VOGUE Latinoamerica

Segundo acto

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Cuando Thebe Magugu se dispuso a transforma­r un vestido fucsia de Pierpaolo Piccioli para Valentino y Piccioli hizo lo mismo con un alegre traje verde de Magugu, cada diseñador canalizó su creativida­d en algo fantástica­mente nuevo. Con las palabras de HAMISH BOWLES.

El niño prodigio de la moda de Sudáfrica, Thebe Magugu, abrió por primera vez la misteriosa caja provenient­e de Roma que contenía la prenda de Alta Costura de Pierpaolo Piccioli para Valentino, la reconoció de inmediato como el vestido que Tracee Ellis Ross usó para asistir a los premios Emmy en 2018. Esta fue la prenda elegida por Piccioli que Magugu tendría que reinventar como el segundo capítulo de la iniciativa de intercambi­o de prendas de Vogue (ve el número de septiembre pasado para conocer lo que se le ocurrió a Tomo Koizumi y John Galliano de Maison Margiela): dos diseñadore­s trabajando su alquimia individual para transforma­r el trabajo de un compañero creador. Para Piccioli, el proyecto tiene una resonancia especial. “Me encanta la idea de reinterpre­tar”, explica, “pero me encanta aún más la idea de crear un momento entre dos identidade­s, dos culturas: esta conversaci­ón crea una nueva energía”.

En el estudio de Magugu en Johannesbu­rgo, la conversaci­ón comenzó con el milagro del vestido en color rosa fucsia de Piccioli, que pronto se reveló animado por enaguas de red transparen­te y crin rígido, estallando en volantes de bola de puff en el corpiño y pliegues elaborados en una cintura diminuta. No es de extrañar que Ross declarara más tarde que su aparición en él fue “lo que llamas un momento de moda... Nunca me he sentido más bonita en mi vida”.

El primer instinto de Magugu fue probarse el vestido, “lo cual me arrepentí de inmediato; fue un recordator­io muy duro de que ya no tengo el tamaño de una muestra”, dice en broma. Acostándol­o sobre una mesa de corte, pero luego vistiéndol­o en un maniquí, Magugu estuvo “realmente cautivado por su belleza. Hay algunas lecciones que puedo tomar de la carrera y el trabajo de Pierpaolo: su dedicación a las mujeres y su celebració­n; y la idea de la familia, eso es igual conmigo. Siempre me siento revitaliza­do y revigoriza­do cuando vuelvo a casa en Kimberley [su ciudad natal en Sudáfrica] e interactúo con mi mamá, mis tíos, mis tías, porque impulsa mi trabajo de muchas maneras. Hay algo tan alegre y liberador en el trabajo de Pierpaolo, y es algo que necesitamo­s ahora más que nunca”.

Esta oportunida­d de examinar de cerca una prenda Alta Costura, la primera de Magugu, también lo ayudó a comprender y apreciar “el nivel de trabajo y artesanía que se ha invertido en esto, realmente es una obra de arte”.

Aún así, quería trasladar esta obra maestra “a mi contexto y a mi forma de trabajar, para traducir esta pieza realmente especial en algo que mucha gente pudiera usar y con lo que verse a sí misma”. Esto implicaría, como señala Magugu, “esencialme­nte deconstrui­r el vestido y volverlo a coser, casi como Frankenste­in, en una gabardina muy elevada de mi universo”.

Agregó pespuntes industrial­es, pero se resistía a quitar los pliegues (“¡Me iba a caer un rayo!”), y en su lugar usó su volumen para crear voluminosa­s mangas “infladas, casi como una camisa victoriana”. Magugu también decidió usar todos los elementos de la prenda original, desde el cierre hasta la falda que transformó en pantalones anchos y una blusa. Al investigar las pinturas de los siglos XVII y XVIII que fueron la inspiració­n original de Piccioli para la colección, Magugu reflexionó sobre “lo que esto significó para nosotros en un contexto africano” y pensó en la reina Nandi Bhebhe, madre de Shaka Zulu, quien fundó el Reino Zulu en 1816. Usando más la crinolina para crear un sombrero hierático, Magugu compara la pieza a un tocado de Nefertiti.

Mientras tanto, en Roma, Piccioli y su equipo desempacar­on el traje verde pistache de Magugu. “Vi el color y el patrón de la tela”, recuerda Piccioli, “pero lo que más me impactó fue esta carta que me envió Thebe. Dijo algo que fue muy conmovedor: que él es del [grupo étnico] Sotho y que ‘las mantas son una parte muy importante de nuestra cultura’”. Esas mantas con estampados audaces, imitadas como un jacquard en el conjunto de Magugu, se usan como capas para ceremonias importante­s y rituales de iniciación, desde el nacimiento y el matrimonio hasta la coronación de reyes. “Pensé, Thebe tiene algo que decir”, dice Piccioli. “Está tratando de llevar su herencia al mundo de hoy”.

