby Driver, su primera película blockbuste­r y, desde entonces, participa en once exitosos proyectos.

Una carrera a velocidad estrepitos­a, pues además de confesar- se plenamente una workaholic, su lista de metas no es corta y a sus apenas 29 años, queda claro que logrará cada una de ellas.

Eiza, por lo que veo y leo, estás en muchos proyectos de modo simultáneo… Sí, estoy agotada. El año pasado me dediqué a hacer únicamente cine. Realicé una película en Barcelona con una directora española y con Milla Jovovich, Emma Roberts y Danielle Macdonald. Hice Bloodshot en Sudáfrica, que es un filme de superhéroe­s. También trabajé en Fast & Furious: Ho- bbs and Shaw al mismo tiempo que Godzilla vs King Kong. Entonces, sí que he estado muy movida… Cuéntame de Welcome to Marwen, me encantó el trái-

ler de la película –hasta lloré– muero por verla… ¡No sabes qué bonita película! Está basada en la vida de Mark Ho- gancamp, quien pasó por una situación de abuso, un verdadero acto de odio. Me gustó mucho ser parte de este proyecto por su mensaje, ya que vivimos en una sociedad muy destructiv­a en la que todo juzgamos, criticamos y siempre hablamos mal de la gente o tenemos algo qué decir de los demás. Justamente ese es el mensaje de esta película: la aceptación, el dejar a la gente tener su propia versión de quien es, y las virtudes de Mark son inspirador­as. Ade- más, el director Robert Zemeckis quería que la gente se sintiera parte de la historia, y la forma de lograrlo fue eligiendo a todas las mujeres de Marwen de diferentes etnias, culturas e idiomas. Así es que resuena mucho con la gente, yo lo pude sentir con los latinos durante los primeros screenings. Me siento orgullosa de ser parte de esta película porque representa de una manera muy bella a las mujeres de nuestra cultura. En mi caso, en forma de una muñeca vestida de Adelita; y como te comenté, al final transmite algo que para mí es muy importante: la aceptación, el aprender a respetarno­s y ser más bondadosos entre seres humanos, a querernos más.

Totalmente de acuerdo. Es un buen mensaje, pues siempre hay más críticas negativas que comentario­s positivos. Nos atacamos mucho unos a otros. Me gus- tó lo que dijiste en una entrevista: “Lo que tenemos que hacer es apoyarnos más, sobre todo, entre noso- tras las mujeres…” Sí, algo que me hizo mucha falta en esta industria fue una mentora. Me hubiera encantado tener una mujer mexicana cerca, pues en este mundo, la única ma- nera que la gente nos vea de la mis- ma forma es si nos apoyamos. Por eso admiro mucho a la comunidad afroameric­ana. Ellos se apoyan al cien por ciento; eso es lo que nos hace falta a los latinoamer­icanos. A mí, por ejemplo, me emociona todo lo que está pasando con la película Roma de Alfonso Cuarón y con Yalitza, quien creo es una digna representa­nte de las mujeres mexicanas. Es súper importante fomentar el apoyo entre nosotros como comunidad. Yo me siento orgullosa de quien esté aquí, pues no es una industria sencilla, y es una gran responsabi­lidad re- presentar nuestra cultura al resto del mundo. Es difícil, sobre todo, porque nunca podemos darle gusto a todos. Así que res- peto mucho a quien tenga la capacidad y la fuerza de tomar esa decisión. Para mí es un orgullo que durante tres años consecu- tivos un director mexicano ganara un premio Oscar. Y eso hay que aplaudirlo, ya sean logros grandes o pequeños. Todo es un paso adelante para México. Coincido totalmente e incluso a veces los mexicanos sienten menos apoyo en su país que fuera del mismo…

Me siento apoyada por mi país dentro de su capacidad de ca- riño. Si no fuera por este no estaría donde estoy. Sin embargo, podríamos mejorar. Creo que hay que ser menos críticos en el sentido negativo, siempre encontramo­s algo malo que decir de la persona, sin pensar en el sacrificio o el trabajo que le costó a esa persona llegar a cierto lugar.

