Dos ORILLAS
En los bordes del Río Plata, la gastronomía está dando de qué hablar. Propuestas que revindican los sabores regionales emergen con una historia que CONTAR. En el mes de la mujer, conversamos en exclusiva con dos talentos latinoamericanos unidos por una mi
Lucía Soria
Aceite de oliva virgen, pimienta negra y un sonido crocante nunca faltan en la cocina de Lucía Soria. Nacida en Argentina, radicada en Uruguay y con el corazón en Pueblo Garzón, la madre y emprendedora trabaja una gastronomía simple, basada en el producto y con texturizados detalles, que define la esencia de sus restaurantes en la mística Ciudad Vieja de Montevideo: Jacinto y Rosa.
“Nunca olvido la felicidad de mi familia la primera vez que le cociné. Desde entonces, el arte culinario devino mi demostración de afecto”. Estudiando gastronomía comenzó a trabajar con Mallmann, el rey de los fuegos, quien fue su gran maestro. En búsqueda de su identidad, en 2010 abrió Lucifer, su primer bistró en Garzón al cual hoy recuerda con ternura.
Jacinto invita a comer rico en un cálido ambiente con el mejor servicio. Apunta a demostrar que en Uruguay no solo se come carne. En la vereda de enfrente se encuentra Rosa, una pequeña pizzería que emana el más provocativo aroma a pan de masa madre.
La cocinera no es solo reconocida por sus exitosos locales. Su libro y ser jurado en Master Chef la convirtieron en una figura renombrada. Además, hace un año, también es mamá de Félix. Con el paladar abierto a degustar el sinfín de sabores que le presente la vida, Lucía busca, con su arte, sorprender con relieves y generar experiencias de disfrute y descubrimiento.
Mica Najmanovich
En la otra orilla en la ciudad de Buenos Aires, Mica Najmanovich rompe con los paradigmas de la cocina tradicional y junto a su novio Nicolás Arcucci, emprenden Anafe. Lo que solía ser una exclusiva propuesta en un piso ocho, el mes pasado abrió sus puertas a la calle.
“De chica, cuando cenaba con mi familia en un restaurante, mezclaba estratégicamente los restos de comida y fantaseaba con que al día siguiente surgiera un nuevo especial en la carta”. La chef exploró desde cocinas high volume hasta el fine dining, se formó como pastelera en Melbourne y extendió su paladar en el Sudeste Asiático.
Anafe comenzó como una propuesta itinerante, casi secreta. Rápidamente el rumor se corrió y hoy, detrás de una puerta amarrilla en Colegiales, en un luminoso espacio que remite a un jardín de invierno, se pueden degustar los más sublimes sabores, que son producto del perfecto binomio que hacen Mica y Nicolás. “Anafe utiliza superlativamente sus insumos, generando sorpresivas asociaciones de productos que provocan lo que uno ulteriormente busca: satisfacción”, redacta el blog gastronómico EatsBA. Las gírgolas caramelizadas con una reducción de oporto, pesto de pasas y puré de castañas, son un clásico de este neo bistró. Comer
Sur. gustoso, acompañar con un buen vino y pasar un agradable momento es la invitación que nos hace este talento emergente del Cono