Carta de la directora - 22, Objeto de deseo
Una NUEVA temporada se hace sentir en la atmósfera de la moda y en las páginas de Vogue, aunque esta vez es distinta a otros años. La diversidad, la INCLUSIÓN y la lucha contra la violencia que sufren nuestras hermanas se apodera de esta edición de marzo
Preparando la edición de este mes, tomamos la decisión de no únicamente hablar de la impresionante moda que vimos en las colecciones de primavera, en las que diseñadores como Marc Jacobs, Louis Vuitton, Carolina Herrera y Johanna Ortiz explotan en color, estampados y volumen, sino de realmente celebrar a las mujeres. Para nuestra portada de marzo, trabajamos con el veterano fotógrafo Anton Corbijn y mi ex colega, el estilista Michael Philouze, y escogimos a tres modelos jóvenes, muy diferentes entre sí y arregladas de manera que cada una proyectara su personalidad única. Cynthia Arrebola, modelo argentina, que inició su carrera hace tan solo unas temporadas, sin embargo, ya debutó en las pasarelas de Tom Ford, Michael Kors, Carolina Herrera y Gabriela Hearst, entre muchas otras; Jean Campbell, Lady Jean, de Inglaterra, quien junto con su hermana, ha acaparado la industria de la moda últimamente, presentándose en pasarelas de diseñadores como Louis Vuitton y en las campañas publicitarias de esta temporada de Lanvin y Coach; y Kesewa Aboah, inglesa con ascendencia africana, a quien conocí hace poco en la Ciudad de México y que ha llevado una carrera menos tradicional, trabajando en Londres, Nueva York y la capital mexicana, aventurera y con un espíritu libre. Estas tres modelos personifican el nuevo mundo de la moda, uno más incluyente y menos rígido. Hace cinco años, una modelo petite como Jean era considerada una rareza y una afroinglesa con raíces ghanesas tampoco era común. Esta evolución es muy emocionante, ya que nos permite abrir la puerta a rostros nuevos. Este número está lleno de mujeres maravillosas que merecen ser celebradas en el Día Internacional de la Mujer. En Latinoamérica, todavía hay mucho por hacer en la lucha contra la violencia a la mujer y la equidad de género. Cuando leo la pieza que preparó Mon Laferte para esta edición, me pongo a reflexionar sobre mi propio comportamiento. ¿Cuántas veces hemos sido críticas con las otras mujeres en lugar de apoyarnos la una a la otra? ¿Cuántas veces hemos criticado a diseñadores que han tratado de ser incluyentes, poniendo a modelos no convencionales? Si de verdad queremos aportar algo contra esa violencia en nuestros países y ayudar a otras mujeres, tenemos que dejar de ser nuestras propias enemigas. Espero que en esta edición puedan descubrir a muchas de estas mujeres y lo que están haciendo para romper estereotipos y ser más incluyentes, para así tratar de ser más solidarias.