Carta de la Directora - 156, De fiesta
Argentina es cuna de historias que merecen engalanar las páginas de Vogue. Desde la joven cantante en ascenso, hasta la discreta artesana que entreteje con hilos la tradición TEXTIL más icónica de esa nación, ellas y ustedes son las protagonistas de esta bella edición
¡Es difícil creer que ya es noviembre! Tradicionalmente, la edición de este mes tiene como protagonista al lujo; pero este año, en el que celebramos el vigésimo aniversario de Vogue, decidimos hacer las cosas diferentes. Salvo pocas excepciones –como las de Irina Shayk, Gigi Hadid y Rosalia–, nuestras ediciones han estado dedicadas a celebrar mujeres latinas que amamos. Y esta no podría quedarse fuera. Por ello, nuestra penúltima portada de 2019 y la segunda del año con una argentina, es la cantante Chiara Parravicini. Esta joven de aire bohemio creó su nombre como Yam en la serie televisiva Soy Luna de Disney, y el año pasado lanzó Wilder, su primer álbum como solista, logrando una importante influencia a nivel mundial. Fue a mediados de julio en París cuando, aprovechando los desfiles de Alta Costura a los que asistió, hicimos la sesión fotográfica para la revista. Solo con ver las fotos, tomadas por David Ferrua y con el estilismo de Michelle Cameron, supe que era perfecta para la portada. Su sentido de la moda, siempre relajado pero con accesorios sobresalientes, y su estilo, influencia de su madre según lo que ella misma declaró en una entrevista, son simplemente únicos.
Además de promover el talento latinoamericano, estas ediciones de aniversario tienen como objetivo mostrar a artistas y artesanas que viven y trabajan en nuestra región. Existen tantas mujeres grandiosas que nunca es fácil elegirlas. Pero esta vez nos fuimos adonde nunca habíamos llegado: la Pampa Argentina. Roxana Amarilla viajó a la ciudad de Victorica para conocer a Guillermina Cabral, quien trabaja con herramientas de tejido tradicionales para elaborar ponchos increíbles. Fue muy interesante aprender sobre esta técnica ancestral y de la que poco –o nada– hemos escuchado hablar. Espero que su arte no se pierda nunca y que pueda seguir inspirando y compartiendo sus historias, tradición y creatividad por mucho tiempo más.