Arte en pantalla
Malba Cine es una celebración de la amplia obra de Luis Buñuel: un ícono cinematográfico del surrealismo latinoamericano.
La trayectoria del séptimo arte en Latinoamérica ha sido testigo de una evolución, que con el paso de los años, nos ha dejado con impresionantes filmes que comprueban la capacidad que tienen una cámara y la creatividad de la interpretación para crear en conjunto. Con grandes nombres en la industria como referencia, es imposible no hablar de Luis Buñuel, que aunque nació en España, se nacionalizó como mexicano al pasar parte de su carrera en tierras mexicanas. La infancia del prodigioso director de cine no estuvo llena de artistas como en el caso de muchos otros, su relación con la creatividad en verdad comenzó con unos poemas y prosas que escribiría en la universidad tras visitar la ciudad de Toledo, la cual causó una impresión en el que lo indujo a sumergirse en el pensamiento del arte y a llevarlo a visitar las salas de cine con regularidad.
En 1925 Buñuel abandona Madrid y emprende un nuevo camino hacia París, donde su afición por el cine creció y tuvo un primer acercamiento con el surrealismo. Esta ciudad se convertiría en la cuna del crecimiento de un mundo de ideas dentro de la cabeza de Buñuel. El surrealismo de los mágicos años 20 logró plantar en Buñuel una creatividad visual que cambiaba por completo la forma de expresión y narrativa que más tarde desarrollaría.
Desarrollándose en la industria del cine durante este periodo de tiempo, es imposible que la vida de Buñuel no llegara en algun punto de su carrera a Hollywood. En 1930, el directo llega a Los Ángeles inicialmente con la finalidad de familiarizarse con las producciones estadounidenses, ahí conocería a grandes personalidades de la industria como Charles Chaplin y Serguéi Eisenstein. Con la voracidad y el estallido de la industria cinematográfica en Hollywood, poco tiempo tardaría esta arrollante sensación en llegar al resto del mundo para inspirar a creadores y actores a dejarse llevar por el glamour y el arte de crear bajo una lente en el que parecen no existir prohibiciones ni límites. Esto permitió que el mundo entero se convirtiera en el lienzo de trabajo Luis Buñuel,
quién reunió aliados e inspiración en cada lugar al que llegaba para rodearse de un portafolio de colaboradores que enriquecerían impresionantemente su carrera.
Con su regresó a España se encontró con el inicio de la guerra civil española, que sucede entre 1936 y 1939, el director regresa a París y a Hollywood para huir del bando franquista que puso en peligro su vida. En busca en nuevos proyectos, Luis Buñuel finalmente llega a México, donde tendría su primer proyecto de la mano del productor ruso Oscar Dancingers, quién también residía ahí tras el exilio de su país. Después de un proyecto truncado, Luis Buñuel dirige lo que sería su primera obra en México, El gran casino, una película con el famoso cantante mexicano Luis Negrete y la argentina Libertad Lamarque. Este filme marca el inicio de una carrera que lo llevaría a más tarde dirigir éxitos como El gran calavera, Los olvidados, Susana, La hija del engaño, Una mujer sin amor, El bruto, La ilusión viaja en tranvía, entre muchas otras, y que durante este periodo se nacionalizara como mexicano tras instalar completamente su carrera en el país.
En la actualidad, se habla de él cómo el padre del surrealismo en el cine y es el responsable de algunas de las imágenes más impactantes que la pantalla ha mostrado. Durante su carrera, compartió trayectoria con algunas de las figuras más icónicas del arte como Salvador Dalí y Fernando García Lorca, llenado de experiencias e inspiraciones su carrera para impulsar sus creaciones y convertirlas en referencia máxima.
Sus películas son increíblemente surreales, llenas de simbolismos y completamente originales, abordan diversos géneros y subgéneros como la farsa, la sátira, comedia, drama de corte neorrealista y pasiones melodramáticas hacen que su trabajo sea una fuente de admiración e inspiración que convierten a este director en una de las referencias principales cuando se habla de cine latinoamericano. Más allá de todos los adjetivos para calificar su trabajo, es un artista que forjo su carrera con pasión y un deseo guiado por sus sueños.
Desde su muerte en la Ciudad de México en 1983, Luis Buñuel se ha convertido en protagonista de homenajes y celebraciones que ponen a su obra como referencia de una importante etapa de desarrollo en el cine México, Latinoamérica y en el resto del mundo. Su trabajo educa al público y despierta una vibrante pasión e interés al compartir un poco de lo que él conoció tras trabajar con algunos de los nombres más importantes de la industria cinematográfica.
En la ciudad de Buenos Aires, se encuentra un recinto que celebra el cine como forma de expresión. Malba es un espacio cultural dinámico e interactivo cuya misión es coleccionar, conservar, estudiar y, por supuesto, dar a conocer el arte latinoamericano. En el caso de Buñuel, la zona principal de su inmensa obra fue realizada en México y este periodo de tiempo en su carrera es particularmente fascinante y sigue siendo hasta el día de hoy, motivo de intenso estudio porque se considera que ahí fue donde el director de cine supo equilibrar sus pulsiones autorales que le dieron como resultado los icónicos filmes que ahora se consideran parte de la historia del cine latinoamericano. Toda esta carrera en el cine inspiró e impulsó en Latinoamérica una industria cinematográfica revolucionaria, por esto Malba durante los meses de septiembre y octubre estará celebrando una programación exclusiva con las cintas de Buñuel, con una retrospectiva integral del trabajo que realizó mientras se encontraba en Latinoamérica. -María Villarreal
La zona principal de la obra de Luis Buñuel fue realizada en México, esto lo convierte en un ícono de inspiración del cine latino.