Tanto valor tiene lo que hago, como lo que hacen todos los de- más: Marina (de Tavira), Yalitza (Aparicio), Gael (García Bernal), Eugenio (Derbez), Salma (Hayek)… Todos con el orgullo de ser mexicanos. A veces duele ver que nadie toma en cuenta las decisio- nes que están en juego. Yo tomo muchas de las decisiones de mis personajes, pensando en no representa­r mal a las mujeres mexica- nas y sucede que, al final, esas mismas personas son las que te criti- can. No me enoja. Me duele mucho. Me gustaría que hubiese más orgullo y apoyo entre las mujeres, compañeras mexicanas y latinas. Celebrar lo que están haciendo todas. Te repito, es una industria muy difícil y encima hay que dejar tu país, familia y estabilida­d en la búsqueda de un sueño. Se dice fácil, pero no lo es y por eso de- bemos sentirnos orgullosos de los logros de los demás.

TOMO MUCHAS DE LAS DECISIONES DE MIS PERSONAJES PENSANDO EN NO REPRESENTA­R MAL A LAS MUJERES MEXICANAS Y, AL FINAL, ESAS MISMAS PERSONAS SON LAS QUE TE CRITICAN. NO ME ENOJA. ME DUELE MUCHO. ME GUSTARÍA QUE HUBIESE MÁS APOYO ENTRE NOSOTRAS

Sí, estoy contigo con todo este tema del apoyo entre nosotras. Me encanta ver a más mujeres de la indus- tria abiertas a hablar sobre su idea de feminismo, me gusta que se hable de estos temas que son relevantes… Es que ya era tiempo. Por mucho tiempo vivimos en una épo- ca en la que nos fue vendida la imagen de la perfección. La década de los 90 era eso, teníamos que encajar dentro de esa “perfección” y, ahora, con la vida digital es peor que nunca, hay una sobresatur­ación de nuestra imagen en revistas, blogs, re- des sociales… Hay que hacer un esfuerzo para poder explicar- nos y decirle a la gente: ‘ Yo también tengo mis insegurida­des. Yo también soy una mujer con miedos. Soy como tú, como tu hermana y tu mamá y, a veces, me siento absolutame­nte inse- gura de quien soy y eso está bien. Que si estoy menos marcada que ayer, que si engordé, que si quiero cambiar de novio muy rápido... Seguro que alguien tiene una opinión al respecto, pero es que tampoco se puede vivir en un estado de absoluta perfec- ción, tenemos que vivir con una mentalidad mucho más abierta. Y dejarnos en paz, Eiza. Que cada quien haga lo que quiera con su vida… Sí, por favor, más respeto a los demás. Las decisiones son de cada quien, hay que ser solidarios, más felices, más humanos. En las redes socia- les alguien se esconde detrás de su computador­a y te pone comentario­s de odio. Eso solamen- te fomenta odio en su propia vida.

En las entrevis- tas y en los eventos siempre te ves muy positiva y sonriente. Eso debe ser duro, sobre todo, con lo vil que son algunos de los medios. Es muy fuerte. Fui una persona que creció en el ojo público durante toda mi adoles- cencia y es durísimo. Hoy, estoy a punto de cumplir 30 años y la gente me conoció a los 14. Fue muy difícil, pero algo que aprendí de eso fue que siempre estaba tratando de llenar las expectativ­as de todos los demás, menos las mías, y eso es un mal que pasa cuando eres una niña que apenas está descubrien­do quién es. Y pues... No sabes nada porque apenas estás definiendo tu perso- na, gustos, carrera y, de pronto, llegan todas esas expectativ­as de la gente: que si cantas tienes que vender millones de discos, que si actúas tu novela debe ser la más exitosa, que si no haces pelícu- las… Y, perdona mi francés, pero un día dije a la chingada y co- mencé a preguntarm­e: ¿Cuál es mi motivo de vida? ¿Quién soy? ¿Quién es Eiza González? ¿Qué es lo que me causa felicidad?

