VOGUE Latinoamerica

Paz y armonía

Si hablamos de tratamient­os antiarruga­s un número infinito de productos se pone a nuestra disposició­n, pero uno va más allá...

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Cada vez que hablamos de tratamient­os antiarruga­s, tanto la tecnología como fórmulas de gran audacia nos muestran que disminuir los signos de la edad es posible... pues sí, detener el tiempo se ha convertido en una de nuestras prioridade­s, tanto así que lo hacemos parte de nuestra rutina diaria: al amanecer y al anochecer. Y bueno, si hablamos con expertos, hay dos recomendac­iones vitales al momento de cuidarnos y lucir bien: comer sanamente y reducir el estrés en nuestra vida por medio de hábitos saludables. Aunque, en ocasiones, el primero puede ser relativame­nte más sencillo, el segundo involucra desde el yoga hasta apagar el celular y algo no menos importante: meditar por lo menos unos cuantos minutos al día.

Se ha comprobado a través de diversos estudios que llevar al cuerpo a un estado de mindfulnes­s puede tener in nitos bene cios, que empiezan con respirar profundame­nte. De acuerdo con la terapeuta María Elena Estrada, hay un sinnúmero de causas por las que nuestra respiració­n puede alterarse, incluso sin que nos demos cuenta: “un gran número de personas suele respirar hasta la mitad del pecho, que no es lo más recomendab­le porque es la forma en la que un animal respira cuando está en guardia. Hacerlo de manera constante crea una actitud crónica en el cuerpo de sentirse siempre bajo ataque y puede provocar ansiedad. La mejor forma de respirar es llevando la inhalación hasta el estómago, sentir como se inˆa esa parte en vez el pecho: llevar el oxígeno de esta manera al cuerpo no solo lo tranquiliz­a, sino que reduce la aparición de las hormonas que

Meditar permite mejorar el descanso, calmar el cuerpo, tomar mejores decisiones y oxigenarno­s de una manera adecuada, además de que ayuda a retrasar el envejecimi­ento.

vienen de la mano del estrés y la ansiedad. Aunque parezca algo sencillo de hacer, lo cierto es que los cambios se desarrolla­n a medida en que te desenvuelv­es, pues tomas decisiones con conscienci­a y no con emociones, además de que ves las soluciones más allá de los problemas. Respirar correctame­nte es un hábito que puede beneciar muchos aspectos de tu vida, y uno de ellos también tiene que ver con la vanidad, mejor dicho, con los agentes de envejecimi­ento.

De acuerdo a la especialis­ta en terapia, aprender a respirar no solo permite que le brindemos oxígeno al cuerpo de la manera correcta, también permite que logremos reducir los índices de niveles de estrés para llevar un mejor estilo de vida. El estrés es el culpable de la falta de sueño y de generar una ansiedad que deriva en antojos calóricos o con ingredient­es que a la larga no le hacen ningún bien al cuerpo, además de que al alterar nuestro sueño, hace que no descansemo­s y afectemos habilidade­s cognitivas.

Y ni mencionar las afectacion­es que puede tener en el metabolism­o: en resumidas cuentas, todo eso afecta a la ausencia de colágeno en el cuerpo, el efecto retardado de nuestras células en regenerars­e, por lo que los signos de envejecimi­ento se vuelven cada vez más visibles no solo en nuestro rostro, sino en toda la piel. Es importante destacar que un estudio realizado por la cientíca australian­a Elizabeth Blackburn mostró que la meditación ayuda a preservar los telómeros, enzimas celulares asociadas con el envejecimi­ento.

La ganadora del premio Nobel de Medicina de 2009, pudo documentar que ciertos tipos de meditación, como llegar a un estado mindfulnes­s o la meditación trascenden­tal, poseen diversos efectos saludables en estas enzimas tanto a corto como a largo plazo. Su investigac­ión (realizada de la mano de otros cientícos) probó que existe una conexión entre la longitud de los telómeros y la meditación, lo cual está vinculado a una disminució­n de estrés. La meditación podría puede evocar un efecto positivo en las células “al reducir el estrés cognitivo y la excitación del estrés y aumentando estados mentales positivos y factores hormonales que podrían promover el mantenimie­nto de los telómeros”, muestra la investigac­ión. Entonces, si meditar se convierte en el punto de inicio de una vida sana que se externe en distintos aspectos, ¿cómo empezamos a hacerlo parte de nuestra vida? Si bien existen centros en donde los talleres de meditación están a la orden del día (basta dar un vistazo en internet para encontrar el más cercano), también es posible comenzar a través de aplicacion­es en línea o con un vistazo a canales en redes sociales donde puedes ver alguna... ¡Ah!, y no olvidemos la serie de Headspace en Net™ix, que es perfecta para principian­tes.

Una pregunta común respecto a la meditación es sobre cuánto tiempo es lo ideal para comenzar a realizarla. Si sientes tu mente inquieta, puedes empezar con cinco minutos de respiracio­nes profundas y poco a poco ir aumentando. La clave para hacerla parte de tu vida es la constancia, solo con eso puedes permitirte sentir sus benecios no solo cuando estás en ese momento mindfulnes­s, sino en el resto de tu día y rutina cotidiana. Permitirte conectar contigo por medio de algo tan simple (de manera relativa) como la meditación, permite que no solo lleves a tu cuerpo a un estado de relajación, sino que es algo que te agradece al borrar unos cuantos años de encima, ¿y quién no quiere eso? œK. G. U.

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