LiNeisy Montero
Su belleza femenina e inocente, sus rasgos tropicales y su cabello de estilo ‘ afro’ impresionó a la industria hace unos años. Desde su debut en Milán, su portafolio ha acumulado una serie de campañas, desles y editoriales de moda que resaltan su ESPLEND
Sí, aún sucede. La falta de diversidad cultural en la moda sigue estando latente. No obstante, la industria, o más bien sus actores, se han propuesto cambiar la situación. Es por esto que cuando los estereotipos se rompen, se demuestra que los tiempos han cambiado. Lineisy Montero forma parte de esa porción de personalidades, en este caso latinoamericanas, que contribuyen a los esfuerzos progresistas de la moda.
Su historia ha sido contada muchas veces: la joven que fue descubierta en un parque de diversiones y de ahí saltó a las pasarelas de las rmas más importantes del mundo. Ahora, la modelo dominicana, sumergida entre el éxito y la nostalgia, nos comparte en exclusiva cómo ha sido ese camino y sus impresiones sobre la pluralidad en la moda.
Cuando Montero está off-duty se levanta entre las nueve y 10 de la mañana. Su mamá, según nos cuenta, lleva un recuento de sus pasarelas y lo último que hace antes de dormir es disfrutar de un libro o de alguna película o serie en Netix. Una rutina normal para una de las modelos latinoamericanas más cotizadas de la industria, armación que aún no termina por aceptar. “Realmente es algo que aún sigo sin creer. Como siempre he dicho, el modelaje nunca estuvo en mis planes y es algo muy loco porque durante las clases de modelaje que tomé, era una de las peores y ahora hay
personas que me detienen en la calle y me dicen qué orgullosas están de mí y que les encanta mi trabajo. Se siente bien saber que mi trabajo las ha inspirado”.
Fue entre 2015, cuando desfiló por primera vez para Prada, y 2016 que la carrera de Lineisy despegó. Todos hablaban de ella, de sus rasgos afroamericanos y de su cabello. De ese modo que su melena, completamente al natural, se ha convertido no solo en su signature, sino en la posibilidad de mandar un poderoso mensaje. “Vengo de un país donde a mi cabello se le considera ‘malo’ y cuando se llega a la adolescencia lo primero que se quiere hacer es librarse de él. No sabes la emoción que me da cuando hay personas que me dicen que por mi cabello decidieron dejarse el suyo también al natural. El mensaje que me gustaría compartir es el de aceptarte como eres y sentirse orgulloso(a) de cómo Dios te hizo y sin necesidad de esconderlo bajo un permanente”.
Evidentemente, Montero ha atravesado por una maduración profesional desde que debutó en Milán, la cual la ha llevado a ser imagen de las campañas de grandes firmas como Givenchy, Chanel, Louis Vuitton, entre muchas más. “Luego de los años en la industria, conoces casi a la mayoría de fotógrafos, diseñadores, estilistas, etc.; y también el modo en que trabajan y lo que quieren. Del mismo modo, ellos también conocen tus fuertes, además hay más confianza y creo que eso me ha ayudado bastante”, afirma.
Y es en esa búsqueda por aplaudir la diversidad cultural que diseñadores y marcas cada vez han abierto más espacios para esta. Un ejemplo de ello es la participación de modelos transgénero o de la unión de las pasarelas womenswear y menswear en una misma presentación. “Creo que quienes movemos la industria de la moda somos los consumidores, y lo que queremos en estos momentos es diversidad; un tipo de belleza más natural y real. Creo que aún faltan muchas cosas por hacer, sin embargo, hoy en día hay más modelos de color, latinas, asiáticas, plus size y de cabello afroamericano y las personas, al ver esto, sienten que los estándares ya no son inalcanzables y que la moda puede ser para todos”, nos cuenta la modelo.
Para Lineisy, como para muchas otras más, el camino no ha sido fácil. “Me he sentido insegura muchas veces, como si realmente no fuera la indicada para hacer el trabajo. Pero luego pienso que si esas personas me eligieron entre tantas y depositaron su confianza en mí, es porque soy buena en lo que hago. También llamo a mi mamá o a mi abuela, ellas siempre saben cómo subirme el ánimo”. Y es que los desafíos de esta industria son demandantes. “Los mayores retos a los que me he enfrentado han sido el idioma y algunos estereotipos. Ciertas personas tienen un mal concepto sobre los latinoamericanos como que somos irresponsables y no es así”.
Hoy, Lineisy protagoniza nuestra portada de febrero con una moda tan cándida como ella, al mismo tiempo que se encuentra llena de proyectos y un prestigio que crece y resuena en la industria de la moda y que, indudablemente, enorgullece al continente que la vio nacer. “La moda nunca estuvo en mis planes, así que estoy abierta a las nuevas oportunidades que se presenten”. Y que, seguramente, serán muchas.