A mí, lo que me produce felicidad es tomar las armas que me dio la vida y utilizarla­s. Estoy orgullosa de cómo hablo inglés. La gente dice que lo tuve todo fácil, pero nadie me dio nada de gratis. Me esforcé y me gusta ser absolutame­nte bilingüe y representa­r también a los dreamers. Siempre me pregunto, ¿dónde es mi nicho? ¿En dónde puedo entrar ahora? Como actriz pasas por ese proceso. Primero tomas todas las oportu- nidades que aparecen, porque te da miedo que no volverás a agarrar nada. Sin embargo, ahora puedo decidir qué papeles quiero representa­r. Me gusta estar en esa posición en donde puedo decidir sobre mi carrera, decir a qué sí y a que no, en- contrar personajes gigantes o pequeños pero que le den diver- sidad a mi trayectori­a como actriz. Ya estás en un lugar que te ganaste y es un gran si- tio para estar. Desde ahí, ¿qué sigue? Mira, mientras más pasa el tiempo en esta industria, más respeto a todas las mujeres que hay en ella, pues es una industria predominan­te con hombres y eso es duro… Este año quiero enfocarme a producir, sobre todo, más cosas de escritores mexicanos y latinoamer­icanos que nadie conozca aquí. Quiero producir historias de mujeres mexicanas, como Salma lo hizo con Frida Kahlo, pues ella cambió la historia del arte de nuestro país. De esta misma manera, hay millones de mujeres que han hecho cosas maravillos­as en la política, la reli- gión, la literatura... Hay que educar más al mundo sobre nuestra cultura, pues lo único que se ve son historias sobre el narcotráfi­co. ¡Ay, sí! ¡Una serie más de narcos y me voy a matar!

Es que hay mucho más que eso. Por esa razón fue que Cuarón me conmovió tanto con Roma. Nadie conoce a México como su propia gente. Quiero hacer eso con mujeres que han cambia- do la historia de nuestro país. Demostrar que somos diversas y no solo la niñera, también somos la ejecutiva, la abo- gada... No quiero crear solo historias para mí, quiero traer a más actrices mexicanas. Es- toy tratando de producir una serie y buscando otra mujer que no sea yo. Robert Rodríguez lo dice bien: “Necesitamo­s traer más historias de allá, para protagoniz­ar nuestras historias”.

Me encanta tu idea de producir, ¿Te ves dirigiendo algún día, cambiarte del lado de la cá- mara? ¡Completame­nte! Es algo que quiero hacer, ser directora de fotografía, pues es algo que me apasiona a la par que la actua- ción. En unos años quiero empezar a hacerlo.

Puedes ser una role model, ¿qué le quieres dejar a las más jóvenes? Que al final del día puedan encontrar lo que su propio corazón quiere, que nadie a tu alrededor determina quién eres. Vivimos una sociedad y un mundo donde hay mucho de ‘lo que es correcto e incorrecto’, donde nos dicen qué es malo y qué es bueno, y eso es una presión ajena. Al final del día lo que importa es tu propia felicidad. No sentir miedo o pena al caerse y levantarse de nuevo, pues siempre nos podemos reivindica­r. Solo nosotros vivimos en nuestro cuerpo y la vida se acaba muy rápido. Hay que vivirla como mejor nos parezca.

MIENTRAS MÁS PASO EL TIEMPO EN ESTA INDUSTRIA, MÁS RESPETO A TODAS LAS MUJERES QUE HAY EN ELLA, PUES ES UNA INDUSTRIA PREDOMINAN­TE CON HOMBRES Y ESO ES DURO… ESTE AÑO QUIERO ENFOCARME A PRODUCIR, SOBRE TODO, MÁS HISTORIAS SOBRE NUESTRA CULTURA

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 ??  ?? Vestido asimétrico, de Oscar de la Renta. En página 116 y 117: chaqueta de Altuzarra.
Vestido asimétrico, de Oscar de la Renta. En página 116 y 117: chaqueta de Altuzarra.
 ??  ?? Vestido con lazo en el cuello, de Versace.
Vestido con lazo en el cuello, de Versace.
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 ??  ?? Chaqueta y camiseta de Monse. En página opuesta: chaqueta y shorts, todo de Miu Miu. En este reportaje: peinado, Serge Normant/statement Artists; maquillaje, James Kaliardos; manicura, Mar Y Sol; digitaliza­ción, Carlo Barreto; producción, Victoria Pavon/now Open; asistente de moda, Sofia M Lavinia; asistentes de foto, Roeg Cohen y Alyza Jean- Condon; talento, Eiza González.
Chaqueta y camiseta de Monse. En página opuesta: chaqueta y shorts, todo de Miu Miu. En este reportaje: peinado, Serge Normant/statement Artists; maquillaje, James Kaliardos; manicura, Mar Y Sol; digitaliza­ción, Carlo Barreto; producción, Victoria Pavon/now Open; asistente de moda, Sofia M Lavinia; asistentes de foto, Roeg Cohen y Alyza Jean- Condon; talento, Eiza González.

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