Escape imperdible
Colombia resguarda en uno de sus maravillosos destinos un rincón idílico en el que se reconectan el cuerpo y la mente, de la mano del expertise francés de la belleza.
Cuando pensamos en un país que ha hecho todo tipo de aportes al mundo actual, Colombia es un nombre que se eleva como sinónimo de talento e historia que se conjuga con sabores y escenarios hipnóticos. Así, se convierte en nuestra referencia para el escape perfecto. Si hablamos de una ciudad, Cartagena de Indias atrapa nuestros pensamientos por su energía y por un secreto que los amantes del bon vivant conocen y aman: Sofitel Legend Santa Clara Cartagena. Para entender la magia que resguarda es necesario hacer un pequeño preámbulo: Sofitel si bien es una apuesta hotelera donde el hedonismo y el máximo lujo se conjugan a través de cada uno de sus recintos, hablar de uno que tenga como parte de su nombre la palabra Legend es una historia un tanto distinta. Con más de 400 años de historia, el hotel Sofitel Legend Santa
Clara Cartagena, fue construido en 1621; dicha propiedad era originalmente un convento que albergaba a la Orden de las Clarisas (por eso sus pasillos largos y sentido de calma se hace vigente a cada instante). Durante más de un siglo, este lugar fue testigo de la historia y funcionó como hospital de caridad, cárcel, facultad de medicina, generando una serie de cambios al estilo Republicano. En 1995, se convirtió en el icónico hotel Santa Clara, pero fue en 2012 que se volvió un Sofitel Legend. Dicho en sus propias palabras: “se unió a una colección de propiedades emblemáticas ubicadas en ciudades con un rico patrimonio cultural alrededor del mundo. En él es posible un viaje en el tiempo que invita a descubrir la
legendaria historia de este emblemático hotel impregnado de art-de-vivre francés”.
Sus suites son espacios reinventados que además de recordarnos que la perfección se encuentra en cada detalle, también poseen gestos que celebran la historia del arte latinoamericano, como la suite Botero, en donde es posible maravillarse con la obra de este aclamado artista, algo que también ocurre con la Suite Enrique Grau o la suite Amaral. Si bien cada cuarto se convierte en un espacio del que no desearíamos salir, su exquisita propuesta gastronómica que se explaya a través del restaurante Jardín Santa Clara, Botika Santa Clara o el Restaurante 1621, invitan a paladares exigentes a probar sabores locales e internacionales de la mano de una atmósfera cálida que se percibe en este edén colonial. Todo lo anterior se complementa de forma magnánima con el Sisley Spa de este hotel: un recinto del lujo y el descanso donde además de tener las amenidades necesarias para los amantes de una vida activa, también busca conectar con el alma y el espíritu por medio de sus tratamientos insignias, mismos que son realizados por un staff calificado que conjuga el tratamiento de la misma manera que lo harían en París o cualquiera de sus centros holísticos.
Su ubicación se encuentra con una mirada al mar, misma que ya prevé un escenario de calma a sus visitantes. Al entrar, los aromas y las bebidas relajan el cuerpo y lo preparan para un breve encuentro personalizado en el que se busca satisfacer sus necesidades: ¿hidratación?, ¿relajación?, ¿desaparecer unos años del rostro? Aquí no hay capricho que sea imposible de llevar a la vida.
El agente diferenciador de este sitio es que combina el conocimiento ancestral con la sabiduría holística y la innovación de la cosmética francesa de Sisley Paris para ofrecer una apuesta única a la que es imposible no sucumbir. “Despierta tus sentidos y revitaliza el espíritu. Es una invitación a explorar un nuevo tipo de experiencia de spa con una amplia gama de tratamientos poéticos que invitan a disfrutar del cuidado especializado de rostro y cuerpo con Sisley Paris y su completa gama de productos fitoaromáticos que cubren las necesidades de cada tipo de piel, brindando una experiencia de confort y lujo”, destacan, algo con lo que reiteran su promesa de brindarte una experiencia que conecte tu cuerpo con tu espíritu. Si tuviéramos que escoger un must de este lugar, comenzaríamos con un masaje que restaurara todo el cuerpo (de la mano de óleos de Sisley Paris) y el facial de 60 minutos que brinda una sensación de bienestar que se transforma en una exquisita pausa del bullicio la cotidianidad.
Sisley Paris es una firma que al igual que Sofitel, se encuentra orgullosa de ser un legado familiar que va innovando no a la par del mundo, sino a su propio ritmo. Su expertise se ha convertido en una referencia del mundo desde hace cuatro décadas, de acuerdo a esta exitosa apuesta de cosmética de cuna francesa, “son productos de belleza con fórmulas innovadoras que combinan eficacia y sensorialidad, respetando la integridad y armonía de la piel. El savoir-faire que resguardan sus laboratorios tiene un enfoque de belleza que se conecta con el conocimiento de la piel, sus mecanismos y su entorno, con un expertise proveniente de la fitocosmetología. Sus formulaciones combinan lo mejor de la naturaleza con la ciencia más avanzada para ofrecer resultados visibles y un momento de bienestar único”.
Esta marca deja su huella en Cartagena por medio de un majestuoso spa en un hipnótico hotel que conjuga sensaciones, aromas y resultados que son visibles sin postergar más minutos de los necesarios. Dicho escape latinoamericano se convierte en la excusa perfecta para consentir hasta los más exigentes por medio de experiencias que se convierten en historias para recordar y apreciar, que nos recuerdan que para disfrutar de la vida, es necesario celebrar cada instante, qué mejor que hacerlo de la mano de Sisley Paris. -K. G. U.
Cartagena de Indias se convierte en la referencia del escape idílico que conjuga cultura, arte y experiencias sensoriales.