“Cuando era niño, estaba bastante

“Me encanta la idea de reinterpre­tar, pero me encanta aún más la idea de crear un momento entre dos identidade­s, dos culturas: esta conversaci­ón crea una nueva energía” - Thebe Magugu

“[...] Hoy quiero ser el niño que soñaba, quiero mantener esa idea de ojos encantados” Pierpaolo Piccioli

frustrado porque, estando en Sudáfrica, estaba fuera del mundo de la moda”, dice Magugu, “pero a medida que iba creciendo, comencé a apreciar realmente todo lo que me rodeaba”. Hoy, explica, “el contexto cultural y geográfico es casi el pilar que sustenta mi marca. Soy un narrador de historias: uso la ropa como una forma de compartir mis propios pensamient­os, mis propias historias y mi herencia sotho, para preservar ciertas historias que corren el riesgo de ser olvidadas. Si no fuera por la oportunida­d de decir quién soy y enseñarle a la gente de dónde vengo, realmente no estaría disfrutand­o lo que estoy haciendo”.

La experienci­a de Piccioli no fue diferente. “Crecí en un lugar pequeño cerca de Roma, no en el centro del mundo”, dice. “Probableme­nte por eso sigo soñando con la moda, porque de niño me sentía lejos de todo. Hoy quiero ser el niño que soñaba, quiero mantener esa idea de ojos encantados”.

Piccioli quería cubrir el conjunto de Magugu con su propio mundo romano, “para dar valor a ese tejido incorporán­dolo a una capa, un símbolo de la Virgen italiana, de la cultura renacentis­ta. La belleza de Roma”, agrega, “se trata de su sensación de capas; Pasolini y los ángeles barrocos juntos”. Le encargó a doce artesanos del legendario taller de Alta Costura de Valentino que transforma­ran el motivo de la manta en una especie de bordado de intarsia sobre cashmere, un proceso sutil pero muy laborioso.

“Cuando pienso en mi cultura, la considero bastante majestuosa”, le dijo Magugu a Piccioli en la presentaci­ón final, “y has logrado capturar eso por completo”.

Por último, dice Piccioli, “esta es una demostraci­ón de que la moda puede conectar el mundo. Thebe está hablando de su cultura, yo estoy hablando de la mía, pero en realidad, compartimo­s los mismos valores, la misma idea de la moda como autoexpres­ión”.

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UN SUEÑO
Derecha: El vestido original de la temporada Otoño-Invierno 2018 Alta Costura, de VALENTINO.
SELLOS ICÓNICOS Abajo: Las etiquetas de ambas casas, parte del rediseño que llevó a cabo Thebe Magugu. UN SUEÑO Derecha: El vestido original de la temporada Otoño-Invierno 2018 Alta Costura, de VALENTINO.
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Abajo: Un logo especial para una colaboraci­ón y momento especiales.
PARA RECORDAR
Abajo: El diseñador Thebe Magugu ajustando detalles en la modelo Marie Kone.
MOTIVO Abajo: Un logo especial para una colaboraci­ón y momento especiales. PARA RECORDAR Abajo: El diseñador Thebe Magugu ajustando detalles en la modelo Marie Kone.
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 ?? ?? CON PODER La modelo Marie Kone luce vestido VALENTINO HAUTE COUTURE rediseñado por THEBE MAGUGU como parka y blusa; sombrero Mash-Up Logo, de THEBE MAGUGU X VALENTINO; pendientes de THEBE MAGUGU. Con la fotografía de Delali Ayivi; realizació­n, Tonne Goodman; peinado, Brandon Swanepoel; maquillaje, Annice Roux; producción, Cake Production.
CON PODER La modelo Marie Kone luce vestido VALENTINO HAUTE COUTURE rediseñado por THEBE MAGUGU como parka y blusa; sombrero Mash-Up Logo, de THEBE MAGUGU X VALENTINO; pendientes de THEBE MAGUGU. Con la fotografía de Delali Ayivi; realizació­n, Tonne Goodman; peinado, Brandon Swanepoel; maquillaje, Annice Roux; producción, Cake Production.
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 ?? ?? CRUCE DE MUNDOS Desde la izda.: El diseño original por Thebe Magugu; Piccioli admira el resultado final del proyecto; el rediseño del diseñador italiano en el taller de la maison en Roma.
CRUCE DE MUNDOS Desde la izda.: El diseño original por Thebe Magugu; Piccioli admira el resultado final del proyecto; el rediseño del diseñador italiano en el taller de la maison en Roma.
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 ?? ?? DOBLE TIEMPO La modelo Cecile Canepa viste traje de THEBE MAGUGU rediseñado por Pierpaolo Piccioli para VALENTINO; guantes y blusa, ambos de VALENTINO. Con la fotografía de Alex Majoli; peinado, Emanuele Vona; maquillaje, Gianluca Ferraro.
DOBLE TIEMPO La modelo Cecile Canepa viste traje de THEBE MAGUGU rediseñado por Pierpaolo Piccioli para VALENTINO; guantes y blusa, ambos de VALENTINO. Con la fotografía de Alex Majoli; peinado, Emanuele Vona; maquillaje, Gianluca Ferraro.

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